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10 casas japonesas minimalistas: intemporales y funcionales

La arquitectura japonesa contemporánea seduce a otras corrientes con un estilo impermanente, sencillo y despejado que celebra la introspección y la naturaleza como las filosofías de vida en que se inspira: panteísmo, sintoísmo y budismo zen.

Intemporalidad en la arquitectura japonesa contemporánea

Como las primeras casas de té, erigidas como un cobijo humilde y sin superficialidades para una ceremonia que celebra lo cotidiano de la existencia, las viviendas japonesas contemporáneas más reputadas por su sencillez y moderación:

  • materiales y texturas naturales, portadoras del ideal estético japonés, que interpreta valores como la fugacidad e impermanencia de lo que nos rodea con simpleza rústica, o wabi-sabi;
  • camino de una epidermis translúcida y transpirable: el bambú y la madera comparten protagonismo con polímeros de plástico y otros materiales que dejan pasar la luz y, a la vez, aportan privacidad suficiente;
  • estancias ventiladas con ligeras separaciones transformables de planta racional (a menudo midiendo la superficie en número de tatamis, como las casas de té);
  • patios interiores, terrazas y azoteas que se adentran en el interior y juegan con plantas, luces y sombras, fenómenos meteorológicos;
  • sin más ornamentación que la sencilla impermanencia de elementos naturales como la incidencia y transformación -con el paso del día y las estaciones- de la luz solar sobre aperturas y patios interiores; así como de plantas sencillas, presentes en el jardín zen;
  • rincones para compartir y abstraerse: con la casa de té como arquetipo, las nuevas viviendas combinan espacios abiertos de convivencia (la mayoría) con “cabañas interiores” o rincones de introspección (pequeños despachos y estancias, a menudo elevadas y a las que se accede con escalera, que recuerdan una casa árbol o cabaña en el bosque simplificada).

Belleza irregular, impermanente, simple

El especialista en cultura y literatura japonesa Donald Keene explica que el ideal de belleza japonés difiere de manera profunda de su equivalente occidental:

  • en Japón, se aprecia la elegancia de la irregularidad, en lugar de la simetría;
  • lo impermanente, en lugar de lo eterno;
  • lo simple, y no lo ornamentado.

Inspiradas en una cultura milenaria que estudia la el cambio lo que nos rodea (panteísmo, sintoísmo, budismo zen), la arquitectura residencial japonesa aspira a suscitar en los residentes una sutil sensación cotidiana de melancolía serena y anhelo espiritual, una belleza alejada de brillanteces y ostentaciones.

Si el concepto “wabi” evoca la introspección y la vida rústica y alejada de la sociedad, “sabi” denota una experiencia sensorial sosegada y con una tonalidad sobria: algo frío, enjuto, marchitado.

Natural, áspero y minimalista no equivale a irracional o decadente

Pero la sencillez natural, aspereza y minimalismo de las nuevas casas japonesas arquetípicas no son ni irracionales ni decadentes. Al contrario: su sobriedad y gusto sosegado, tan premeditado que parte de un ideal estético y espiritual milenario, logran una elegancia intemporal, más allá de la moda, la época o el lugar.

(Imagen: el arquitecto Terunobu Fujimori, en una habitación del té diseñada por él mismo con estética wabi-sabi)

Desde su escrupulosa comprensión y aplicación del conocimiento tradicional y local, la casa japonesa alcanza una universalidad que atrae a profesionales educados de todo el mundo.

Ello explicaría el éxito de libros como How to Make Japanese House, cuyo título es suficientemente explícito.

Construir en un entorno denso, caro y propenso a desastres naturales

La arquitectura japonesa contemporánea evoluciona respondiendo a las circunstancias del entorno:

  • más seguridad e inteligencia: pese a la ligereza de las construcciones residenciales, donde la madera sigue jugando un papel estructural y no sólo de revestimiento, las casas se han adaptado a las leyes contra seísmos y acontecimientos climáticos extremos, con sensores, materiales y estructuras que responden a cada situación;
  • lo justo, pero de calidad: el minimalismo y la sencillez rústica se adaptan a más de dos décadas de recesión y crecimiento moderado, que han frenado una pronunciada burbuja inmobiliaria;
  • usando hasta el último rincón: el prohibitivo precio de solares y construcción en Tokyo y otras ciudades, así como el prestigio social de la frugalidad y el aprovechamiento en un país-archipiélago superpoblado y sin recursos naturales que logró convertirse en potencia mundial, ha fomentado el surgimiento de casas estrechas y compactas celebradas por la inteligente economía de su diseño.

En síntesis, las nuevas casas unifamiliares japonesas compatibilizan con naturalidad tecnologías a prueba de terremotos o tsunamis; diseño y materiales frugales, pero de calidad; y se adaptan tanto a espacios despejados como a diminutos jardines y aparcamientos reconvertidos en solares por propietarios que quieren financiar una reforma o superar una situación económica delicada.

Un objetivo tradicional: calidad a precios asequibles

En un mercado exigente en criterios estéticos, requerimientos técnicos y precio, no sólo los arquitectos compiten por el mercado residencial: constructoras e incluso firmas de mobiliario desarrollan técnicas y productos de calidad a precios -sobre el papel- asequibles.

La constructora Misawa Homes ha usado su experiencia construyendo bases científicas japonesas en la Antártida para desarrollar una tecnología constructiva sencilla y resistente, probada en la Antártida y en los sucesivos terremotos acaecidos en Japón en las últimas décadas.

Las casas Misawa, erigidas a partir de 1967, usan un sistema de adhesión estructural a base de paneles de madera que mantienen el aislamiento térmico (hasta -50 grados Celsius) y soportan movimientos sísmicos o rachas de viento huracanado de jasta 60 metros por segundo (216 km/h).

Estructuras livianas y resistentes, sensores que reaccionan al entorno y más

En un país con el azote cíclico de terremotos y tsunamis, las tecnologías de construcción económicas, ligeras y resistentes tienen ventaja competitiva.

Misawa llama a su tecnología “monocasco” y combina, como si se tratara de una alegoría de la arquitectura japonesa, materiales ancestrales con la última tecnología de ensamblaje, encolado y sensores, que pasa desapercibida para el no experto:

  • armazones de madera encolada;
  • marcos rígidos de cerámica con una capacidad de carga diseñada para soportar la presión de terremotos, huracanes y tsumanis;
  • sensores (MGEO) que recaban información sobre la estructura e incidencias externas sobre ésta;

Misawa y sus competidores desarrollan tecnologías para que viviendas con la sobriedad y sencillez de una casa de té se adapten a un ambiente cambiante, usando materiales como el contrachapado y la cerámica reforzada, o sensores como MGEO, registrando y amortiguando cualquier vibración.

(Imagen: exterior de una casa de Terunobu Fujimori con fachada de cedro quemado usando una técnica tradicional)

Las constructoras siguen, por tanto, la estela de los arquitectos japoneses, que aspiran a casas que celebran la impermanencia invitando la luz y la naturaleza, y cambiando su estructura y distribución a partir de estímulos externos (clima, acontecimientos extremos) e internos (necesidades de sus habitantes para cambiar un tabique, modificar el uso o tamaño de una estancia, etc.)

Papel del interiorismo japonés asequible: el caso de Muji

El interiorismo y el diseño evolucionan de manera similar a arquitectos y constructoras: buscan productos sencillos, funcionales, versátiles, elegantes, que celebran la impermanencia (metacrilatos y plásticos translúcidos y transparentes, materiales y tejidos vegetales y/o reciclados, etc.).

El paradigma es la tienda de distribución de mobiliario, complementos y textiles para el hogar Muji, que desde los 80 diseña y vende productos en todo el mundo con la misma filosofía que las viviendas: minimalismo, reciclaje, ausencia de residuos de producción y embalaje, y política de ausencia de marca y logotipo en sus productos.

Muji ofrece “productos básicos para el día a día urbano y actual”. Productos -prosigue la compañía en sus catálogos para sus establecimientos en varios países- “sencillos pero también elegantes, funcionales, anónimos, asequibles y universalmente atractivos”.

Productos “desmaterializados”: más servicio y menos material

La empresa de mobiliario y complementos reproduce este ideal en la concepción de sus propias tiendas, con estanterías y expositores ligeros y “desmaterializados” (con más “función” o servicio que “material”, una de las grandes tendencias para el diseño mundial en las próximas décadas), que permanecen en segundo plano; y un ambiente fresco y con un aroma sutil, sin estridencias olfativas ni sonoras.

Los productos de Muji, más ligeros y con menos material que los de la competencia, quieren ser prácticos, y están “cuidadosamente diseñados con materiales y métodos de producción racionales”.

Si el interior de una vivienda japonesa contemporánea carece de detalles sin función y ornamentaciones estridentes o innecesarias, el diseño de Muji evita “hacer ostentación de las marcas porque creemos que los productos deben juzgarse por lo que son y no por quién los ha diseñado”.

“Además” -prosigue Muji-, “nuestros precios nunca se inflan artificialmente; nuestro objetivo es la ‘mejor calidad’ al ‘mejor precio'”. El catálogo comercial de una compañía carece de la objetividad del observador independiente, pero muestra sus aspiraciones y objetivos a largo plazo. Muji comparte, como poco, filosofía de diseño con arquitectos e interioristas japoneses.

Influencia zen: sobre disfrutar de un proceso inacabado

Como la arquitectura residencial japonesa actual más reconocida, Muji reevalúa y selecciona materiales, para continuar simplificando en un proceso inacabado, como todo lo que nos rodea.

Incluso la marca Muji es la simplificación de un nombre previo con el mismo espíritu, “Mujirushi Ryohin”, traducible como “artículos de calidad que carecen de marca”, la aspiración de esta empresa de distribución.

Las nuevas casas japonesas logran, con la misma economía de materiales y ausencia de superficialidades (“poco embalaje”, en arquitectura, se refiere a la ausencia de lo innecesario), y contención del creador, que se sitúa detrás de la obra (la propia casa) y evita los personalismos y exhuberancia a los que tanto ha recurrido la arquitectura-espectáculo de los arquitectos estrella.

Cuándo se completa una vivienda

Eso sí: una casa japonesa está terminada cuando arquitecto y constructor entregan la obra. En su ensayo sobre el ideal estético tradicional japonés wabi-sabi, Leonard Koren expone la impermanencia de lo que nos rodea, incluyendo nuestra vivienda:

“Pero, ¿cuándo el destino de algo llega finalmente a buen puerto? ¿Es la planta completa cuando florece? ¿Cuando cuando produce semillas? ¿Acaso cuando las semillas se diseminan? ¿O más bien cuando todo se convierte en compost?”.

La arquiectura japonesa contemporánea comparte elementos comunes con la arquitectura moderna de mediados del siglo XX (mid-century modern) y la arquitectura orgánica propugnada por arquitectos como Frank Lloyd Wright, atentos -como la tradición japonesa- a integrar la naturaleza circundante en sus edificios.

También como la arquitectura moderna, la nueva arquitectura japonesa celebra su estructura, mostrando pilares y columnas, o incluyendo grandes ventanales, puertas correderas en torno a patios interiores y soluciones similares.

Paralelismos con la arquitectura escandinava

Pero su equivalente occidental se localiza en la arquitectura escandinava, considerada parte integrante de la arquitectura orgánica: Erik Gunnar Asplund y Alvar Aalto, entre otros.

Tanto la arquitectura japonesa como la escandinava, así como representantes destacados del diseño industrial en ambos lugares, aspiran a mantener la simplicidad y las soluciones con el mínimo impacto y la máxima función por encima de cualquier otra consideración.

Asimismo, arquitectos japoneses y escandinavos cuidan la incidencia de un bien preciado en latitudes elevadas: la incidencia de la luz en el interior del hogar a lo largo del día y las estaciones.

Si las casas de té son un símbolo cultural, así como una aspiración social y un refugio espiritual, las viviendas minimalistas japonesas integran esta esencialidad en el tránsito cotidiano.

Como si el objetivo consistiera en celebrar la sutil belleza de lo que ocurre en cada momento, agudizando mente y sentidos.

10 viviendas japonesas contemporáneas

Recopilamos a continuación 10 casas japonesas que transmiten el ideal estético japonés y logran una elegancia intemporal y universal (desde lo particular).

1. Casa transparente House NA (por Sou Fujimoto Architects)

Vivienda transparente que pretende emular la vida en una casa-árbol en un denso barrio de Tokio, que cuenta con 21 niveles de planta independientes, cada uno a una altura distinta, para que la joven pareja residente pueda experimentar una “vida nómada” dentro de su propia casa. 

Descrita como “una unidad de separación y coherencia”, la casa se comporta como una única habitación y como una colección de habitaciones.

2. Casa en torno a una estancia central Ant-house (por mA-style architects)

Casa minimalista de contrachapado en torno con interior de contrachapado en torno a una estancia central compartida (y sumergida en un nivel ligeramente inferior al de la planta restante), equivalente a la habitación principal o “chashitsu” de las casas de té.

3. Casa  en Chiharada (por Studio Velocity)

Vivienda cilíndrica de dos plantas con compartimentos interiores de planta recta.

4. Casa minimalista de tejado triangular de madera Koya no Sumika (por mA-style Architects)

Casa de planta rectangular y tejado voladizo triangular, en torno a una estancia central (que evoca las estancias principales de las casas de té), con acceso al resto de la casa, que cuenta con livianas separaciones.

5. Vivienda con base acristalada Kawate (por Keitaro Muto Architects)

Vivienda con paredes transparentes a media altura: la base de toda la fachada está acristalada a lo largo del perímetro. Discretas columnas estructurales de madera sostienen la estructura permitiendo, a la vez, el acristalamiento de la base del edificio.

6. Light Walls House (casa de paredes ligeras, por mA-style Architects)

Destacan la liviandad de paredes y tejado de madera, de ligeras vigas de madera en torno a dos grandes vigas en forma de “X”. La cubierta se hace transparente antes de llegar a las paredes de la fachada, dejando entrar la luz al interior, como si se tratara de un templo de la cotidianeidad. 

La vivienda incluye compartimentos-estancia, incluido un altillo de introspección al que se accede por escalera.

7. House H (por Sou Fujimoto)

Esta vivienda familiar en un barrio residencial de Tokyo emula los niveles intermedios de un gran árbol, donde un puñado de grandes ramas proporcionan un lugar ideal para sentarse, conversar o practicar la introspección. 

La casa juega con la relación entre estancias similar a la conexión fractal de las ramas de un árbol o los nervios de una hoja.

8. Casa con jardín zen interior Kofunaki House (por ALTS Design Office)

Interior sobrio, luminoso, áspero, tranquilo, con distintas alturas accesibles y visibles desde la planta principal, que integra varios rincones ajardinados con serenas plantas arbustivas (sin flores, macetas, etc.).

9. Casa en Hieidaira (por Tato Architects)

Vivienda minimalista que integra la estética wabi-sabi. La planta alta se asoma a la habitación principal a través de dos ventanales situados en paredes oblicuas, que actúan como tejado interior. La luz natural penetra en todas las estancias. Una escalera conduce a un altillo de introspección.

10. Casa de patios interiores en Hiro (por Suppose Design Office)

Casa con materiales ásperos y patios interiores que actúan de jardín, tragaluz y lugar de relajación. El peso del cemento y la piedra del suelo contrastan con la ligereza de puertas, aperturas y escaleras. Sencillez rústica contemporánea y a la vez wabi-sabi.