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10 estudios para emprendedores: clima, energía y transporte

Entender la situación es un primer paso para ofrecer buenas soluciones y, de paso, hacer negocio con ellas. Los productos y servicios de las próximas décadas deberán tener en cuenta las principales tendencias climáticas, energéticas y de transporte.

Las energías renovables, las iniciativas empresariales locales, la movilidad sostenible o el diseño ecológico se beneficiarán de cambio de paradigma de desarrollo.

En las consecuencias de las últimas catástrofes naturales y las revueltas democráticas en varios países árabes subyace el debate sobre los modelos energético y alimentario, que se adapta a la demanda de China y el resto de los países emergentes. Ya no hay petróleo barato ni, tras Fukushima, se cree que la energía nuclear sea la alternativa. Mientras tanto las materias primas y los alimentos aumentan de precio.

Diseñar productos y servicios para solucionar problemas estructurales

La economía extractiva, basada en un crecimiento propulsado por el consumo de combustibles fósiles finitos, cada vez más caros de extraer, tiene fecha de caducidad. Si es más difícil y caro obtener la misma cantidad de hidrocarburos, ya no volverán los hidrocarburos baratos.

Las alternativas a este modelo tampoco han llegado, aunque deberán hacer frente al cambio climático, al agotamiento de los recursos (“peak everything“) y al reto de mantener o aumentar la prosperidad, consumiendo y contaminando menos. ¿Existe una prosperidad frugal?

Más personas consumiendo los mismos recursos

Los expertos cuentan con que China, India y otras potencias emergentes estabilizarán su crecimiento y, por tanto, su consumo de recursos hacia 2050. Un nuevo estudio del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (LBNL) de Estados Unidos estima que el país asiático reducirá sus emisiones, consumo energético y de otros recursos (materias primas, alimentos) a mediados de siglo, cuando su población alcance 1.400 millones de personas.

En 2007, China se convirtió oficialmente en el mayor emisor de gases con efecto invernadero, con el 22,30% de las emisiones mundiales, por delante de Estados Unidos (segunda posición, con el 19,91%) y la Unión Europea (tercera, con el 14,4% de las emisiones globales).

Su consumo energético y de recursos ha seguido la misma proyección, y la tasa de consumo de productos básicos de China demuestra que su crecimiento empequeñece la actividad registrada en el resto del mundo en su conjunto.

China, convirtiéndose en “la mitad” del mundo

¿Qué cantidad de mercancías consume China en relación con el resto del mundo? El gigante asiático consume la mitad del cemento, hierro, carbón, carne de cerdo o acero mundiales (fuentes: Barclays Capital 2010, Credit Suisse 2010, Goldman Sachs, US Geological Survey 2009, BP 2009, Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación 2008, Fondo Monetario Internacional 2010):

  • Cemento: China consume el 53,2% del total mundial
  • Hierro: 47,7%
  • Carbón: 46,9%
  • Porcino: 46,4%
  • Acero: 45,4%
  • Plomo: 44,6%
  • Zinc: 41,3%
  • Aluminio: 40,6%
  • Cobre: 38,9%
  • Huevos: 37,2%
  • Níquel: 36,3%
  • Arroz: 28,1%
  • Soja: 26,4%
  • Trigo: 16,6%
  • Aviar: 15,6%
  • Petróleo: 10,3%
  • Vacuno: 9,5%

El siglo de las clases medias aspirantes

Las clases medias aspirantes de los países emergentes suman su consumo al ya existente en los países ricos, lo que ha aumentado la competencia por bienes de primera necesidad y de equipo. Las clases aspirantes también necesitarán productos y empresas, no caridad.

La mayor competencia por los recursos, sumada al cambio climático y a catástrofes naturales como el reciente tsunami en Japón, repercuten sobre el precio del petróleo o los alimentos y causan, en última instancia, fenómenos como el rechazo de la opinión pública a la energía nuclear (mientras se mira hacia otro lado con el carbón), o las revueltas en los países árabes, iniciadas como protesta a la inflación sobre los alimentos básicos.

Oportunidades para “inventores” en un mundo cambiante

Las primeras décadas del siglo XXI son también percibidas como un escenario de oportunidad. Hay consenso para caminar hacia una economía que no base su crecimiento en la extracción de combustibles fósiles, en la que consumir menos (hay más a repartir) y reducir el impacto ecológico de la generación energética, la construcción, la movilidad o la alimentación, entre otros sectores, sean incentivados como “prosperidad”. La frugalidad debería ser más próspera que el derroche.

Hay países, empresas y emprendedores que analizan la situación del mundo en las próximas décadas y convierten la incertidumbre en oportunidad. Varios mercados relacionados con las tecnologías sostenibles podrían convertirse en multimillonarios.

Mencionamos algunos sectores de actividad con un futuro halagüeño:

Para convertir los retos actuales en oportunidad, las sociedades actuales tienen el reto de aprender a vivir mejor siendo más frugal.

También será necesario aprender de los diseños de la naturaleza para que los productos aumenten nuestra calidad de vida y tengan un impacto positivo sobre el medio ambiente (los productos no tendrán “residuo”, sino que todo “excedente” equivaldrá a “alimento”).

Un paso adelante para solucionar problemas minúsculos, pequeños y grandes

Los productos del futuro tendrán menos sustancia física (átomos) y más “servicio” (intangibles de calidad). Una silla sirve para sentarse, de modo que un campo gravitatorio que supliera la necesidad de sentarse podría sustituir a una silla, sin ocupar constantemente el espacio cuando no es usada.

Qué puede haber mejor que realizarse en la nueva era de los inventores aportando soluciones, en lugar de indignarse y esperar a que otros solucionen nuestros problemas.

Exponemos a continuación 10 estudios que corroboran algunas de las principales tendencias con las que conviviremos en las próximas décadas.

1. Habrá 10.000 millones de personas en 2100

La población mundial seguirá creciendo más allá de 2050, fecha en la que se alcanzarían los 9.000 millones de habitantes. Un nuevo informe de la ONU calcula que el mundo mantendrá a 10.100 millones de personas a finales de siglo, un incremento de más de 3.000 millones de personas desde los casi 7.000 millones actuales.

Sólo en África, la población pasaría desde los 1.000 millones actuales a 3.600 millones de personas. Para la directora de la división sobre población de la ONU, Hania Zlotnik, los organismos internacionales y principales potencias deberán desempolvar las políticas de planificación familiar de los 70 y 80 y corregir sus ineficiencias. El reto estriba en superar las batallas ideológicas sobre el aborto, la educación sexual y el rol de la mujer en la sociedad.

Aunque, recuerda el informe, la mejor planificación familiar es el aumento generalizado de la prosperidad en las sociedades más desfavorecidas, ya que una mayor riqueza repercute sobre la alimentación y la educación, además de reducir la natalidad.

No es una predicción descabellada, ni se ha realizado con los niveles de fertilidad de 1995. De usar la tasa de la natalidad experimentada en los países pobres y emergentes a finales del pasado milenio, en 2150 se alcanzaría una población de 256.000 millones de personas, un escenario más que improbable.

2. El nivel de los océanos ascenderá a 1,5 metros en 2100

Hasta ahora, el consenso científico situaba que, debido a la incidencia del cambio climáticos sobre los glaciares, el aumento del nivel del mar ascendería apenas unos centímetros a finales de siglo. Un nuevo estudio internacional aventura un cambio más dramático, con un aumento de 1,5 metros en 2100.

El estudio ha sido elaborado por el Programa de Monitoreo y Evaluación del Ártico (AMAP en sus siglas en inglés) y distribuido entre la clase política mundial. Los firmantes del estudio creen que los glaciares se están derritiendo con mayor rapidez de la esperada y, como resultado, se reduce la cantidad de hielo brillante y blanco capaz de devolver la luz solar reflejada hacia el espacio.

Debido a la menor reflexión de luz solar, los océanos absorben más calor que nunca hasta ahora, lo que a su vez acelera el derretimiento de hielo y se suma a otro peligro para los ecosistemas marinos, igualmente causado por la acumulación excesiva de partículas contaminantes en la atmósfera: la acidificación de los océanos.

La fusión de glaciares como los de Groenlandia aumentará entre 90 y 160 centímetros el nivel de las aguas en 2011, según AMAP, aunque reconoce que las previsiones siempre son inciertas. Las proyecciones de 2007 situaban el aumento entre los 19 y 50 centímetros. El cambio se debe a los cálculos erróneos de mediados de la década pasada sobre el ritmo de fusión del hielo en Groenlandia y la Antártida.

3. Los biocombustibles propulsarán el 27% del transporte en 2050

Un estudio de la Agencia Internacional de la Energía aventura que los biocombustibles coparán el 27% de las necesidades de combustible del transporte mundial. Ello supondría un aumento en el uso de biocombustibles de más de 750 millones de toneladas en 2050, desde los actuales 55 millones de toneladas.

Bo Diczfalusy, director de Políticas y Tecnologías de Energía Sostenible de la AIA, reconoce que la eficiencia de los vehículos será la principal y más efectiva herramienta para reducir las emisiones de CO2 del transporte. 

No obstante, “los biocombustibles serán todavía necesarios para proporcionar alternativas menos contaminantes a los hidrocarburos usados en aeronaves, barcos y vehículos de gran tonelaje, y proporcionarán una quinta parte de la reducción de las emisiones en el sector del transporte”.

4. El 90% de los vehículos a motor chinos serán eléctricos en 2050

Con un ritmo de crecimiento que la ha convertido en segunda potencia económica mundial, tras Estados Unidos, y primer exportador de bienes de consumo, por delante de Alemania, China se ha propuesto reducir la factura económica derivada de la compra de materias primas externas. Entre sus planes estratégicos para reducir su dependencia energética exterior, China quiere producir y usar el mayor número posible de vehículos eléctricos.

Un estudio del Berkeley Lab (LBNL en sus siglas en inglés), dependiente del Departamento de Energía de Estados Unidos, asegura que el consumo energético chino se estabilizará en 2050, sobre todo debido al aumento de la eficiencia en la red eléctrica y al uso de nuevas tecnologías, tales como el vehículo eléctrico.

Según el estudio, más del 90% de los vehículos a motor chinos serán eléctricos en 2050. Gracias a medidas como la mayor eficiencia del transporte, Mark Levine, co-autor del informe, cree que el consumo y las emisiones chinas habrán alcanzado su cénit a mediados de siglo y su media no aumentará, pese a que el país asiático contará con 1.400 millones de habitantes.

Levine explica que el informe tiene incluye un escenario con previsiones más conservadoras, donde el porcentaje de vehículos a motor eléctricos acapararán el 70% del mercado en 2050.

5. Se venderán 1,2 millones de coches híbridos enchufables en 2015 (Estados Unidos)

Finalmente, los concesionarios de grandes fabricantes ofrecen modelos híbridos, híbridos enchufables o totalmente eléctricos. Aparecen también las previsiones sobre sus ventas, e incluso las más conservadoras son halagüeñas para los vehículos de combustibles alternativos.

Un reciente informe del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) desvela las estimaciones “conservadoras” sobre el número de vehículos híbridos enchufables que recorrerán el país a finales de 2015: a mediados de la década habrá 1,2 millones de híbridos de nueva generación, que el usuario puede recargar cuando estima oportuno, a diferencia de los modelos híbridos convencionales.

Según el estudio, la berlina Chevrolet Volt (Opel Ampera en Europa) representará casi la mitad del parque de híbridos enchufables, con 505.000 unidades vendidas hasta 2015. Se estima que el Nissan Leaf, un modelo íntegramente eléctrico, haya vendido 300.000 unidades en la misma fecha, mientras que la berlina de lujo eléctrica con aire deportivo Fisker Nina vendería 195.000 unidades.

El mismo estudio cree que el compacto Ford Focus eléctrico venda 70.000 unidades hasta 2015 debido al inicio tardío de su comercialización, mientras el subcompacto Think City alcanzaría las 50.000.

6. Habrá 138 millones de motos eléctricas en las calles en 2017

Un estudio de Pike Research prevé que el número de ciclomotores y motocicletas con tracción eléctrica en las calles alcance 138 millones de unidades en 2017, desde los 17 millones de unidades en 2011.

Los vehículos eléctricos a dos ruedas tienen ya una amplia aceptación en China y las zonas urbanas del resto de el Extremo Oriente, explica el comunicado de Pike. A los millones de motocicletas y ciclomotores, habría que sumar el mercado, también millonario, de bicicletas eléctricas, a la espera de que irrumpa también con fuerza el mercado de los vehículos personales similares al Segway.

Además del papel preponderante de China, tanto en la producción de vehículos eléctricos a dos ruedas como en su uso, se espera que las motos eléctricas aumenten rápidamente su cuota de mercado en el resto del mundo, desde el resto de países emergentes hasta Europa y Norteamérica. Los inventivos gubernamentales acelerarán la adopción de los nuevos modelos eléctricos, cada vez más solventes.

Dave Hurst, analista de Pike Research, explica el atractivo de motocicletas y ciclomotores eléctricos para muchos consumidores. Su precio es relativamente bajo, en comparación con los automóviles eléctricos, así como fáciles de mantener. Y los vehículos eléctricos a dos ruedas agradan a los gobiernos, añade, porque reducen la congestión y la contaminación por partículas en los centros urbanos, donde este tipo de vehículo es más utilizado.

Varias ciudades mundiales han adaptado su infraestructura e instalado sistemas de carga para motocicletas eléctricas, entre ellas Barcelona, una ciudad especialmente agraciada para el uso de la motocicleta, al tener una estructura compacta, orografía regular, meteorología apacible y amplio parque de motocicletas.

Por su menor coste, los ciclomotores eléctricos multiplicarán por seis las ventas mundiales de motocicletas eléctricas, más caras y exigentes. No obstante, en los mercados maduros con tradición motociclista, como regiones y ciudades de Europa Occidental, Norteamérica y Japón, las motos acapararán el 59% del mercado eléctrico de dos ruedas, debido a su mayor velocidad y rango de autonomía con una carga.

7. La movilidad eléctrica generará 250.000 millones de dólares en 2020 

Un estudio (consultar en PDF) del Banco Mundial estima que “la nueva cadena de valor global del vehículo eléctrico” (es decir, el mercado en su conjunto, desde la producción de vehículos hasta su mantenimiento y servicios relacionados, tales como la recarga, los recambios, etc.) moverá 250.000 millones de dólares en 2020.

El estudio se centra en el ambicioso programa chino de movilidad sostenible, además de exponer la determinación de la segunda economía mundial para fabricar y usar más vehículos eléctricos que nadie. Oliver Hazimeh, analista de la Oficina de Transporte del Banco Mundial, cree que los vehículos híbridos, híbridos enchufables y aquellos con tracción íntegramente eléctrica aumentarán radicalmente su cuota de mercado.

El estudio expone que las ventas de vehículos con tracción eléctrica, ya sea parcial o íntegra, supondrá el 10% anual de las ventas mundiales en los próximos años. Y eso que, para calcular que el tamaño del mercado global de vehículos eléctricos alcanzará 250.000 millones de dólares en 2020, los autores del estudio no han exagerado el precio del petróleo y lo han sitúan en 120 dólares el barril.

Si el barril alcanzara los 150 o 160 dólares, una posibilidad factible debido a que las reservas obtenidas con facilidad se agotan (pico petrolero o “peak oil”), los vehículos eléctricos aumentarían su cuota de mercado más allá del 2% o 3%, porcentaje constituido por los “early adopters“, o usuarios pioneros, los más abiertos al cambio y a probar las tecnologías disruptoras.

8. Las algas reducirán el 17% las importaciones petroleras de Estados Unidos (2022)

Las algas tienen un gran potencial en el sector de los biocombustibles, según expertos y personalidades como Vinod Khosla, inversor de Silicon Valley que financia varios proyectos de tecnologías verdes.

A diferencia de los biocombustibles basados en cosechas alimentarias, las algas no afectan al precio de los alimentos y, por tanto, no empeorarían la situación de millones de personas en el mundo con dificultades para acceder a alimentos básicos. Además, el biocombustible basado en algas se crearía en entornos controlados no agrarios, lo que reduciría el coste de producción.

Por primera vez, un centro de investigación de prestigio, el Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste (PNNL en sus siglas en inglés), ha estudiado el auténtico potencial de los biocombustibles basados en algas para reducir la dependencia estadounidense del petróleo externo, sin por ello afectar al precio de los alimentos.

El estudio concluye que el 17% del petróleo importado a Estados Unidos para abastecer las gasolineras podría ser sustituido por combustible algal en 2022.

El hidrólogo del PNNL y director del estudio, Mark Wigmosta, ha explicado que las algas son el tema de moda en las discusiones sobre biocombustibles del futuro, pero hasta ahora nadie se había tomado la molestia de calcular cuánto combustible algal podría producir Estados Unidos y cuánta agua y espacio ello requeriría.

Tras analizar 30 años de datos meteorológicos, los autores de la investigación han concluido que Estados Unidos podría producir 80.000 millones de litros (21.000 millones de galones) de combustible algal en 2022. Para lograr esta capacidad de producción, las algas cultivadas requerirían un espacio equivalente a la superficie del estado de Carolina del Sur.

Pese a tratarse de una superficie enorme (82.000 kilómetros cuadrados, ligeramente inferior a Andalucía y un poco superior a Castilla-La Mancha), el estudio recuerda que Estados Unidos cuenta con enormes extensiones de terreno improductivo en lugares con poca densidad de población.

9. Alemania generaría el 50% de su energía con renovables en 2030, el 80% en 2050

Cuando la canciller conservadora alemana Angela Merkel anunció el cierre paulatino e irrevocable de los 17 reactores nucleares en uso en Alemania, su propuesta fue considerada frívola y electoralista por sus rivales de la izquierda, que consiguieron desbancar a su partido de un histórico, Baden-Wurtemberg, el estado más poblado y rico de Alemania.

Pero Merkel insiste en la solidez de su plan, que pretende convertir a Alemania, la mayor economía de Europa y segundo exportador mundial sólo por detrás de China, en el primer país industrializado en sustituir la energía nuclear y de fuentes fósiles por energías renovables.

Según la canciller alemana, el cierre de las 17 plantas nucleares alemanas no causará un aumento de las emisiones de CO2 debido al mayor uso de fuentes como el carbón, sino que la pérdida de capacidad generadora se compensará con inversiones en energías renovables.

Según los últimos planes, la infraestructura nuclear del país, que genera una cuarta parte de la energía consumida, habrá desaparecido por completo en 2022. Paralelamente al cierre de nucleares, Alemania doblará el parque de renovables hasta constituir el 35% del consumo en 2020, el 50% en 2040, y más del 80% de la cuota de mercado de la generación energética total en 2050.

Christian Schwägerl, periodista científico de Der Spiegelexponía recientemente en la publicación Environment 360 de la Universidad de Yale que el plan de Alemania para copar a medio plazo todas sus necesidades energéticas con fuentes renovables convierten al país en el laboratorio más grande del mundo en “crecimiento verde”.

No existe en ningún país perteneciente al G20, aclara Schwägerl, con un plan energético tan ambicioso en la aportación de fuentes renovables. “Alemania es la mayor economía de Europa. Hacer de este país una potencia en renovables la transformaría en la meca indiscutible para cualquiera en el planeta interesado por el medio ambiente y las tecnologías verdes”.

10. Las energías renovables eclosionarán en 2050, coincidiendo con su abaratamiento 

Las energías renovables como la solar o la eólica recibirán su impulso definitivo en las próximas décadas, según un estudio del IPCC (panel sobre el cambio climático de la ONU). El estudio aventura “esperados avances” que reducirán drásticamente el coste de producir, instalar y mantener parques eólicos y solares.

El IPCC aventura en el nuevo estudio que “el coste de la mayoría de tecnologías de energías renovables ha declinado, y se esperan avances tecnológicos significativos”. También se espera una reducción de su coste, que derivará en un mayor potencial para mitigar los peores efectos del cambio climático y a un “incremento sustancial en la instalación de energías renovables en 2030, 2050 y más allá”.

La producción de energías renovables representó en 2008 el 12,9% de toda la energía generada en el mundo, dominada por la bioenergía, seguida de la energía hidráulica, la eólica, geotérmica, solar y oceánica.