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En Sídney: una casa que actúa como un árbol

Pese a ser autónoma y sin residuos, no es un excéntrico experimento, sino una casa convencional. Su dueño nos invitó a verla y nos explicó el brillante futuro de los jardines verticales.

Ya en 1996, antes de que expresiones como recolector pluvial o aguas grises formaran parte del léxico técnico de moda, el abogado medioambiental afincado en Sídniey Michael Mobbs decidió convertir su casa en una planta que es capaz de abastecer a una familia con la energía y el agua corriente que necesitan, además de tratar sus aguas residuales.

No se trataba de poner en marcha un experimento rural. Mobbs, su mujer y sus dos hijos no querían que su casa pareciera, u oliera, “raro”, del mismo modo que no tenían un gran terreno para llevar a cabo experimentos; viven en uno de los suburbios más densamente poblados de Sídney (Chippendale), en una casa de 130 metros cuadrados (unos 1.400 pies cuadrados).

La casa tiene un diminuto porche frontal, así como un patio trasero algo más generoso; no obstante, no se trata de una hacienda rural, sino de una casa pareada en la mayor ciudad de Australia.

Tras instalar paneles solares, desagües que él cataloga como “inteligentes”, un tanque subterráneo para almacenar aguas pluviales y un pequeño estanque en el patio trasero, Mobbs pudo realizar el siguiente paso: desconectar la casa de la red eléctrica convencional, ya que estaba lista para autoabastecerse. Actualmente, la casa:

  • Recolecta todo el agua potable de la lluvia, que se desliza del tejado al tanque subterráneo.
  • Captura toda la electricidad del sol, gracias a los paneles solares instalados en la azotea.
  • Trata y recupera todas las aguas residuales y fecales que genera.

Anualmente, la familia Mobbs:

  • Ahorra 102.000 litros de agua, así como 4,3 toneladas de carbón procedentes del tratamiento de los residuos y aguas fecales que la casa no revierte en la red de alcantarillado de la ciudad.
  • Evita que más de 60.000 litros de aguas fecales y residuales acaben en el Océano Pacífico.
  • Produce más de 100.000 litros de agua potable, absolutamente adecuada para el consumo humano.
  • Evita que más de 80.000 litros de agua procedente de tormentas (habituales en el clima subtropical de Sídney, sobre todo durante los meses lluviosos) vayan a parar al puerto de Sídney.
  • Reduce la emisión 8,3 toneladas de gases con efecto invernadero, generada por las estaciones eléctricas para abastecer a una familia como la suya.

Aprovechando la estancia de faircompanies en Australia, nos acercamos a la casa de Chippendale, Sídney, para que su dueño nos mostrara los sistemas de captación y tratamiento de agua y electricidad que ha instalado, así como una pequeña explicación de algunos de sus últimos proyectos: un jardín vertical, que cuelga de una de las paredes laterales de su casa, y un pequeño cercado para criar gallinas.

Viviendo como un árbol (los cuales no pueden comprar comida, energía o agua)

Michael Mobbs: “En 1996, cuando estábamos reformando la cocina y el lavabo, decidimos obtener todo el agua y energía que necesitábamos del aprovechamiento de nuestro tejado. Básicamente, queríamos vivir como un árbol, que debe apañárselas al no poder ir a comprar comida, energía o agua para sobrevivir.”

“Actualmente, la casa no está conectada a la red de alcantarillado, que se halla justo en el corazón de Sídney, con lo que evitamos que la ciudad deba usar 4 toneladas de carbón al año en deshacerse de nuestros residuos; al generar nuestra electricidad, evitamos que 8 toneladas de gases de efecto invernadero se emitan a la atmósfera; dejamos más de 100.000 litros de agua en el río, para la propia biodiversidad del río y los agricultores; además, evitamos que más de 100.000 litros de aguas fecales acaben en el océano.”

Se trata de una casa convencional. Yo mismo construí la cocina y renové el cuarto de baño en 3 meses, y eso que hube de dedicar más tiempo a la instalación del colector de aguas pluviales, el sistema de desagüe alternativo y la red energética. El resultado: bien, ahora tenemos una cocina y cuarto de baño más grandes y, pese a ello, estamos usando menos energía y agua, básicamente porque todo es eficiente.”

“Por ejemplo, ahora son aproximadamente las 11 de la mañana y en el interior de la casa no hay ninguna luz encendida porque el banco de acero inoxidable, las cubiertas y los techos claros reflejan los rayos de luz, que se adentran en cada rincón casi todo el día; durante la mayor parte del año no tenemos que encender las luces gracias al uso de recursos que no cuestan nada. Incluso cuando encendemos las luces, toda la luz artificial proviene del sol.”

“Esta noche, cuando encienda las luces, la energía que las mantiene proviene del sistema energético que he instalado y hoy, como el sol brilla e incide sobre los paneles solares, estoy consiguiendo más energía de la que necesito. Estoy revirtiéndola en la red, mediante un mecanismo que me permite ofrecer el excedente que genero a la red, a través de dos líneas de energía que tengo en la entrada de la casa.”

“Es una casa totalmente convencional. Cuando uno entra, se pregunta: ‘¿Es realmente esto, la casa?’ Lo que creo que es, más que un punto en contra, un logro. Te enseña que no tienes que cambiar tu estilo de vida, o ser diferente, o ser especial, o tener una formación.”

“¿Por qué hice el cambio? Cuando ejercí como abogado, durante 20 años, como especialista en legislación medioambiental, me di cuenta de que, a más leyes, más polución había, una incongruencia con la que no me sentía cómodo. Así que, cuando decidimos renovar en casa tanto la cocina como el cuarto de baño, decidí llevar a cabo estas mejoras basadas en la eficiencia, al menos para controlar mi propia huella ecológica.”

“Era, más o menos, una contestación infantil a la respuesta que obtenía de ingenieros, arquitectos, planificadores urbanos y constructores, quienes aseguraban que no podía hacerse. Creo que lo que más ha inspirado a la gente que la ha visto, es cuan normal es la casa. No tiene nada de extraordinario.”

Agua potable del tejado: un sistema de 30 dólares para limpiar el agua

(Mobbs nos ofrece un baso de agua).

“Este agua del grifo proviene del agua que recolectamos del tejado, aunque es más limpia que el agua corriente convencional, como han demostrado los análisis que voy haciendo.”

(Mobbs se dirige, desde la cocina, hacia el patio trasero de la casa, donde nos enseña los canalones con un sistema de filtrado llamado Smartflo).

“Como podéis observar, este canalón procedente del tejado parece el típico desagüe, aunque en realidad incorpora un sistema que limpia automáticamente el agua. Cuando el sol calienta y tanto la suciedad como la polución se concentran, el viento expulsa los gases contaminados que puedan acumularse en estas tuberías de desagüe.”

“Así, cuando la lluvia se desliza por los canalones, se va acumulando mientras es filtrada y, si llueve con especial virulencia, el agua es bombeada y almacenada, lo que actúa como freno para cualquier inundación, de manera que la recolección de aguas pluviales no sólo es más eficiente que dejar los canalones abiertos, sino también más segura.”

“Cuando empieza a llover, siempre hay algo de suciedad en el tejado y en la superficie de los paneles solares, que se desliza por las tuberías de desagüe -canalones-; mientras el agua sigue su curso para ser almacenada, unos filtros instalados al final de la caída de los canalones retienen la suciedad. El agua sucia se concentra en este extremo en forma de ‘T’, donde una bola evita que los residuos avancen.”

“En el momento en que el agua sucia inicial empieza a acumularse para ser descartada, el polvo del tejado ha desaparecido y la bola desvía el agua -ahora limpia- hacia la cañería que la almacena en mi tanque. De modo que, pese a haber un montón de mugre en el agua que cae por el canalón en un primer momento, el agua con el que llené mi vaso procede directamente del tanque. El agua que entra en el colector de aguas pluviales está totalmente limpia y es potable.”

“No necesito filtrar el agua, lo que reduce la energía usada y cualquier esfuerzo adicional de mantenimiento. Este método para almacenar el agua sucia de los primeros momentos de la lluvia vale 30 dólares y se limpia solo, usando la energía del agua. Hay un agujero en un extremo, que permite evacuar el agua sucia acumulada; yo no necesito hacer nada. Y sabemos que el agua es limpia porque la hemos testado continuamente.”

“No se le puede pedir mayor rendimiento; por 30 dólares, uno no tiene que preocuparse por limpiar sus cañerías de desagüe; y usa la propia energía generada por la caída del agua para limpiar la suciedad acumulada.”

Un tanque para almacenar el agua de una familia con 4 miembros

Michael nos enseña cómo el agua es conducida a un colector de aguas pluviales instalado bajo la cubierta del patio trasero. El tanque es capaz de almacenar hasta 8.500 litros de agua (únicamente se han quedado sin reservas de agua potable 4 veces en los últimos 12 años, en un lugar como Sídney, con un período de lluvias de moderado a intenso). Usan el agua almacenada para beber, cocinar, duchas, baños y agua caliente.

Cuando llueve de manera persistente y el tanque llega a su límite de capacidad, cualquier exceso de agua va a parar a un pequeño estanque situado en el centro del pequeño patio trasero, para minimizar la escorrentía procedente de la propiedad.

“Cuando el colector de aguas pluviales rebosa, el agua excedentaria llega a esta pequeña laguna, que tiene ranas y peces. Es ahí donde el agua se mantiene, lejos de la incidencia directa del sol, porque estamos en un país muy caluroso y queremos asegurarnos de que siempre podemos conservar nuestra agua.”

Gusanos e insectos que se alimentan de aguas residuales

El agua para el váter, la lavadora y el riego proviene de otro tanque que forma parte del sistema de tratamiento y reciclaje de aguas residuales. Este segundo tanque contiene tres capas de filtrado aeróbico, creadas con arena y turba, donde miles de lombrices y microorganismos descomponen los restos fecales de la casa, así como las aguas grises de las duchas, el lavadero y la comida.

Cuando el agua sale del tratamiento de este tanque, se vuelve a desinfectar a través de un método con rayos ultravioletas, para comprobar que es estéril. Llegada a este punto, el agua es probablemente tan limpia que podría beberse, aunque no es usada como tal.

En lugar de ello, Michael y su familia la usan para lavar la ropa, descargar el inodoro y regar las plantas. Cualquier materia sólida generada por este sistema casero de tratamiento de residuos es almacenado en una superficie seca de caña.

(Michael señala el tanque de tratamiento de aguas residuales).

“Este tanque es tan amplio como una mesa de comedor. Probablemente puedes oír un sonido de burbujeo; lo provoca el aire, que es expulsado de la materia que está descomponiéndose. El aire limpia el tanque; se lleva cualquier mal olor o color y crea un entorno donde los gusanos e insectos pueden vivir y comer toda la materia en suspensión.”

“Y, a continuación, el agua es bombeada de nuevo. Cuando tiro de la cadena del váter, lavo la ropa o riego el jardín, el agua usada proviene de mi sistema de tratamiento de aguas residuales.”

“El ciudadano medio de Sídney usa alrededor de 274 litros de agua al día. Aquí, cuatro personas usan 230 litros, no porque no lavemos, sino porque tiramos de la cadena y lavamos la ropa con agua que está siendo reutilizada. En este país tan árido, la única manera de mantenernos con nuestros propios recursos de agua potable es reutilizando agua.”

“Ya hablemos de agua corriente, agua del mar desalinizada o aguas pluviales; a menos que reusemos las aguas residuales que generamos, nunca seremos capaces de satisfacer todas nuestras necesidades de agua.”

“Es un pequeño patio trasero, de 5 metros de ancho -los que tiene la casa- por 8 de largo. La razón por la que puedo reutilizar las aguas residuales es porque su cantidad es reducida. Los 230 litros de agua usados por 4 personas a diario que son añadidos al tanque suponen un excedente que permite que se pueda liberar una cantidad similar tratada, absorbida por el pequeño jardín. De modo que no se han generado residuos sépticos en ningún rincón del patio trasero en los últimos 11 años.”

Energía solar y la importancia de la nevera

(Michael señala hacia los paneles solares de su tejado. Hay instalados 18 paneles fotovoltaicos, que producen aproximadamente 2.555 kWh -kilovatios por hora- de electricidad).

“Los paneles solares cumplen con dos tareas: si miras mi mano, puedes ver cómo la luz no puede atravesarla. Pues bien, cuando pones un panel solar en el tejado de una casa, lo que estás haciendo en realidad es darle una protección añadida contra el sol, lo que enfría la temperatura global de la casa.”

“Así que, además de estar generando la energía que posteriormente usarás en la vivienda, puedes aprovechar el efecto de enfriamiento que provoca la propia instalación de los paneles solares, cuya superficie absorbe los rayos de luz y, por tanto, no chocan contra el tejado.”

“El mayor error que cometí con la reforma de la casa fue la compra de la nevera. La casa estaba usando 24 kilovatios de energía al día y, tras la renovación, el consumo descendió a 6 kilowatios, 4 de los cuales eran consumidos por el refrigerador. La nevera estaba usando 14 de los 18 paneles solares que tengo instalados; era una aspiradora de energía. Se trataba de una nevera muy ineficiente y a ello hay que añadir que la situé en un espacio donde no estaba ventilado adecuadamente.”

“Simplemente mejorando la ventilación de la nevera podría haber reducido a la mitad la cantidad de energía utilizada y, a la vez, usado con mayor eficiencia la energía generada por los paneles fotovoltaicos. Por ‘ventilar’ me refiero a que este electrodoméstico reciba corrientes de aire fresco que pasen por debajo de la nevera y asciendan por su parte trasera, capaces de mejorar su eficiencia en un 25%. Fue realmente difícil llevar aire fresco hacia esa parte de la cocina.”

“La nevera usa la mayoría de la energía requerida por la cocina. Es importante mantener el frigorífico lo más lejos posible del horno, los fogones y el lavavajillas. Asimismo, el aire caliente de la nevera se eleva y no va a parar a ningún lado. Si hubiera tenido todos los elementos en cuenta, habría caído que las barras donde cuelgo las toallas están justo encima de la nevera, con lo que fácilmente podría haber transportado el aire caliente que ahora desperdicio a la estancia superior, para calentar las toallas sin ningún gasto adicional.”

“Es difícil tener en cuenta todas las conexiones existentes en un edificio mientras se construye o reforma, pero ahora presto atención a estos detalles. El frigorífico es el elemento más importante que los australianos -y habitantes de cualquier país cálido- deben elegir bien.”

Cultivando plantas y la importancia de un sistema de desagüe que funciona

faircompanies: han pasado 12 años desde que emprendiste esta remodelación con criterios sostenibles. Seguro que la tecnología ha cambiado a lo largo de todo este tiempo. ¿Qué es lo que harías de una manera diferente?
Michael Mobbs: “Si tuviera que hacerlo de nuevo, el principal aspecto que haría de un modo diferente sería el sistema de desagüe de aguas residuales –aguas negras-. Yo instalé un sistema muy nuevo y con el tratamiento de aguas negras uno debe usar sistemas que han sido probados; es realmente importante no caer en la tentación de usar la última cosa de moda.”

“Ahora que tengo que compensar mis emisiones -debido a que viajo mucho por cuestiones de trabajo-, a cambio del carbono que genero, pago a gente para que cultive la tierra, a través de un sistema de compensación de derechos.”

“Cultivar la tierra es mucho más beneficioso contra el cambio climático que plantar árboles: una hectárea de suelo bien cultivado elimina más dióxido de carbono del planeta que una hectárea con árboles. Es mucho más eficiente. (Michael paga 46 dólares al mes en adoptar a un campesino).”

Fase 2: cultivar tu propia comida

“Hace unos cinco años, empecé a entender que lo que había conseguido era realmente trivial. La mayor parte de nuestro impacto medioambiental es causado por el cultivo, producción, transporte y generación de residuos que genera la comida que consumimos. Hasta que no cultivara mi propia comida, realmente no iba a reducir mi huella ecológica demasiado.”

“Sí que es cierto que la casa ha aparecido en muchas publicaciones; sus procesos han sido copiados y ahora constituyen la base de las nuevas normas gubernamentales en construcción sostenible, pero hasta que no empecemos a cultivar comida donde vivimos, no estamos provocando ningún cambio lo suficientemente profundo.”

“De modo que ahora estoy tratando de cultivar alimentos. En una esquina del patio trasero tengo un par de gallinas. Uno puede criar un par de gallinas en alrededor de 3 o 4 metros cuadrados en un lugar que no era usado anteriormente. Debería poder obtener los suficientes huevos para el consumo regular de dos personas. Las gallinas aportan huevos, que tienen proteínas. Me gusta hacer tortillas y también uso huevo duro para las ensaladas. Estoy intentando producir los alimentos que cocino, y no cosas sofisticadas que no cocinaría.”

Huerto vertical

“También estoy experimentando con dos sistemas de huerta o jardín vertical. Uno de ellos, que comparto con el vecino, nos sirve para cultivar espinacas, tomates, pimientos, col china, perejil y menta, una manera de intentar cultivar al menos parte de los vegetales con los que cocino. Eso es lo importante.”

“También pruebo otro método para cultivar verduras y hortalizas verticalmente. Es un experimento. Intento cultivar verdura en la pared oeste de la casa, que es realmente soleada. Con ello, estaría haciendo dos cosas: por un lado, produciría comida; por otro, actuaría como escudo natural, una especie de techumbre para toda la pared que la protegería en verano del abrasador sol occidental.”

“En realidad, las plantas no necesitan suelo; simplemente, necesitan agua. El suelo les aporta un sustento estructural, así como los nutrientes. Es el agua el elemento que libera los nutrientes en el suelo. En los dos jardines verticales, no hay tierra, sino que el elemento fundamental es el agua y los nutrientes que transporta hacia la planta, por lo menos el nitrógeno y el fósforo.”

“También cultivo uvas en el patio trasero, además de las gallinas y los dos jardines verticales. Además, en el pequeño porche frontal, cultivamos romero, pimientos, limas, limones y una gran variedad de cítricos. Lo que estamos cultivando en la parte frontal lo compartimos con otros vecinos, ya que estamos intentando cultivar comida en la calle.”

faircompanies: Estos jardines verticales parecen una idea muy nueva, ¿por qué lo estás haciendo de esta manera?
“Es más eficiente. En el espacio que compartimos con el vecino en el patio trasero tenemos unas 40 plantas; lo que intentamos hacer es difundir ideas sencillas y productivas como estas, que sea sencillo de copiar y muy económico. Todo lo que hago ha sido diseñado para que pueda ser copiado por otras personas.”

  • Para obtener más información sobre la casa de Michael Mobbs, su libro Sustainable House aporta los detalles necesarios, planos, diagramas y consejos para que cualquiera pueda crear o adaptar una casa para que sea sostenible y autosuficiente.
  • Más información sobre la compensación de derechos de emisión con la promoción de prácticas agrarias sostenibles en los países pobres. Australian Soil Carbon Grower Register.
  • También: Carbon Farmers of America.