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Lloyd Kahn y la construcción DIY 40 años después de Shelter

*faircompanies visita al veterano editor contracultural especializado en arquitectura y abrigos humanos Lloyd Kahn, al mando de Shelter Publications 40 años después de la primera edición de Shelter, su libro de cabecera.

Cuando Kirsten y yo visitamos a Lloyd Kahn por primera vez en su casa de Bolinas, Kahn se hallaba en pleno proceso de edición de Tiny Homes, Simple Shelters, del que ya se han vendido más de 50,000 copias. Bolinas sigue siendo un apacible y fresco retiro al norte de San Francisco, debido a la niebla del Pacífico. 

No ha sido engullido por la ciudad -aunque ésta avanza y las casas son ahora en su mayoría retiros de fin de semana- por la sinuosidad de la carretera costera que conecta el lugar con el Golden Gate, al sur.

Fotogalería completa de la visita.

Sobre construcción alternativa, 40 años después

En la primera visita, nuestra entrevista sirvió como reivindicación del papel hippy en la cibercultura y fenómenos actuales como el auge de los inventores de garaje y del “hazlo tú mismo”. Tiny Homes, Simple Shelters apareció en febrero de 2012 y ha sido citado en las principales bitácoras, así como The New York Times.

Teníamos otra visita pendiente a Bolinas, cuyo húmedo clima costero atrajo en los 60 a protagonistas del San Francisco de la época. Aprovechando un encuentro con unos amigos, un matrimonio de emprendedores cuya red social sobre lectura ha sido recientemente adquirida por Amazon, visitamos de nuevo a Lloyd y Leslie (Creed) Kahn.

La casa de los Kahn es un relajado campo de pruebas de arquitectura, artesanía, permacultura, tecnologías alternativas y mucho más.

Autosuficiencia ilustrada

El pequeño estudio de Shelter Publications, la luminosa vivienda de los Kahn y los numerosos edificios diseminados por el jardín, albergan numerosos proyectos y experimentos de arquitectura, jardinería, artesanía. Todos han sido construidos por el propio Lloyd.

En cierto modo, la sede de Shelter Publications y vivienda de los Kahn es el resultado de una vida ecléctica con el propósito definido de ahondar en la “autosuficiencia ilustrada” (introspección, vida sencilla, uso de la razón y la inventiva) que ya reivindicaran Emerson o Thoreau.

Steve Jobs ya había citado indirectamente a Lloyd Kahn y sus amigos al definir hace unos años el ecléctico fanzine Whole Earth Catalog como “el Google de los 60”: un compendio de herramientas y conocimientos interdisciplinares que inspiraría a futuros inventores, como el entonces adolescente Steve Jobs.

El aventurero-periodista-fotógrafo que se hizo carpintero

Inspirado entonces por el arquitecto y futurólogo Buckminster Fuller, Lloyd Kahn fue el editor de abrigos humanos y especialista en arquitectura geodésica de Whole Earth y, por encima de todo, un experto en arquitectura DIY desde los años 60.

Una prueba de ello son algunos de los libros editados por Shelter Publications: Domebook One (autor, 1970), Domebook 2 (autor, 1971), Shelter (editor, 1973), Shelter II (editor, 1978), así como varios libros sobre cultivo físico (entre ellos, Stretching, de 1980, que ha vendido más de 3 millones de copias, según me explicaba Kahn; y Galloway’s Book on Running, 1984), todos ellos considerados de referencia en sus campos.

Shelter Publications también ha publicado manuales sobre fosas sépticas y los últimos títulos sobre arquitectura y construcción DIY: Home Work: Handbuilt Shelter (autor, 2004); Builders of the Pacific Coast (autor, 2008); Tiny Homes, Simple Shelter (autor 2012); y el reciente libro sobre casas pequeñas móviles, Tiny Homes on the Move: Wheels and Water (autor, 2014).

Frutos tardíos de a la contracultura

Cuando *faircompanies nació como proyecto web con información y herramientas sobre “vida sencilla” y “sostenibilidad”, Kirsten Dirksen y yo mismo no teníamos claro hasta dónde llegaban ambos términos.

Pronto averiguamos que “vida sencilla” no equivale a estancamiento, conformismo o retroceso a un supuesto estado de presunta pureza tosca, del mismo modo que “sostenibilidad” no es un simple concepto de marketing o una palabra más que añadir para arañar votos o quedar bien con audiencias prefabricadas.

Si contamos 2007 como año de fundación real de *faircompanies -los dominios, así como buena parte de la idea, son anteriores a esta fecha-, tanto Kirsten como yo tenemos la impresión de haber madurado con las contribuciones realizadas al proyecto:

  • el canal de Kirsten Dirksen en YouTube supera cualquiera de nuestras expectativas de difusión (en este momento, 175.000 suscriptores y 75 millones de visitas) y, sobre todo, el impacto que su contenido ha tenido en las vidas de quienes nos escriben, inspirados o animados por alguna de las aventuras narradas en primera persona por los protagonistas de más de 650 vídeos);
  • las temáticas tratadas, desde arquitectura a autosuficiencia, casas pequeñas, vehículos alternativos, ropa, tecnologías emergentes o alimentación, nos han animado a profundizar en distintos temas, de tal modo que nuestra aspiración polimática repercutiera en la calidad de los contenidos.

El poso cultural de los sesenta en tecnología y arquitectura

También hemos tenido oportunidad de conocer a algunos de los referentes contraculturales de fenómenos actuales como el movimiento de las casas pequeñas o el de los inventores de garaje (DIY, “hazlo tú mismo”, algunos de los cuales emulan a los pioneros informáticos, en esta ocasión innovando con productos físicos.

Hemos explorado, como han hecho otros, la conexión entre la contracultura y la cibercultura, mencionando conversaciones, artículos (como el firmado por el fundador del fanzine Whole Earth Catalog, Stewart Brand, en Time en 1995: We owe it all to the hippies), o ensayos (por ejemplo, What the dormouse said, por John Markoff).

Pero la documentación entre contracultura y otras facetas del conocimiento humano protagonistas en el futuro, desde arquitectura a tecnologías alternativas o cultivo personal (intelectual, físico, filosófico, a menudo usando tecnología), no había despertado un interés análogo hasta hace poco, dejando la tarea de difusión a un puñado de editores independientes de la vieja escuela.

Hablamos de esa clase de editores que lee lo que publica, conoce a sus escritores, sugiere temáticas y mantiene el contacto con protagonistas de libros e historias, algo así como emprendedores con perfil bloguero “avant la lettre”: antes de la era Internet.

La intersección de los polímatas

Si hay alguien capaz de situarse en la intersección entre contracultura, arquitectura, autosuficiencia, vida sencilla, futuro tecnológico, herramientas para fabricar uno mismo lo que sea (fenómeno “makers”, “hazlo túmismo” -DIY/BYO) y cultivo personal, es Lloyd Kahn.

Lloyd Kahn comparte con otros polímatas y figuras clave de la California contracultural una ecléctica e inabarcable biografía aunque, a diferencia de sus amigos Stewart Brand (Whole Earth Catalog, The Long Now Foundation), Kevin Kelly (Whole Earth Catalog, Wired, Cool Tools) o Steve Baer (inventor, futurólogo, también colaborador de Whole Earth Catalog), Lloyd Kahn mantiene su media melena hippy y una energía más propia de un cincuentón que de alguien a punto de cumplir 80 años.

Además de aficiones como el monopatín, el surf o correr (se entrenó durante dos años -sin perderlo de vista- con el corredor olímpico estadounidense Jeff Galloway, además de publicar y editar dos ensayos de Galloway), Lloyd Kahn se ha mantenido en las últimas décadas al mando de la editorial independiente que fundó casi por casualidad.

Peripecias por la Europa de los 50

Cuatro décadas después de su colaboración con Stewart Brand, los libros de la editorial de Kahn mantienen el carácter independiente e interdisciplinar de los primeros números del fanzine Whole Earth Catalog en cuatro temáticas construcción y arquitectura, salud y fitness.

Siguiendo el consejo de los aventureros románticos, Lloyd Kahn combinó su formación intelectual (estudió en Stanford) con sus ambiciones de conocer el mundo. Sin apenas dinero, recorrió a mediados de los 50 una Europa todavía devastada por los bombardeos de la II Guerra Mundial a bordo de una Lambretta.

Durante aquel viaje de dos años aprendió sobre la fiabilidad, bajo consumo, resistencia y reparabilidad de las pequeñas motocicletas italianas, y conoció a fondo Europa Occidental, incluyendo España y Portugal, que todavía no habían abandonado la autarquía económica de las dos respectivas dictaduras.

Kahn combinó sus experiencias en motocicleta por Europa con la dirección del periódico de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos. Su formación como fotógrafo se remonta también a aquellos años.

El corredor de seguros que no fue

En los 60, Kahn volvió a California, donde trabajó una temporada como corredor de seguros, el oficio de su padre. En él aprendió a recabar información, compaginarla según su potencial e interés, y realizar un seguimiento efectivo de sus colaboradores.

Al intuir que no aprendería mucho más, dejó los partes de seguros y empezó a trabajar como carpintero, hasta construir cuatro casas, combinando referencias artesanales y las últimas ideas arquitectónicas de una época experimental como el San Francisco de los 60.

Con la experiencia de sus primeros años de carpintero y constructor e inspirado por Buckminster Fuller, Lloyd Kahn diseñó y colaboró en la construcción de cúpulas geodésicas como viviendas y equipamientos como un instituto de secundaria en Santa Cruz.

La aventura geodésica, “Whole Earth Catalog” y “Life magazine”

Su trabajo con esta estructura matemática concebida por Bucky Fuller suscitó el interés de la prensa estadounidense atenta al uso de formas y materiales experimentales, lo que le llevaría a colaborar en Whole Earth Catalog y a Life magazine a dedicarle un artículo sobre la construcción de una nueva cúpula geodésica, esta vez en Bolinas, California.

Lloyd Kahn sigue en Bolinas, pero ello no implica que se haya estancado, ni perdido el pulso de la construcción DIY o las principales tendencias y herramientas que propulsan fenómenos como el hardware libre o la nueva generación de inventores-cacharreros (“makers”).

Una prueba del inconformismo de Kahn y su afán por ampliar horizontes intelectuales y físicos fue su apuesta inicial por la construcción de cúpulas geodésicas. Su propia experiencia sobre el terreno le llevaría a explorar poco después alternativas baratas y sostenibles que contribuyeran al bienestar y autorrealización de sus moradores.

Introspección y su proyección exterior

Fruto de su búsqueda de alternativas en Estados Unidos, Irlanda e Inglaterra, Kahn publicó Shelter en 1973 y, desde entonces, ha proseguido con su investigación: experimentando con materiales, reciclando, mejorando diseños de techos verdes, integrando vegetación con vivienda (lo que Bill Mollison llamaría “permacultura”) y mucho más.

La filosofía de vida de Lloyd y Leslie Kahn sigue los preceptos de la autorrealización en el sentido clásico: el cultivo interior (la introspección recomendada por Sócrates, Aristóteles, los estoicos o, mucho después, los ilustrados) se proyecta en lo exterior, y a la inversa.

La casa de lloyd y Leslie Kahn es, en definitiva, un proyecto que cambia no sólo con las estaciones sino que alberga y entrelaza viejos y nuevos proyectos. También lo son los libros publicados por la editorial.

Lloyd Kahn y su correspondencia con personas de todo el mundo

No es casual que los títulos más exitosos, tales como la primera edición de Shelter de 1973 (coincidiendo con el inicio de la crisis del petróleo) y, últimamente, Tiny Homes: Simple Shelter, sean compilaciones de edificios construidos, adaptados o mejorados por personas de Estados Unidos y el resto del mundo que, inspirados por el trabajo de Shelter Publications, comparten sus proyectos con Kahn con intención de devolver el favor e inspirar a otros.

Antes de partir, Lloyd y Leslie Kahn compartieron con nosotros el pan y la tarta que cocinan, así como los libros que publican ellos mismos o sus amigos. 

A Lloyd le preocupa que, por ejemplo, libros como la edición en inglés de The Barefoot Architect (Johan van Lengen), o Wonderful Houses Around the World (Yosho Komatsu, con fotografías de Akira Nishiyama), ambos distribuidos por Shelter Publications, no hayan tenido la difusión que él cree que se merecen.

Eligiendo batallas

Mientras Leslie nos habla de proyectos textiles, de jardinería o gastronómicos, Lloyd intercambia con nosotros apreciaciones sobre el futuro audiovisual y su fusión con Internet.

Hablamos sobre lo mucho que nos motivaba a los cuatro seguir y dar salida a nuestros proyectos y sueños.

La conversación, a ratos eléctrica, con citas de Ken Kesey, John Huston o de colaboradores del Whole Earth Catalog incluidas, culminó con la confesión unánime de que, en un momento de abundancia informativa, los difusores y productores de contenido independiente debemos centrar nuestro esfuerzo en una pequeña fracción de nuestras aspiraciones, para así no caer víctimas del bloqueo o la inacción.

Al final, cuando nos despedíamos, Lloyd insistió en que nos lleváramos Cool Tools, la publicación de Kevin Kelly, otro irredento contracultural de su generación, precursor y mentor del movimiento DIY, “maker” y tantas otras cosas.

Cultivo personal y entorno inmediato

Dos días después, Lloyd nos agradecía la visita por correo y nos recomendaba algunas cosas para hacer Cloverdale, localidad al norte del condado de Sonoma donde los padres de Kirsten, que criaron a su familia en Silicon Valley durante los inicios del boom tecnológico, parecen haberse asentado.

Las dos actividades que Lloyd nos recomendaba:

  • una visita a la cervecera independiente de su amiga Ruth Macgowan;
  • pozas de baño naturales para bañarse en el río Russian un poco más al norte de su paso por Cloverdale.

Kirsten y yo recibimos el correo en Lake Tahoe, donde permaneceremos unos días hasta viajar más tarde por el suroeste de Estados Unidos, con paradas en el sur de California, el norte de Arizona y Nuevo México, y el noreste de Texas.

El final del correo: un escueto “nos vemos” que nos insta a continuar con la relación. Uno de nuestros objetivos es seguir aprendiendo inspirándonos en el trabajo y energía de septuagenarios tan jóvenes como Lloyd Kahn y Leslie Creed. El cultivo personal se proyecta en el entorno.