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Muebles transformables que combinan usos en espacios mínimos

Desde Barcelona a Nueva York, se abre paso un nuevo tipo de mobiliario, concebido con la precisión del software (vídeo), producido bajo demanda y “desmaterializado“.

Son muebles multiuso, con más servicio y menos material. El mercado de la innovación frugal es uno de los más prometedores de los próximos años.

Apartamentos “desmaterializados”: menos espacio, más servicio/valor

Una nueva generación de apartamentos y casas pequeñas evolucionan como los productos de mayor valor añadido de las economías desarrolladas: aumenta el valor y el servicio de los espacios en los lugares más vibrantes, pero en ocasiones se reduce tanto su tamaño como la acumulación de bienes físicos en su interior. Es lo que Buckminster Fuller bautizó como “desmaterialización”.

El emprendedor Graham Hill, en Manhattan, y el arquitecto Gary Chang, en Hong Kong, demuestran que el diseño y el mobiliario multifuncional pueden convertir un microapartamento en un espacio camaleónico donde vivir, trabajar y socializar.

Localización, valor de los servicios, acceso

Nueva York, Hong Kong y otras urbes densas y caras ejemplifican el valor que algunos de sus habitantes, a menudo jóvenes profesionales solteros y sin familia, conceden a la localización.

Vivir en el SoHo neoyorquino (Graham Hill) o en un céntrico rascacielos de Hong Kong (Gary Chang) tiene más valor para según qué perfiles que todo el espacio del mundo en un lugar apartado.

Los apartamentos de Graham Hill y Gary Chang ejemplifican un nuevo concepto de versatilidad en microespacios:

  • mientras Hill, fundador de TreeHugger.com y diseñador industrial ha creado 6 espacios diferenciados en 1, gracias a una pared móvil y al uso de mobiliario multifuncional (vídeo), con estilo minimalista y a la vez orgánico,  donde predominan maderas y contrachapados;
  • Gary Chang, arquitecto en Edge Design, optó por un estilo industrial y preciso (acero, vidrio, mecanismos de precisión para mover paredes-mobiliario) para empaquetar hasta 24 situaciones (“habitaciones” o “espacios”) en 1, sirviéndose, como Hill, de separadores móviles que sirven a la vez como mueble y tabique (vídeo).

Muebles transformables

Los muebles transformables, que combinan usos en espacios mínimos, avanzan en la “desmaterialización” de los bienes de consumo que nos rodean. Reducen su material, a la par que aumentan su versatilidad.

Hasta ahora, el mobiliario de autor multifunción se limitaba a un puñado de piezas icónicas con reminiscencias del estilo moderno de mediados de siglo (Charles y Ray Eames, minimalismo escandinavo, etc.).

Menos átomos, más servicio

El ascenso de la arquitectura de la necesidad (lo pequeño y esencial también puede ser hermoso) garantiza el protagonismo de muebles que:

  • usan menos recursos y material físico (átomos) y ofrecen cada vez más servicio (usos);
  • aparecen y desaparecen en función del usuario, el momento del día, la actividad, etc;
  • fabricados con menor impacto: maderas recicladas, contrachapado, material de desecho -papel, cartón-, etc.;
  • tienen la precisión del software, gracias a técnicas de fabricación automatizadas a partir de modelos concebidos en el ordenador (impresión CNC, impresión 3D casera, etc.);
  • a menudo se conciben con técnicas modulares, a partir de sistemas de construcción por piezas similares a LEGO o Meccano (destaca la tendencia de hardware “abierto” o “libre”, que cualquiera puede usar, reproducir o modificar);
  • con el ascenso del “hazlo tú mismo” (DIY, BYO) los muebles adquieren propiedades personalizadas;
  • productos para toda una vida: como el mejor mobiliario de autor o el menaje del hogar más prestigioso, intemporal e irrompible (al estilo Le Creuset) los muebles con múltiples propósitos saben envejecer: calidad en los materiales y acabados, reparabilidad, prestigio, servicio (soporte, garantía, etc.);
  • adaptación a estilos de vida y valores: las filosofías empresariales y las filosofías de vida se entremezclan y retroalimentan, y tanto multinacionales (Muji) como diseñadores minoritarios/independientes mejoran productos y diseños sobre la marcha, influidos por el desarrollo de software (iterativo e incremental) y mentalidades de mejora constante (al estilo “menos, pero mejor” de Dieter Rams, o de la doctrina japonesa “kaizen“);
  • el paro juvenil y la falta de expectativas origina fenómenos como el de los “nuevos buscavidas” o “artesanos-hacker”: profesionales que deberán crearse su propio empleo, a falta de ofertas de calidad. Esta tendencia está relacionada con la frugalidad, la “no posesión“, el nomadismo y el acceso flexible al bienestar (a menudo, alquilar o compartir por encima de poseer).

El retorno de las manufacturas al centro de las ciudades

La era de la producción en serie de manufacturas idénticas, que el usuario debía adaptar como podía a sus coordenadas (valores, contexto económico y sociocultural, etc.) llega a su fin.

La III Revolución Industrial ejemplifica el retorno de determinados productos de calidad a las ciudades que originaron la I Revolución Industrial, argumentan expertos y medios como The Economist.

Si la III Revolución Industrial ya es una realidad en varios ámbitos; no hará desaparecer al modelo anterior, más dependiente de las economías de escala (o el refinamiento del fordismo y el toyotismo), pero sí incidirá sobre su evolución.

Evolución del ecosistema: cola de león o cabeza de ratón

Las grandes empresas deberán competir por el talento de un modo similar a cómo lo hacen las grandes empresas de Internet con las “start-up”: a menudo, los entornos más dinámicos y creativos atraerán a los mejores diseñadores industriales, atraídos tanto por el retorno a corto plazo como por expectativas futuras (gratificación aplazada).

Las nuevas manufacturas combinan principios artesanales, “hacker” e industriales (IKEA, etc.) y se integran en la cultura urbana de las ciudades más vibrantes. Las nuevas factorías son más bien talleres, a medio camino entre un atelier, una empresa tecnológica y un oficio gremial, donde se fabrica bajo demanda, a pequeña escala y usando técnicas avanzadas a una fracción del precio anterior.

Las nuevas empresas de mobiliario multifuncional, a menudo de pequeño tamaño o incluso individuales, se inspiran en métodos de uso y transmisión de ideas tomados de la industria del software, tales como sistemas para compartir y controlar versiones de un producto (un “GitHub de las cosas“).

Polimatía, colaboración P2P, entornos multidisciplinares

Muchos de estos proyectos independientes, a medio camino entre el amateurismo y el modelo emprendedor de Internet:

  • auge de la polimatía: la intersección entre las humanidades y las ciencias es el nuevo objetivo de los emprendedores, que pretenden emular a Dieter Rams o Steve Jobs, entre otros;
  • la colaboración entre usuarios (P2P) influye en el diseño y la financiación de estos proyectos, gracias a plataformas de financiación colectiva (“crowdfunding”) como Kickstarter;
  • productos multidisciplinares: las propiedades del software se integran en objetos (“Internet de las cosas”), mientras el uso de lenguajes de patrón (o marcos: “frameworks“) flexibilizan y abaratan cualquier cambio en un diseño.

El mobiliario que más se beneficia de la nueva situación, con usuarios que se convierten en diseñadores -o influyen sobre el diseño con sus ideas o una fracción de la inversión-, es el personalizado y con vocación multidisciplinar: el mobiliario transformable.

Menos, pero mejor

El diseño de mobiliario comparte paralelismos cada vez más obvios con la arquitectura, pero también con el desarrollo de aplicaciones de software. 

Al fin y al cabo, el objetivo del mobiliario con múltiples propósitos consiste en celebrar la máxima “menos, pero mejor”: menos material, menos dinero, menos coste ambiental, mayor versatilidad.

En un circuito del diseño industrial cada vez más atento a la tendencia de lograr el máximo servicio con el mínimo material, usando el mínimo espacio, la máxima de E.F. Schumacher se revaloriza:

Con las herramientas adecuadas, lo pequeño también puede ser hermoso.

15 muebles de autor transformables (multifunción), personalizados, producidos bajo demanda

Recopilamos 15 muebles transformables fruto de entornos creativos urbanos e independientes que corroboran la idea desarrollada por Steve Johnson en Where Good Ideas Come From: los entornos (biológicos, creativos) más estimulantes abonan -o aceleran- ideas y procesos.

1. Klopf Klopf: unidad de cocina, escritorio, librería o armario (Johannes Hauser)

2. Boxed: maleta de madera con mesa de café, escritorio, 2 taburetes y lámpara flexo (Tyrone Stoddart)

3. Takka: mesita ajustable y taburetes apilables para microespacios (Agnieszka Mazur)

4. Maisonnette: mesa que se convierte en carro con asas, mueble, armario y bandeja (Simone Simonelli)

5. Tocador, cajonera y pequeño escritorio a base de láminas de papel (Jeroen Wand)

6. Carro Lungi: carro con rueda y despensa, ropero, escritorio, librería y más (Ciszak Dalmas de La Clínica)

7. UrbanDesk (Kickstarter): cama individual abatible que esconde un espacioso escritorio (Graham Phakos)

8. Moep: mecedora minimalista asida a una cuna infantil (Dirk Ploos van Amstel)

9. Zevaka: escritorio ergonómico con interior acolchado para pequeñas siestas (Yaroslav Misonzhnikov)

10. Hotello: baúl con ruedas que esconde una habitación completa (Antonio Scarponi/ Robert de Luca)

11. Badac: mesa con sillas, sofá, chaise long, escritorio y cama en uno (Sang A Choi)

12. Casa de piezas de mobiliario: estructura “impresa” en CNC con huecos donde encaja el mobiliario (Studio Makkink & Bey)

13. The Table: mesita, revistero y escritorio en uno (Function Works)

14. Loop: mueble de cartón: taburete, silla, chaise long, librería o mesa (Boaz Mendel)

15. Living Tools: lámpara adaptable, escritorio de pared-ropero y raíles para cortinas (Yi-Cong Lu)