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Un Libro Blanco de la RSC sin los transportistas

Tras dos años de trabajo, el Libro Blanco de la Responsabilidad Social Corporativa se presentó en el Congreso de los Diputados oficialmente el pasado 13 de diembre de 2006. Lo hizo en formato pen-drive, una llave USB de 512 megabytes de capacidad, que albergaba las tres partes de que consta el Libro. 

Una parte de constataciones o conclusiones de carácter general que se extraen de las comparecencias de los 59 expertos que participaron en la Subcomisión sobre RSC; unas directrices generales y unas recomendaciones finales a la vista de las experiencias y los análisis, destinadas a poderes públicos, empresas y la propia sociedad.

El Libro Blanco nace con ser la hoja de ruta para las empresas en materia de responsabilidad corporativa, y aspira a servir de base a una futura legislación en esta materia.

Ramón Jáuregi, diputado socialista y máximo responsable de la Subcomisión de RSC durante los dos años que ha durado la investigación, reconoció durante el Congreso de Responsabilidad Social Corporativa celebrado a finales de enero en Madrid, que “este documento supone una renovación conceptual de los fines de la empresa. 

La RSC es un requisito imprescindible teniendo en cuenta la globalización de la sociedad actual”. Jáuregi, también reconoció la necesidad de que la Administración intervenga en este proceso. “Aunque la RSC es voluntaria, la intervención pública garantiza normas claras y transparentes”.

El director de la Subcomisión de RSC reconoció que existen algunos obstáculos que la responsabilidad corporativa debe superar. El primero de ellos y el más importante, la “falta de verificación. Por un lado no existe un modelo de intervención pública en Europa y, por otro, pese a la aportación del Global Reporting Iniciative (GRI) en materia de reporte, no hay un sistema homologado de información y verificación a nivel internacional”.

Sesenta recomendaciones 

El Libro Blanco de la RSC incorpora 30 constataciones sobre lo que representa la RSC y 60 recomendaciones para las empresas, las administraciones y los agentes sociales. 

Entre las principales recomendaciones cabe destacar la necesidad de que las empresas informen sobre sus prácticas y sitemas gestión a través de indicadores medioambientales, económicos y sociales. Para hacerlo, el documento propone “la difusión de memorias de sostenibilidad de acuerdo a los estándares impulsados por el GRI”.

El Libro Blanco también aconseja que, ante la creciente demanda social de productos y servicios menos dañinos para el medioambiente, “se impulsen acciones de I+D+i con el objetivo de impulsar estos valores”.
También se anima a las grandes corporaciones a elaborar una política de compras y contrataciones que prime la responsabilidad social corporativa de las empresas proveedorasy, así, “extender esta cultura empresarial a las pequeñas y medianas empresas”.

El documento presentado a finales del pasado año considera un buen paso el hecho de que las multinacionales suscriban convenios internacionales básicos en materia de RSC, como la iniciativa del “Global Compact” de las Naciones Unidas.

En materia social, el Libro Blanco cree que es necesario que las empresas “impulsen la incorporación en los principios y políticas de sus respectivas compañías, compromisos de fomento de la igualdad entre hombres y mujeres en todos los planos de la actividad empresarial, y se persiga la conciliación efectiva de la vida familiar y laboral”.

Los operadores de transporte y logística, los gran ausentes

A pesar del peso específico de estas empresas en el conjunto de la economía, ninguna de las empresas de logística y transporte en España, conocidas por ser pioneras en el uso de memorias de responsabilidad social corporativa, como Iberia, Renfe, Seur, MRW, Ferrovial, FCC o Acciona, entre otras, ha sido llamada a participar en la elaboración del documento sobre RSC de la Subcomisión.

En cambio, el sector sí ha participado de manera activa en el desarrollo del suplemento específico para empresas de transporte y logística del Global Reporting Iniciative. En este documento, que ordena y clasifica más de cien indicadores sobre responsabilidad social corporativa, han participado operadores como Exel, IPS, Shenker, TNT o La Poste, entre otros.

Actualmente, más 60 empresas españolas, entre las que se encuentran los grandes operadores logisticos y de transporte, han editado sus memorias de responsabilidad haciendo uso de los indicadores promovidos por el GRI.