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Una Apple más verde y especulaciones sobre Jobs

Se ha hecho esperar, pero finalmente se ha producido el rediseño de la gama de portátiles profesionales de Apple (MacBook Pro) que mantienen una estructura de aluminio. Aunque existe un cambio fundamental en el diseño: ahora sólo se emplea una pieza para producir la carcasa del equipo, un tipo de fabricación que la marca ha bautizado como “bloque” (“brick”) y que, al parecer, sería más eficiente y sostenible, al requerir menor energía. 

Apple tiene, sin duda, razones para haber incluido en el centro de su estrategia el respeto de sus productos por el medio ambiente y la salud de usuarios y animales. ¿Se cree Apple el nuevo pregón o es un simple intento de evitar futuras polémicas con un creciente sector de sus usuarios, tradicionalmente compuesto por más “seguidores” que simples compradores?

Novedades periódicas

La nueva técnica de fabricación también se usa en los MacBook (ahora, también de aluminio y el mismo ordenador que el Pro, aunque con pantalla más pequeña y menores prestaciones), destinado al mercado doméstico; y en el -también renovado ayer- modelo ultraligero MacBook Air.

La sostenibilidad ha pasado de factor marginal a elemento central de la estrategia de Apple, el fabricante del iPhone, el iPod y los portátiles que repiten el éxito en el mercado de estos dos productos: los MacBook.

Mientras tanto, el otro gran capital de la firma, además de su impoluta imagen, el carisma de su dirigente Steve Jobs, sigue siendo un intangible cuyo futuro pone nervioso a los mercados.

Se ha especulado largamente sobre su salud, y ahora se habla de que podría estar preparando su marcha, como explica Gizmodo en su artículo de ayer sobre la presentación de producto.

Cambio de tercio (medioambiental)

No sólo el proceso de fabricación de los MacBook ha cambiado: se han eliminado por completo los materiales potencialmente tóxicos y contaminantes, y se ha sustituido el monitor de cristal líquido por un modelo LED.

Apple quizá deba mejorar en la emisión de gases a la atmósfera y en reciclaje, como asegura Elinor Mills en CNet, pero el cambio de actitud ha sido innegable: Apple quiere ser más verde.

Otra cosa es que lo esté intentando porque crea que, en última instancia, la sostenibilidad de sus productos ayudará en las ya de por sí espectaculares ventas de la mayor parte de su inventario.

De hecho, la nota de prensa difundida ayer por la firma a la prensa española (a través del incombustible jefe de prensa de Apple España, Paco Lara), se lee un subtítulo que no ha sido redactado al azar: “los portátiles más respetuosos con el medio ambiente de la industria”.

Quien todavía crea que la industria informática y electrónica no está cambiando con las exigencias de organizaciones, usuarios (y sí, también regulaciones) es que no se está enterando de nada.

La nota de prensa recoge las declaraciones de Jobs durante la presentación de ayer:

“Apple ha inventado una forma completamente nueva de construir portátiles a partir de un bloque único de aluminio. Y, más aún, son los portátiles más respetuosos con el medio ambiente de toda la industria”.

“Tradicionalmente los portátiles están fabricados con múltiples piezas -proseguía Jonathan Ive, responsable de diseño industrial de la empresa-. Con el nuevo MacBook hemos reemplazado todas estas piezas por una única pieza: la carcasa ‘unibody’, fabricada a partir de un único bloque de aluminio, lo que hace que el nuevo MacBook sea esencialmente más delgado, sólido y más robusto con una integración y acabado que nunca antes habíamos soñado”.

Además de mejoras como procesadores más rápidos, doble tarjeta gráfica, teclado más cómodo y trackpad que obedece a gestos, sin botones y de cristal (con un tacto parecido al del iPhone), la pantalla empleada es de retroiluminación LED, una tecnología que no requiere el uso de materiales contaminantes y peligrosos para la salud, como ocurre con el LCD.

¿Portátiles respetuosos con el medio ambiente?

Mientras algunos blogs se preguntan si la nueva técnica de fabricación en “bloque” de Apple es tan eficiente como reza la nota de prensa de la firma, Apple lo constata con algunos detalles:

  • Certificación EPEAT Gold. Apple explica que “EPEAT es una organización independiente que ayuda a los clientes a comparar la eficiencia medioambiental de ordenadores portátiles y de sobremesa. Los productos que satisfacen los criterios requeridos y al menos el 75 por ciento de los criterios opcionales son reconocidos como productos EPEAT Gold. El programa EPEAT fue concebido por US EPA y está baso en el estándar IEEE 1680 para Valoración Medioambiental de los Ordenadores Personales”.
  • Las carcasas de una sola pieza están hechas de aluminio reciclable y se suministran con pantallas de retroiluminación LED (usan menos energía y carecen de mercurio y arsénico).
  • Los nuevos portátiles cumplen con los requisitos Energy Star 4.0, no contienen retardantes de llama bromados y tanto cables como componentes internos carecen de PVC.

Apple incluye en la página oficial de los MacBook una nueva sección que no deja lugar a dudas, dado su título: Medio ambiente.

Sacudirse las primeras pulgas (que nunca llegaron a “mala imagen”)

Una empresa tan poco acostumbrada a la crítica objetiva debería agradecer a Greenpeace y a otras organizaciones y medios de comunicación su papel crítico.

Gracias a ellos, los productos de la marca están saliendo reforzados y han acelerado su evolución en términos medioambientales.

En los últimos tiempos, se habían sucedido informaciones que hablaban de emisiones tóxicas (“capaces de causar cáncer”) en modelos anteriores de la familia de sobremesa PowerBook (Slashdot, Engadget e Inquisitr se hacían eco de ello.

Estas informaciones, unidas a la mala puntuación dada por Greenpeace a la marca en sus estudios sobre sostenibilidad en la industria informática, electrónica y de telefonía, hacían que la manzana (fruto que puede relacionarse con los Beatles y la contracultura, la tentación bíblica, o la salud) pudiera acabar incorporando, por primera vez en su historia, algún gusano grandote, preparado para zamparse su jugosa pulpa.

(Obligado) cambio de actitud

Apple sigue creando una cultura paralela, que muchos pensaban que había llegado a su cenit con el primer iPod Video. El iPhone (invento del año 2007, según Time), sin embargo, disipó cualquier duda sobre la pérdida de favor de la firma por parte de sus fieles usuarios.

Al fin y al cabo, Apple es una empresa “chapada a la antigua”, que sigue fabricando su propio hardware y controla “obsesivamente” el software que produce (se recurre a menudo a la imagen “walled garden“, o jardín enmurado, para describir a productos como iTunes Store, la App Store del iPhone o, fuera de Apple, la estructura cerrada de Facebook).

Wired publicó en marzo de 2008 un artículo donde explicaba Cómo Apple hizo todo bien haciéndolo todo mal. Al fin y al cabo, la empresa es un “viejo titán” de la industria, más parecido a IBM o Microsoft que a empresas nacidas en Internet, como Google.

La última prueba sobre la cultura comercial paralela que ha conseguido crear Apple es la película MacHeads, que se estrena este otoño en Estados Unidos y glosa sobre “la en ocasiones obsesiva cultura que rodea a Apple y a sus productos”, citando a Daniel Terdiman, de CNet.

El trailer de la película documental ofrece algún curioso testimonio gráfico de la cultura en torno a esta marca comercial: aparecen dos platos de matrícula en los que se puede leer “Mac Soul” (alma maquera).

Todo ello, pese a que Apple ya no es aquella pequeña empresa, próxima a la desaparición, que colgaba una bandera pirata en sus oficinas e intentaba mantener su marginal cuota de mercado para hacer de contrapeso al goliath Microsoft, cabeza visible de los PC, u ordenadores “Wintel” (al incorporar Windows como sistema operativo e Intel como procesador).

Hoy, Apple ya no tiene que colgar ninguna bandera pirata:

  • Es el principal vendedor mundial de reproductores musicales y multimedia (iPod).
  • El principal vendedor de música y contenidos audiovisuales en Internet (iTunes Store).
  • Apple es también la principal tienda de música en Estados Unidos, superando a Wal-Mart.
  • El iPhone ha generado tanta expectación que el resto de las marcas simplemente copian su diseño y pantalla (Sony Ericsson Xperia, Nokia XpressMusic, Blackberry Storm o HTC G1, han intentado imitar las características fundamentales del iPhone).
  • El iPhone es el primer “ordenador móvil” que hace fácil la instalación y uso de aplicaciones, lo que ha permitido a la marca lanzar la App Store, un repositorio único al que se accede fácilmente desde iTunes Store. La tienda ya había logrado 100 millones de descargas sólo durante sus dos primeros meses de disponibilidad.
  • Asimismo, su cuota de mercado en el segmento de los ordenadores alcanza la sexta plaza mundial, con un 10,6% de los equipos vendidos en el segundo trimestre de 2008 (un 4% más que en el mismo periodo de 2007). Lejos de ser marginal, afianza su liderazgo, que podría aumentar con la renovación de la línea de portátiles anunciada ayer (en portátiles, la marca vendía el 20% de los equipos en Estados Unidos; si la medición se realiza en beneficios, el saldo llega hasta el 35% del mercado; se acabó lo de “marca pequeña”).

Pese a esta posición en el mercado, y a contar con una capitalización bursátil similar a la de Google, la marca conserva una relativa buena imagen. Su estrategia de marketing sigue dando frutos:

  • Steve Jobs es el consejero delegado más influyente de la industria tecnológica, y sus presentaciones de producto son seguidas con la expectación de un exclusivo concierto musical. Durante la presentación del primer iPhone, Jobs logró arrancar aplausos y vítores entre la audiencia. Y entre los agentes bursátiles, que premiaron a su empresa y castigaron al resto de fabricantes de telefonía móvil.
  • Los anuncios publicitarios de la firma tienen un reconocido prestigio, desde que Ridley Scott (interesante entrevista) dirigiera el famoso spot televisivo del primer Macintosh, en 1984 (ver anuncio original). El anuncio se emitió durante la SuperBowl. En otras campañas gráficas se ha seguido invitado a “pensar diferente”, buscando iconos universales como a Mohandas Gandhi o a George Harrison, entre otros. La campaña más actual, con varios años de duración y que invita a los usuarios de PC a cambiarse a Mac, ha dado también sus frutos.
  • La astuta relación entre la imagen de marca de la empresa y los valores de la contracultura que maduraron en San Francisco y en su bahía, donde Apple tiene su sede, han creado un cierto aura de “cultura alternativa”, más imaginaria que real.
  • Imagen de exclusividad y gama alta. Transgresión e innovación, a veces con un alto riesgo que no todas las empresas con presencia mundial tomarían. La empresa ha tenido grandes chascos comerciales, a veces con productos brillantes: Lisa (ordenador tan caro que no tuvo mercado al que dirigirse); Newton (precursor de los PDA y, si se quiere del iPod y sobre todo el iPhone); PowerMac G4 Cube (conocido popularmente como “Cubo”, que ni encajó en el mercado doméstico por su precio, ni en el mercado profesional, ya que no podía expandirse con componentes adicionales y se recalentaba con facilidad); y otros chascos menores.
  • Estrecha relación con las comunidades educativa, investigadora y artística. La marca se ha asegurado el favor de los profesionales creativos con herramientas para la edición de vídeo y música profesional, así como facilidades para que empresas como Adobe desarrollaran los productos empleados por diseñadores gráficos y otros profesionales.
  • Otra señal que refrenda su relativa buena imagen puede comprobarse en las películas realizadas en los últimos 20 años, donde los personajes más carismáticos han usado mayoritariamente equipos Apple.
  • Icono del diseño: los mejores diseñadores industriales, entre ellos el británico Jonathan Ive, han imprimido su sello en algunos de los productos más icónicos de la empresa.
  • “El lado bueno de la fuerza”: por alguna circunstancia, el movimiento del software libre y el sistema operativo Linux no han sabido capitalizar su inmensa potencialidad (el reciente éxito de Ubuntu es sólo una muestra de ello), y Apple ha logrado convertirse en el “contrapeso”, en el “yin” que mantiene a raya al “yang”, en una especie de “lado positivo de la fuerza”. Apple es una marca tan positiva o negativa como Microsoft, aunque sus compradores (¿aficionados?) estarán dispuestos a discutir a cualquiera que Apple es “diferente”.

Cuidar la imagen tanto como (la salud de) Steve Jobs

Consciente de la importancia de su imagen de marca, el principal capital intangible, junto a la influencia de Steve Jobs, los nuevos productos de Apple incorporan una novedad: existe un esfuerzo para que los productos sean más ecológicos.

Apple sabe que, de no aumentar, la sostenibilidad de sus productos se podría convertir a medio plazo en el talón de Aquiles de la compañía. Al fin y al cabo, ¿qué profesional liberal, educado y urbano, va a querer un ordenador más contaminante que los de la competencia?

“Por una ‘manzana’ más verde”

La marca se está tomando en serio el anuncio realizado en su portal de Internet, a través del documento A Greener Apple (por una Apple más verde), firmado por el propio Jobs, en abril de 2007.

El documento era publicado por la empresa como apartado destacado de su página principal, después de que el primer estudio de Greenpeace sobre la sostenibilidad de los productos de los principales fabricantes de informática y telefonía dejara a Apple claramente a la cola.

  • Primer informe Guide to Greener Electronics (agosto de 2006): Apple aparecía cuarta por la cola.
  • Segunda edición (diciembre de 2006) de la guía de Greenpeace: Apple aparecía en última posición, por “baja puntuación en casi todos los criterios y no haber progreso”.
  • Tercera edición (abril de 2007): de nuevo, en última posición (puesto 14).
  • Cuarta edición (junio de 2007): primer progreso de la firma en el informe de Greenpeace, aunque algo tímido; pasa de la última posición (14) al puesto 10. Avance debido al establecimiento de “un calendario para eliminar los peores elementos químicos”.
  • Quinta edición (septiembre de 2007): de mal en peor para Apple, al pasar del puesto 10 al 12, sólo por delante de Hewlett Packard y Panasonic.
  • Sexta edición de la guía de Greenpeace (diciembre de 2007): de nuevo, ligero avance hasta el puesto 11 de 16 (se incorporaban al estudio Nintendo, Microsoft, Philips y Sharp). Ligera mejora “con nuevos iMac y algunos iPod que reducen el uso de elementos químicos tóxicos”.
  • Séptima edición (marzo de 2008): Apple alcanza la novena posición en el ranking, con “nuevos modelos que reducen el uso de químicos tóxicos, aunque el programa de recogida [de productos desechados] todavía necesita ser global”.
  • Octava y última hasta el momento edición de Guide to Greener Electronics de Greenpeace (junio de 2008): Apple, de nuevo en la posición 11. Greenpeace alababa el “incremento de productos que no usan materiales tóxicos”, aunque suspendía a la empresa por el consumo de energía.

La guía de Greenpeace se convertía, de este modo, en el primer factor de análisis de producto que situaba a los modelos de Apple, siempre en posiciones de privilegio en cuanto a diseño, prestaciones y favor de prensa y blogueros, que situaba estos productos muy por detrás de algunas marcas.

La campaña paralela que realizaba Greenpeace para que Apple mejorara la sostenibilidad de sus productos, bautizada como Green my Apple (“reverdece mi ‘manzana'”), proclamaba que Steve (Jobs) debía convertir los productos de la empresa en productos más respetuosos con el medio ambiente.

No es una casualidad ni parte del espíritu altruista de San Francisco la política de la compañía en los últimos tiempos. Ahora, los productos insignia incorporan en sus especificaciones un Informe de estado medioambiental (puede verse en el recién estrenado MacBook y en el iPhone 3G).

En el artículo El ordenador quiere ser verde tratamos este y otros temas en profundidad.

¿Un Mac con Linux?

Tengo ganas de poner las zarpas en el nuevo MacBook de 13 pulgadas. Últimamente ando contento y convencido de las virtudes de Ubuntu, de modo que no caeré en tentaciones relacionadas con la Biblia o la manzana más jugosa de la industria.

Como editamos bastante vídeo para *faircompanies (Kirsten lo hace), creo que acabaremos viendo el modelo de 15 pulgadas con tarjeta gráfica de 512 MB, suficiente para aguantar la edición de vídeo y los viajes que realizamos.

Pronto, más.