El Gobierno tiene luz verde para incentivar la fabricación de modelos eléctricos en España, si se confirmara que Renault podría destinar sus plantas de Valladolid y Palencia a modelos eléctricos, una vez acabe la vida del Modus.

Además, la industria mira de reojo al imponente Tesla Model S, un coche eléctrico del que nadie debería reírse, ni por su diseño ni por la viabilidad de su propuesta tecnológica: su modelo más eficiente logra recorrer 483 kilómetros con una sola carga.

Incentivar las mejores tecnologías

La comisaria de Competencia de la Comisión Europea, Neelie Kroes, ha aceptado las medidas temporales que España quiere aplicar a la industria del automóvil, que favorecerían el desarrollo de modelos más sostenibles, ha informado Reuters.

Mientras los representantes sindicales de Seat instan a la filial de Volkswagen a producir un nuevo modelo de Audi en Martorell para garantizar el futuro de la planta, ya han aprobado que se les congele el sueldo para facilitar políticas de inversión de la empresa matriz, que decide desde Alemania, que les favorezcan.

Habrá, como siempre, “contraprestaciones fiscales” que ayudarían a Volkswagen a decidirse por Martorell en detrimento de otras plantas con costes laborales inferiores y mayor productividad.

Los coches pequeños (más ecológicos) resisten

La filial española de Renault no está siendo tan castigada por el bajón de ventas como las plantas francesas; las factorías de Valladolid, Palencia y Sevilla se dedican a la fabricación de modelos de pequeña cilindrada, más económicos y menos contaminantes, de modo que se benefician del Plan
Vive, el programa para rejuvenecer el parque automovilístico español, que sustituye al Plan Prever y podría finalizar este verano, cuando se espera que se agote la partida presupuestaria que se le había destinado.

Además del Plan Vive español, Alemania, Francia e Italia han iniciado sus propios planes que incentivan la compra de vehículos nuevos y poco contaminantes, con ayudas directas, desde los 1.000 euros de Francia a los 2.500 de Alemania.

Renault ha reducido el alcance de su Expediente de Regulación de Empleo (ERE) debido a un aumento en la demanda de los modelos Modus y Grand Modus. Consecuencias: se ha pasado del miedo a un recrudecimiento del ERE a que las factorías de Renault en España tengan que trabajar algunos sábados a partir de abril.

Pero, como ocurre en Seat, Renault España no ha asegurado su futuro confirmando que la empresa matriz, participada mayoritariamente por el Gobierno francés (15,7% de las acciones) y, por tanto, con un proceso de toma de decisiones totalmente politizado, apueste por la fabricación de modelos nuevos durante los próximos años.

Renault también controla Nissan, cuyo ERE en Barcelona llenó la prensa española de titulares durante meses.

El Gobierno español, a través del ministro de Industria Miguel Sebastián, lleva meses negociando para que Renault fabrique su modelo eléctrico en la Península.

La empresa francesa supeditaba esta posibilidad a recibir ayudas económicas de la Administración, que se acelerarán tras la aprobación europea del plan de ayudas a todo el sector preparado desde España.

Visto bueno europeo para el plan de ayudas español

Hoy se ha confirmado que el plan de ayudas de España al sector del automóvil no será bloqueado por la UE. Desde la Comisión Europea se considera que el plan no incluye la
obligación de que las empresas que reciban ayudas deban mantener la producción en territorio español.

Según Neelie Kroes, la medida española “permitirá importantes inversiones para la futura economía baja en emisiones, que podrían haberse visto retrasadas debido a las crisis financiera y económica”.

El plan español consiste en conceder créditos a la industria del automóvil y a plantas de componentes auxiliares, subvencionados hasta finales de 2009 por un término máximo de dos años, siempre que los préstamos sean destinados a nuevos modelos que tengan en cuenta los estándares medioambientales europeos.

El llamado Plan Integral de Automoción (PIA) está dotado con 4.170 millones de euros.

El coche eléctrico en España

Entran dentro de esta partida las ayudas para producir modelos híbridos y eléctricos. Se pretende que en 2014 circulen un millón de automóviles eléctricos en España.

Para ello, se pondrá en marcha el Proyecto Movele, una prueba piloto que introducirá 2.000 vehículos eléctricos en entornos urbanos en 2009 y 2010, que podrán recargar sus baterías en 500 puntos de acceso público. Madrid, Barcelona y Sevilla son las ciudades elegidas, aunque no se descartan incorporaciones.

El Proyecto Movele tiene un presupuesto de 10 millones de euros: se usarán 8 millones para adquirir vehículos, 1,5 millones para las zonas de recarga y 500.000 euros para la asistencia técnica, gestión y comunicación.

La gerente de la Agencia Local de la Energía de Sevilla, Cristina Vega, ya ha confirmado la creación este año de una red de
puntos de recarga, talleres y estacionamientos en la capital andaluza. En total, se instalarán 75 puntos de recarga en centros comerciales y de ocio, edificios de oficinas y zonas próximas a centros comerciales. 

La financiación de la infraestructura corre a cargo del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE). El coste de los puntos de recarga simple asciende a 1.000 euros, mientras las unidades “inteligentes”, capaces de medir el consumo eléctrico y efectuar unatarificación, ascienden a 5.000 euros.

El gasto energético del motor de un vehículo eléctrico oscila entre los 10 y los 20 kWh en un recorrido tipo de 100 kilómetros. Calculando una eficiencia de carga del 85% y una eficiencia del ciclo de descarga del 95%, es necesario destinar 13,6kW para cubrir 100 kilómetros de trayecto. 

En España, el coste del kWh para consumidores domésticos es de 0,11 euros: con 1,5 euros, un usuario recorrería 100 kilómetros.

Movele se suma a iniciativas similares en otros países europeos. En Francia, Autolib introducirá 4.000 coches eléctricos en las calles de París en menos de un año.

Un modelo eléctrico que aparecerá en breve

Todavía no se ha despejado de dónde saldrán los 2.000 vehículos eléctricos que se empleen en Movele, ni tampoco los 4.000 de Autolib.

Es posible que estas unidades sean fabricadas, en su totalidad o en parte, por Renault. La marca francesa espera vender 50.000 vehículos eléctricos en Israel, Dinamarca, Australia y Canadá; países que, conjuntamente con los Estados de California y Hawaii, serán los primeros destinatarios del proyecto californiano Better Place.

Better Place, con sede en Palo Alto, California, es una start-up respaldada con capital riesgo de Silicon Valley e Israel que pretende crear una infraestructura para hacer viable la implantación masiva de vehículos eléctricos.

En enero de 2008 firmó un acuerdo con Renault-Nissan para erigir la primera red de recarga de coches eléctricos del mundo. Según las condiciones del acuerdo, Better Place se ocupa de la infraestructura, mientras Renault-Nissan facilitará los vehículos eléctricos.

Los modelos facilitados por Renault-Nissan para las pruebas realizadas por Better Place en Israel son un Renault Megáne y un Nissan Rogue modificados. Renault no ha enseñado hasta el momento su futuro utilitario eléctrico.

El Megáne empleado en Better Place emplea una batería de ión de litio que alcanza una autonomía entre 160 kilómetros (100 millas) y 190 kilómetros (120 millas) sin necesidad de recarga.

Si bien Renault negocia con los gobiernos de Castilla y León y España para producir dos nuevos modelos en Valladolid y Palencia, la marca no descarta nada de momento y evita comprometerse a no cerrar o realizar grandes recortes en las factorías españolas.

Hasta la llegada de los dos nuevos modelos, prevista para 2012, Renault desarrollará nuevas versiones del Modus, que se monta en exclusiva en Valladolid.

El coche eléctrico en Europa

Las baterías de ión de litio más avanzadas todavía alcanzan un coste de producción de 20.000 euros por unidad (25 dólares), escribe Christian Wüst en Der Spiegel, lo que descarta su uso en utilitarios destinados a un mercado masivo (por ejemplo, el Smart de Daimler) hasta que el aumento de la producción de este tipo de baterías y la dinámica de las economías de escala haga descender su precio.

Los ingenieros de Daimler, por ejemplo, planean que la producción masiva de una batería de ión de litio haría descender su precio hasta los 5.000 euros (6.250 dólares). La marca alemana planea tener lista una versión eléctrica y relativamente asequible de su gama Smart para 2011.

El tipo de batería producido tendría una capacidad superior a los los 20 kWh, que garantizaría una autonomía de 150 kilómetros con una sola recarga.

Renault y Daimler no son los dos únicos fabricantes europeos con intención de fabricar modelos eléctricos en masa, capaces de reducir su coste hasta convertirlos en utilitarios.

Volkswagen promete tener a punto su propio modelo eléctrico urbano para 2011 y lograr así competir con los modelos íntegramente eléctricos presentados por estadounidenses (Chevrolet Volt, que se vendería en Europa como Opel Ampera, si la filial europea de General Motors logra sobrevivir a los problemas de su matriz y consigue las ayudas europeas que persigue) o japoneses (el Mitsubishi MiEV).

Volkswagen todavía no ha resuelto cómo conseguir una batería lo suficientemente avanzada y económica para su uso masivo. La matriz de Seat ha anunciado un acuerdo de colaboración con Toshiba, mientras lo presenta, a través de Jens Hadler, responsable de desarrollo de baterías de VW, como “una de tantas opciones”.

La colaboración de VW con Toshiba no pasa desapercibida en el sector: la empresa con sede en Tokio es conocida por la duración de sus baterías de litio-titanato, una tecnología que todavía no ha sido empleada en automóviles debido a su peso, aunque su rendimiento abriría nuevas posibilidades en el sector.

Toyota, que ya tiene preparada la nueva versión del Prius para entrar en producción, es la empresa a batir en tecnología eléctrica, pese a que comercializa modelos híbridos.

Toyota se ve de momento más presionada por Honda que por el resto de fabricantes: el nuevo Insight ha sido diseñado para competir cuerpo a cuerpo con el Prius en el mercado estadounidense.

Innovar en un contexto de descalabro

España no es el único gran productor de automóviles que lucha por mantenerse relevante en uno de los mercados que más padecen la recesión mundial: si en Japón, por ejemplo, las ventas descendieron en febrero de 2009 un 32% con respecto al año anterior, el peor decline desde 1974, la caída es todavía más espectacular en España, con un descenso del 48% en el mismo mes.

Pese a un contexto de descenso pronunciado en la producción y ventas globales de automóviles, la Unión Europea cree que las perspectivas globales son “prometedoras” a largo plazo, aunque cree que gobiernos y fabricantes deberán hacer un esfuerzo para invertir en Investigación y Desarrollo y lograr que la mayoría de los coches europeos tengan unas emisiones de 120 gramos por kilómetro.

The Guardian realizaba a principios de marzo una compilación con las principales
novedades sostenibles del Salón de Ginebra de este año (celebrado entre el 5 y el 15 de marzo pasados):

• GM no ha matado al coche eléctrico: si la empresa sobrevive, el Chevrolet Volt (Opel Ampera en Europa) constituye una apuesta valiente por los modelos más eficientes. La batería del Volt tiene una autonomía de 40 millas, que es complementada con un pequeño motor de gasolina. Cuando emplea la batería, las emisiones son 0, mientras el uso del motor de gasolina aumenta las emisiones a 40 g/km, muy inferiores a las de los coches actuales más eficientes.
• Volvo apuesta por mejorar los actuales motores de inyección y lograr que sus modelos diésel, como el C30 DRIVe, reduzcan sus emisiones hasta ser comparables con las del Prius.
• Volkswagen, sin haber anunciado todavía un modelo eléctrico, ha logrado que su modelo de bajo consumo Polo Bluemotion sea el más vendido del ecléctico segmento de coches más ecológicos. VW anuncia el Bluemotion II para 2010.
• Citröen cree que, de momento, la respuesta más sostenible que se puede ofrecer es aumentar la eficiencia de los motores actuales. PSA siempre ha contado con varios modelos pequeños entre los que menos consumen.
• Bentley, firma exclusiva que fabrica sólo automóviles de gran cilindrada, ha presentado su modelo deportivo Continental GT Supersports, cuyo motor funciona con un 85% de bioetanol. Los biocombustibles convencionales han sido duramente criticados en los últimos tiempos, al fomentar el monocultivo, la deforestación y el aumento de los precios de alimentos básicos.
• Toyota mejora su Prius (como hemos comentado anteriormente): una quinta parte más de potencia, un 10% más económico, con unas emisiones de 89 g/km (por 104 g/km del modelo actual, del cual se han vendido 1,2 millones de unidades).
• Peugeot, perteneciente al consorcio PSA junto a Citröen, cree que la solución se encuentra en modelos híbridos, en este caso diésel y eléctricos. La marca francesa planea para 2011 un motor híbrido con 200 caballos de potencia que emitirá 109 g/km. Asimismo,Peugeot ha acordado fabricar 10.000 coches eléctricos al año en colaboración con Mitsubishi.
• El EDAG Light Car es un pequeño pero atractivo coche eléctrico cuyas especificaciones son de código abierto: cualquier marca puede tomar la totalidad o una parte
  del modelo y modificarla a su antojo.
• Renault hace realidad su coche eléctrico sin hacer demasiado ruido y con la ayuda del mencionado proyecto Better Place.
• La firma austríaca Magna presentó en Ginebra el pequeño coche eléctrico Steyr mila ev, que circula con una batería deión de litio con una autonomía de 170 millas.

Pero la gran sensación de los últimos tiempos no estuvo presente en Ginebra: Tesla ha presentado su berlina Model
S, que costará alrededor de 50.000 dólares (sin aplicar subsidios ni descuentos, que podrían alcanzar los 7.500 dólares en Estados Unidos).

El Tesla Model S de más alta gama tendrá una autonomía de 300 millas (483 kilómetros) con una sola carga, mientras el modelo que la startup californiana espera vender por 49.900 dólares llegará a las 160 milas (257 kilómetros) con una carga.

La batería con mayor autonomía tardará 4 horas en ser recargada y ponerla a punto costará 5 dólares. Elon Musk calcula que el Model S ayudará a sus dueños a ahorrar 15.000 dólares en carburante durante la vida útil del automóvil. Si el coche es recargado con electricidad procedente de fuentes de energía renovables, su huella ecológica se reduce a 0.

No sólo sorprenden las prestaciones del Model S: el diseño de esta berlina deportiva debería meter el miedo en el cuerpo a los diseñadores industriales europeos, acostumbrados a la torpe competencia de los grandes fabricantes de Detroit.

El Model S de Tesla tiene una fuerza disruptora que nadie recuerda en un mercado que requiere economías de escala como el automovilístico. De ser un fabricante tradicional, yo no le quitaría un ojo de encima.

La gente ya busca vídeos que muestren cómo anda. Nosotros esperamos poder probarlo en alguna de nuestras visitas a California.