A partir de 2015, el Sáhara será visto desde una nueva perspectiva. Se convertirá, a partir de ese año, en localización estratégica para producir energía a partir de fuentes renovables que será en buena parte exportada a la Unión Europea.
El Sáhara pasaría de constituir la mayor superficie mundial de tierra valdía, administrada por países pobres y con malas avenencias, a un vergel potencial, idóneo al menos para instalar energías limpias y, de paso, disminuir la dependencia de combustibles fósiles y contribuir al desarrollo de la orilla sur del Mediterráneo.
En sólo 6 horas, los desiertos del mundo reciben más energía solar de la que consume la humanidad en un año, mientras una superficie con el tamaño de Austria o Andalucía dedicada a la producción termosolar coparía las necesidades energéticas de la UE.
Asumiendo una eficiencia en la conversión del 8% (es decir, el 8% de la irradiancia total existente en una superficie determinada que es convertida en electricidad), se necesitaría una parte marginal de cualquiera de los grandes desiertos del mundo para lograr producir los 18 TW (teravatios), o 18.000 GW, necesarios para abastecer al mundo.
Y no es cierto que todas estas localizaciones representen problemas geoestratégicos. Existen superficies idóneas para producir la energía eléctrica para suplir las necesidades mundiales en localizaciones dispares.
Si únicamente se incluyen zonas desérticas con una irradiancia óptima demostrada en estudios, debe excluirse el sur europeo, que tiene la ventaja de permitir a la UE aumentar la producción interna de renovables.
Localizaciones óptimas para producir energía con la instalación de centrales termosolares, en función de la cantidad de irradiancia y disponibilidad de grandes extensiones de suelo barato no dedicado a ningún uso:
- Sáhara (África): 9.064.960 km de superficie; irradiación de 260 W por metro cuadrado; 144.231 kilómetros cuadrados requeridos para abastecer energéticamente al mundo.
- Great Sandy (Gran Desierto Arenoso, Australia): 388.500 km de superficie; irradiación de 265 W por metro cuadrado; 141.509 kilómetros cuadrados requeridos.
- Takla Makan (Takamaklán): 271.950 km de superficie; irradiación de 210 W por metro cuadrado; 178.571 kilómetros cuadrados requeridos.
- Arabia (Oriente Medio): 2.589.910 km de superficie; irradiación de 270 W por metro cuadrado; 138.889 kilómetros cuadrados requeridos.
- Atacama (América del Sur): 139.869 km de superficie; irradiación de 275 W por metro cuadrado; 136.364 kilómetros cuadrados requeridos.
- Great Basin (Gran Cuenca, Estados Unidos): 492.100 km de superficie; irradiación de 220 W por metro cuadrado; 170.455 kilómetros cuadrados requeridos.
Por tamaño, proximidad, lazos históricos y oportunidad de desarrollo, así como para crear trabajos cualificados en el sector de la sostenibilidad a ambos lados del Mediterráneo, la apuesta natural de la UE debería situarse en el Sáhara.
El sur de Europa no lidera Desertec; pese a ello, las oportunidades para el sector solar y termosolar dentro de las fronteras europeas son todavía del agrado de empresas y clase política.
En la propia Alemania, por ejemplo, el miembro de la cámara baja del parlamento Hermann Scheer, a su vez presidente de Eurosolar, una organización que promueve el desarrollo de energías renovables dentro de las fronteras europeas a menor escala, ha criticado los costes estimados por Desertec para proporcionar el 15% de la energía de la UE en 2050, por considerarlos demasiado bajos.
El también alemán Wolfgang Palz, presidente europeo del Consejo Mundial de Energías Renovables, tampoco lo tiene claro: “En Alemania se habla de producir energía fotovoltaica en el Sáhara para transferir después la electricidad a Europa. Eso sería una estupidez. Ahora que podemos dejar de depender del gas de Argelia, no tendría sentido empezar algo así”.
España, Portugal, Italia y Grecia pertenecen al club del EU-15 y, por su situación geográfica, se encuentran en una situación inmejorable para hacer posible una gran infraestructura de producción eléctrica a partir de renovables, tanto en su propio suelo como más allá de éste.
España ha demostrado que es posible producir energía a gran escala con el uso de renovables. En días especialmente propicios para la generación eólica, el país ha llegado a copar el 40% de su demanda energética en varias ocasiones sólo con la electricidad procedente de los parques eólicos.
Durante el segundo fin de semana de noviembre de 2009, España estableció un nuevo récord al suplir el 53% de la demanda del país con electricidad procedente sólo de parques eólicos.
Desertec: de sueño a empresa constituida
Existe la tecnología para producir electricidad a partir del sol y sus costes son asumibles, si se opta por la tecnología termosolar; no obstante, hasta la presentación del proyecto energético Desertec, ninguna iniciativa multinacional para producir energía a gran escala a partir de fuentes exclusivamente renovables había sido siquiera planeada.
Desertec es un proyecto fundado por 12 empresas: las alemanas E.ON, Deutsche Bank, HSH Nordbank, MAN Solar, RWE, Münchener Rück, M+W Zander, Schott Solar y Siemens, la suiza ABB, la filial solar de la española Abengoa y la argelina Cevital.
La española Acciona ha mostrado su interés en formar parte de la iniciativa.
La vieja idea de importar grandes cantidades de energía producida con renovables desde el norte de África hasta Europa Occidental se convirtió recientemente en una reivindicación de 3 organizaciones: el Club de Roma, un think tank que aboga por el desarrollo sostenible; la TREC (Cooperación Transmediterránea de Energías Renovables), una asociación impulsada por el capítulo alemán del Club de Roma; y la red EU-MENA, formada por países de la UE, el norte de África y Oriente Medio.
Si el pasado 13 de julio TREC y la aseguradora Munich Re presentaron Desertec, el 30 de octubre se fundó en Munich Desertec Industrial Initiative, DII GmbH, una sociedad limitada sujeta a la legislación alemana que ya cuenta con consejero delegado, Paul van Son, ejecutivo con 30 años de experiencia en el intrincado mercado energético europeo, sometido a la legislación de los distintos países y de la Unión Europea.
Como poco, el sol del Sáhara proporcionará el 15% de la energía consumida por la UE, si la inversión destinada al proyecto se sitúa en torno a los anunciados 400.000 millones de euros (560.000 millones de dólares). El proyecto empleará plantas solares termoeléctricas y proporcionará 20 gigavatios en 2020, mientras alcanzará los 100 GW en 2050.
Haciendo números: poco o mucho, según a quién se pregunte
La economía de la UE genera un PIB anual de más de 12 billones de euros (más de 16 billones de dólares). Desertec plantea invertir en el proyecto del Sáhara, a lo largo de 40 años, una cantidad 30 veces inferior al PIB de la UE en sólo un año, o 3 veces inferior al PIB de España.
Entre las razones que justifican este relativo conservadurismo en la inversión no se encuentran los costes de la producción de energía termoeléctrica, sino a la supuesta prolongación de la dependencia energética extranjera que acarrearía importar una mayor cantidad de renovables desde países del norte africano. Es lo que piensan, por ejemplo, Carlos Muñoz, de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA); o Wolfgang Palz, presidente europeo del Consejo Mundial de Energías Renovables.
Los principales mandatarios mundiales han reiterado durante el último año que invertir en tecnologías limpias -entre ellas, las energías renovables en la posición quizá más destacada-, servirá para crear nuevos empleos cualificados denominados verdes o de cuello verde, además de para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero. Desertec no sólo produciría energía a partir de fuentes renovables, sino que fomentaría el desarrollo de empleos verdes tanto en Europa como en el norte de África.
Desertec quiere producir el 15% de la energía consumida por la UE en 2050 con una inversión total de 400.000 millones de euros. Tomando estos cálculos como referencia, bastarían 2,666 trillones de euros para producir el 100% de la energía consumida en Europa en 2050, sin contar con el excedente aportado por la gran cantidad de renovables en funcionamiento actualmente en varios países europeos, que se incrementará drásticamente en las próximas 4 décadas.
Ello tranquilizaría a los países europeos en términos geoestratégicos, aunque la dependencia energética con respecto al norte de África no sería superior a la existente actualmente con socios como Rusia (fuente de petróleo y gas natural).
Siguiendo con el cálculo: si se toma como referencia el producto interior bruto de la UE en 2008 (13,565 billones de euros), financiar los 2,666 billones de euros necesarios para producir toda la energía europea con renovables supondría un gasto anual de 67.000 millones de euros para el conjunto de la UE.
El presupuesto de la UE llegó a 120.700 millones de euros en 2007, mientras se ha acordado un presupuesto de 864.300 millones de euros para el periodo 2007-2013, lo que representa un 1,1% y un 1,05% de los ingresos brutos de los 27 países.
La principal partida de este presupuesto común europeo es destinada a la agricultura, que se lleva cerca de la mitad del presupuesto anual; el 30% es destinado a las acciones de desarrollo de las regiones europeas más pobres (fondo de cohesión); el resto es dedicado a políticas de seguridad, protección del medio ambiente y un nada desdeñable 6,3%, dedicado a mantener la gigantesca maquinaria burocrática europea.
Dicho de otro modo: reducir la subvención agraria europea y hacer más efectiva la maquinaria administrativa de la UE permitiría prácticamente subvencionar un proyecto similar a Desertec, capaz de producir el 100% de la energía consumida en Europa… Exclusivamente a partir de fuentes renovables.
¿Es Desertec real? La propuesta
Si bien Desertec no promete suplir todas las necesidades energéticas de la UE, sí estima que la inversión planeada de 400.000 millones de euros garantiza erigir plantas de energía termosolar que ocuparían en 2050 una extensión equivalente a 17.000 kilómetros cuadrados (tamaño de la provincia de Zaragoza) y producirían una sexta parte de la energía consumida por la UE a mediados de este siglo.
Según cálculos de el Club de Roma, 350.000 millones de euros serían necesarios para instalar las centrales térmicas solares, mientras los restantes 50.000 millones se emplearían para diseñar, fabricar e instalar las líneas de alta tensión (tecnología HVDC o corriente continua de alta tensión) para transmitir la corriente generada desde el norte de África hasta Europa, a través del sur de España e Italia.
La iniciativa industrial Desertec planea importar grandes cantidades de energía solar desde varias localizaciones del norte africano (Hay planes para producir energía solar en Marruecos, Egipto, Argelia y Túnez) hasta la red eléctrica del sur europeo y, desde allí, distribuirla a través a los propios países productores y colindantes, así como europeos, de Oriente Próximo y Oriente Medio.
Según los planes anunciados, la infraestructura empezará a operar en 2015.
Desarrollo, trabajos verdes, creación de clases medias
La iniciativa Desertec ha difundido un sumario donde argumenta con una cierta solidez por qué el proyecto puede suponer una oportunidad de desarrollo, y no una manera más de explotar a África.
A la pregunta sobre si el proyecto supondrá un nuevo método de explotación, sus impulsores contestan que, en el periodo de 2050 la región MENA (norte de África y Oriente Medio) podría alcanzar la prosperidad de Europa, además de necesitar energías renovables para generar electricidad y potabilizar agua.
Asimismo, se apuntan los beneficios en la creación de trabajos cualificados, sobre todo relacionados con la construcción y mantenimiento de colectores solares, que proporcionarán un sueldo regular y la creación de una clase media, en lugar de obligar a que los ingenieros mejor cualificados emigren a otros lugares, como sucede en la actualidad.
Con respecto a los riesgos de que la infraestructura construida fuese atacada y ello pusiera en riesgo el aprovisionamiento energético europeo, Desertec recuerda que la UE trabaja en un mix eléctrico que en 2050 debería estar compuesto por: un 65% de la energía procedente de fuentes renovables dentro de la UE; un 17% de importaciones de electricidad solar procedente de importaciones; y un 18% de electricidad producida con combustibles fósiles.
“Incluso con la pérdida de las 20 líneas HVDC [número de líneas de corriente continua de alta tensión planeadas por DII] podrían ser compensadas hasta que éstas se repararan o se hubiera encontrado una solución política”.
Me pregunto si veré alguno de estos acontecimientos (o los dos): la UE produciendo el 100% de la energía consumida a partir de fuentes renovables; y la llegada del hombre a Marte.
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