Aunque tarde y con reservas, el impacto medioambiental de las prácticas logísticas y comerciales de los grandes supermercados y centros de distribución empieza a cuantificarse. El objetivo es, al menos, cumplir al menos con una tímida legislación sobre el tratamiento de residuos.
Por redacción faircompanies
Los grandes centros de distribución han ayudado a que percibamos como algo normal el empleo de varias bolsas de plástico nuevas cada vez que realizamos una compra. Muchos de nosotros podemos incluso llegar a relacionar el buen servicio de un supermercado o gran establecimiento de cualquier sector de la distribución si éste no escatima a la hora de ofrecernos bolsas de plástico.
La aparentemente inofensiva práctica de emplear nuevas bolsas en cada compra puede empezar a acabarse; no obstante, ¿cuándo empezará a cambiar nuestro comportamiento?
La distribución es uno de los sectores que más papel, cartón y plástico emplean en todos los procesos de negocio. Tanto el embalaje como el empaquetado -packaging- de los productos constituyen una industria multimillonaria en nuestro país. Finalmente, la gran distribución parece reaccionar a la problemática generación de residuos contaminantes derivados de la compra, aunque tímidamente.
Algunas de las mayores empresas del sector, tales como Carrefour, El Corte Inglés, Alcampo o Ikea, representadas en la asociación Anged, han invertido 12 millones de euros en los planes integrales de tratamiento de gestión de residuos, que pretenden minimizar el impacto medioambiental de sus actuaciones.
Más de 350.000 toneladas de papel, cartón y plástico
El sector de la distribución asegura haber gestionado 350.000 toneladas de residuos, de las que 240.000 corresponden a papel y cartón, materiales posteriormente reciclados.
Sin embargo, las medidas introducidas son, si nos atenemos a los datos aportados por la propia asociación Anged, fácilmente mejorables: las medidas de prevención empleadas “se centran en envases de productos vendidos bajo marcas propias, así como en los embalajes entregados o rellenados en los puntos de venta”, han explicado al diario económico Expansión fuentes de Ecoembes (sistema integrado de gestión encargado de la recogida y reciclaje de estos productos).
La inversión de estas empresas se fundamenta, además de en una mejora del tratamiento de los residuos, en una reducción de los productos contaminantes empleados en los embalajes y empaquetados de los productos disponibles en sus establecimientos:
- La reducción en un 10% del consumo de papel en la distribución equivale a evitar la tala de dos millones de árboles.
- Las bolsas de plástico han reducido su espesor y la cantidad de tinta empleada.
- Las cajas reutilizables se diseñan para poder plegarse y, en consecuencia, ahorrar energía y materias primas.
- Se empieza a ofrecer el uso de bolsas reutilizables.
La mejora, muy tímida, constituye un buen principio, de evitarse que las medidas de las empresas en torno a Anged se conviertan en una mera operación de maquillaje ecológico que, además, podría resultar económicamente rentable.
La distribución y logística empleada por los gigantes españoles de la distribución genera residuos que pueden empezar a reducirse, según Ecoembes, con el uso de cajas reutilizables y el empleo de una única película de embalaje en los palés de productos, en lugar de las hasta ahora corrientes tres capas de película.
Lo que está en manos del usuario
Los usuarios de estos establecimientos pueden incidir sobre su política de tratamiento de residuos, aunque la falta de leyes más acordes con el auténtico impacto de la actividad empresarial de los grandes centros de distribución limita la efectividad de cualquier presión.
Según Anged, las empresas pertenecientes a la asociación quieren reducir el uso de bolsas de plástico
- Se ha reducido el espesor de las bolsas de sección, empleados en departamentos como el de frutería en los supermercados, etcétera.
- También se reduce el espesor de las llamadas bolsas de caja, aquéllas en las que el cliente se lleva la compra.
- Anged asegura haber sustituido, asimismo, las tintas empleadas por otras menos contaminantes.
Las bolsas reutilizables
El sector desarrolla ahora mecanismos para extender el empleo de bolsas reutilizables. Este tipo de bolsas pueden ser adquiridas por los consumidores en la mayoría de las grandes superficies:
- Aunque tengan que pagarse, tienen mayor resistencia y capacidad, lo que supone una inversión a largo plazo.
- Cuando la bolsa reutilizable se rompe, se le da otra al cliente, sin necesidad de que pague nueva mente por ella.
Pese a las varias iniciativas de la distribución para reducir el empleo de papel, cartón y plástico, y suprimir las sustancias contaminantes por alternativas que causen menor impacto, el impacto medioambiental de estas empresas continúa siendo colosal.
Generación de residuos industriales y comerciales en España
Los últimos datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística sobre la generación de residuos, pertenecientes a 2004, estipulan que la industria española genera 56,2 millones de toneladas de residuos, un 5,6% menos que el año anterior.
Los establecimientos de los diversos sectores industriales en España generaron 56,2 millones de toneladas de residuos durante el año 2004, un 5,6% menos que en 2003. Las industrias manufactureras generaron más de 26 millones de toneladas de residuos no peligrosos y cerca de dos millones de toneladas de residuos peligrosos.
Con respecto a los residuos generados en el sector servicios, sólo en 2004 se generaron 8,8 millones de toneladas de residuos no peligrosos (aunque contaminantes) y 0,7 millones de toneladas de residuos peligrosos (y contaminantes).
Entre los residuos no peligrosos destacan el papel y cartón (1,3 millones de toneladas), los residuos domésticos y los de productos alimenticios. Estos dos últimos tipos de gasto generaron 2,6 millones de toneladas de residuos.