Varias compañías quieren emplear diodos orgánicos emisores de luz (OLED) como material para crear una nueva generación de bombillas y sistemas de iluminación.
El OLED es un plástico orgánico fotosensible que carece de componentes químicos contaminantes y ha sido empleado por la industria en los últimos años como material para crear pantallas de dispositivos digitales, desde móviles a pequeños monitores.
El futuro de los plásticos OLED, que se reciclan fácilmente, tienen infinidad de aplicaciones y tienen una vida útil más prolongada que materiales análogos, parece asegurado tanto si triunfa la nueva aplicación propuesta -la iluminación doméstica e industrial- como si el plástico es aplicado únicamente a sus actuales mercados potenciales.
Son conocidos como plásticos orgánicos porque las partículas que emiten luz contienen átomos de hidrógeno y carbono.
Fabricación masiva de láminas OLED
Las compañías The Ewing, General Electric y Osram Opto Semiconductors son los líderes del nuevo reto tecnológico, que permitiría crear sistemas de iluminación tan económicos de producir como eficientes, duraderos y, importante, muy luminosos.
Se trata de elaborar finas láminas de OLED con un mayor tamaño y luminosidad que las empleadas por firmas como Samsung Electronics o Pioneer para algunas de sus pantallas, recoge el noticiario electrónico estadounidense News.com.
Aumentando ambos factores -prosigue el medio-, los investigadores creen que el material podría ser un excelente y energéticamente eficiente sustituto de la veterana bombilla incandescente.
Iluminación con infinitas aplicaciones: la “ventana transparente”
A la industria no se le escapa que unas finas, resistentes y económicas láminas luminosas podrían tener usos en sectores tan diversos como el textil, la electrónica de consumo y el del mueble y decoración, entre otros.
Una de las ideas más interesantes recogidas por la prensa tecnológica es la llamada por los científicos “ventana transparente”, de la firma Universal Display.
Durante el día, esta lámina reforzada actuaría como el vidrio de cualquier ventana, al permanecer totalmente transparente; cuando la luz desaparece, la ventana se ilumina y actúa como una potente y económica lámpara.
Más allá de la espectacularidad del concepto, la industria ve en este prototipo un modo ideal para ahorrar energía, ya que podría encenderse únicamente cuando la luz fuese insuficiente en un espacio dado.
Asimismo, varias compañías intentan mejorar prototipos como el de la “ventana transparente” mediante la regulación de atributos como la conservación de un ambiente cálido o fresco, en función del entorno o la época del año.
Cuando parece que se ha acabado la era de la energía económica y las nefastas consecuencias del cambio climático empiezan a ser reconocidas, ideas como la aplicación de láminas de plástico OLED para iluminar espacios y no únicamente como soporte para pantallas de dispositivos digitales y electrónicos empiezan a recuperarse, ya que la potencialidad del OLED es conocida desde hace varios años.
Además de las firmas que desarrollan prototipos de iluminación OLED, Solon y Sunlight Direct, entre otras empresas, hacen lo propio con otra de las materias primas más prometedoras, aunque de fabricación más costosa: la fibra óptica.
OLED
Esta técnica, desarrollada por el sector privado (fundamentalmente Kodak) y el académico (con la Universidad de Cambridge en posición destacada) empieza a ser empleada por la industria tecnológica como método alternativo para fabricar pantallas planas, ya que su coste es inferior al de la tecnología de cristal líquido (LCD-TFT) y el plasma.
Cuando se trata de pantallas para dispositivos digitales, monitores y televisores, el OLED es visto por la industria como un método eficiente y económico de crear atractivos aparatos.
Los expertos destacan el menor coste, la mayor escalabilidad del producto, un rango de colores superior, más contrastes y brillos, mayor ángulo de visión y menor consumo que tecnologías alternativas, tal y como puede leerse en Wikipedia.org.
Ya se trate de plásticos OLED o de fibra óptica, la industria trabaja -ahora sí- intensamente para comercializar en poco tiempo alternativas para la iluminación doméstica e industrial que sean reciclables, aumenten la eficiencia energética y, de paso, la luminosidad.