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Muebles-apartamento: todo lo básico en un mueble convertible

¿Puede un único mueble condensar todo lo esencial de un apartamento? Residentes de espacios reducidos, diseñadores, arquitectos y empresas coinciden en la carrera por diseñar muebles con el mayor número de servicios en el menor espacio.

El mobiliario donde confluyen usos dispares combina estética con pragmatismo: cuando el trastero es la vivienda y no hay espacio para guardar lo que uno no quiere/usa, deben cambiar tanto el estilo de vida como utensilios, mobiliario y electrodomésticos.

Muebles con la flexibilidad y precisión del software

Pero condensar todo lo necesario cuando hace falta no es tan sencillo cuando el espacio obliga a exactitudes más propias de la alta tecnología que del sector del mueble.

Los muebles multifunción para microapartamentos demostrarían que, a mayor especificidad, calidad de materiales y concentración de usos y mecanismos en espacios reducidos, mayor cantidad de inversión por unidad de superficie.

Estos muebles -modulares, multifuncionales y transformables-, ofrecen lo necesario en cada momento mientras esconden lo que no está en uso. En espacios ínfimos, son la única respuesta viable y aumentan la condensación de uso por unidad de superficie.

Muebles-apartamento: cubos multifunción en pequeños habitáculos

Los muebles-apartamento son como los individuos polímatas: la combinación de habilidades al estilo hombre-orquesta con una mentalidad resiliente, forjada en productos que responden a necesidades y no tratan de crearlas.

Esta mentalidad resiliente y autosuficiente, presente en las culturas itinerantes y en aquellos pueblos que sobreviven en “fronteras” (climáticas, geográficas, culturales), se inspira en soluciones que condensan varios usos en el menor espacio y con el menor número de utensilios posibles.

(Imagen: estudio arquitectónico PKMN, Madrid)

Hay versiones ancestrales de muebles-apartamento, todavía vivas en los pueblos itinerantes que acarrean su casa con las estaciones, a menudo condensando su confort en una tienda, caravana o chozo improvisado con materiales locales.

Softwarización y desmaterialización de los microapartamentos

Las versiones contemporáneas de muebles integrales transforman la máxima del diseño moderno de mediados del siglo XX (“la forma sigue a la función”) en la combinación entre dos lemas:

El resultado es algo así como la versión equiparable a la navaja suiza con el mínimo impacto medioambiental posible: productos “softwarizados” y “desmaterializados” que concentran función en pocos átomos y se adaptan a requerimientos cambiantes con “actualizaciones”.

Se han usado otras metáforas para denominar muebles integrales que concentran los usos principales de una vivienda: entre los conceptos, bitácoras y profesionales han recurrido a casas en una maleta, casas en una caja o cajón, apartamentos con la idiosincrasia LEGO, apartamentos origami, etc.

Muebles diseñados como “entornos” donde ejecutar “funciones”

“Menos pero mejor” y “lo pequeño es hermoso”, unidos a un mundo físico que se inspira en la flexibilidad y frugalidad del software para innovar, conforman productos (como muebles) con entornos o sistemas de ejecución (en software, entornos “runtime”) para ejecutar (“correr”) todo tipo de “servicios”.

Los “productos como servicio”, PaaS en sus siglas en inglés, conectan a fabricante y diseñador con usuario, aunque a menudo concentrados en una misma persona, que asume todos los roles con informalidad: el usuario aficionado al bricolaje (DIY, “hazlo tú mismo”) que detecta una necesidad, la diseña y ejecuta (como ocurre a menudo en proyectos de software).

Materiales para crear mobiliario que se adapta

En el futuro, nuevos materiales con estructura molecular modificable ensamblarían formas determinadas en función del uso:

  • materiales que se comporten como organismos: el mobiliario adaptativo (artículo de Forbes) podría configurarse a partir de unidades robóticas autónomas capaz de ensamblarse para adquirir distintas formas y usos, como sugieren los experimentos al respecto en la Escuela Politécnica Federal de Lausana con los Roombots;
  • materiales con una estructura molecular maleable (que combinen baja densidad con resistencia, como el aerogel), o extremadamente resistentes (nanotubos de carbono);
  • o capaces de configurar formas de manera “líquida”, separándose y uniéndose como el mercurio, por ejemplo, en función de las “instrucciones” del “entorno de ejecución” del mueble, si consideráramos los productos físicos como servicios equivalentes al software, en cuyo en torno se pueden realizar diferentes operaciones según cada momento;
  • se especula con un futuro en que productos físicos como el mobiliario doméstico carezcan de estructura atómica y actúen como campos de energía en funcionamiento sólo cuando son requeridos; en este escenario, los productos se convierten únicamente en servicio (por ejemplo, una “silla” o elemento para sentarse aparecería como campo energético para “la acción de sentarse” cuando se necesitara, desapareciendo en caso contrario).

Materiales, procesos, estructura, organización, valores

Ni aerogel, ni materiales semilíquidos y ensamblables similares al mercurio, ni campos de energía forman parte del diseño industrial actual (ni siquiera del más experimental), pero sí el concepto que posibilitaría su uso en los productos del futuro, incluyendo el mobiliario: entornos de ejecución de servicios al estilo del software (entornos “runtime”) para que sólo lo esencial ocupe espacio y compita por nuestra atención.

La “softwarización de las cosas” implicaría a largo plazo:

  • materiales: podrían programarse y evolucionar, en vez de limitarse a su actual “pasividad” en estructura y comportamiento;
  • procesos: se centrarían en el diseño iterativo e incremental aplicado por las startups tecnológicas, sustituyendo diseño y fabricación por partida o lote, realizados de una vez y de manera uniforme, sin opción para evolucionar hasta la siguiente versión;
  • estructura: el producto continúa evolucionando desde su concepción, como un organismo o aplicación de software;
  • organización: abierta, en torno a proyectos y con influencia de la cultura del software de código abierto (contribución flexible, intercambio de ideas, estructuras inspiradas en los servicios colaborativos o economía P2P -entre usuarios-);
  • valores: muchos ven en la “softwarización de las cosas” una oportunidad para diseñar productos personalizados y de alta tecnología a microescala; The Economist cree que las nuevas herramientas (impresoras 3D caseras, fresadoras de control numérico -CNC- asequibles para cualquiera) podría impulsar una Tercera Revolución Industrial y convertir los productos rígidos de las economías de escala en “mercancía básica” con coste marginal cercano a 0.

Un sistema de control de versiones “en la nube” para cosas físicas

Expertos como Chris Anderson, ex director de Wired, arguyen que, para que los muebles puedan diseñarse y como el software y actúen como aplicaciones, el proceso de diseño iterativo e incremental requiere sistemas de control de versiones en la nube: algo así como un GitHub (control de versiones en Internet para proyectos de software) para diseñar cosas (productos con átomos).

Estos servicios de control de versiones permitirían a distintos usuarios conectarse de manera asíncrona a un único proyecto y realizar modificaciones que actualizan tanto el desarrollo principal como ramificaciones -o modificaciones- que pudieran surgir.

A diferencia de GitHub y sus competidores, una aplicación de control de versiones para diseñar, por ejemplo, muebles, requeriría maneras sencillas y automatizadas de modificar e intercambiar diseños asistidos por ordenador (CAD y alternativas, tanto comerciales como de código abierto).

Cultura “maker” y muebles-apartamento

Históricamente, los materiales más avanzados y varios de sus diseños más futuristas han evolucionado gracias a la inversión a largo plazo de agencias gubernamentales de países punteros, a menudo relacionadas con esfuerzos militares (DARPA) y espaciales (NASA, Agencia Espacial Europea).

Siguiendo la premisa de los “productos como servicio” y aplicándola a los materiales actuales, las soluciones de mobiliario integral son la  evolución posible para lograr una mínima calidad de vida en un espacio especialmente reducido. 

Profesionales especializados o aficionados (a menudo autoproclamados “makers“), quienes reconvierten con éxito viejos trasteros, palomares y microestudios en viviendas céntricas donde un individuo puede vivir apaciblemente, se inspiran a menudo en el diseño interior de pequeñas embarcaciones, autocaravanas, dormitorios universitarios… y a veces son autocaravanas “vintage” las que se reconvierten en dormitorio universitario, o viejos botes y cobertizos reconvertidos en viviendas.

Modularidad estándar y diseño a medida

Los muebles-apartamento combinan modularidad con diseño a medida, emulando las opciones de personalización a partir de un esquema básico que aplican fabricantes de autocaravanas y otros vehículos de recreo, donde abundan las pequeñas compañías que suplen un nicho donde las soluciones precisas transforman radicalmente la experiencia de uso.

Siguiendo con el símil del mercado de la personalización del diseño interior de los vehículos de recreo, los microapartamentos en emplazamientos demandados justifican la inversión en I+D+i para lograr el equivalente a una navaja suiza: sólo lo útil y cuando es necesario.

Estos muebles integrales se diseñan para un espacio y sus necesidades, sin renunciar a nada indispensable y a menudo residiendo en localizaciones de moda y céntricas donde optar por mayores espacios es a menudo inviable para jóvenes graduados y profesionales.

El valor de la localización

Esta subfamilia de muebles multifunción acapara el interés de quienes anteponen la localización de la residencia al espacio disponible, reconvirtiendo en vivienda espacios tan reducidos que su superficie es inferior al mínimo espacio habitable según códigos de edificación tradicionales.

Quienes habitan estos espacios, a menudo logrando sus objetivos en menos espacio del recomendado, ¿deberían adaptar sus aspiraciones, necesidades o inventiva a códigos de edificación diseñados hace décadas, o impulsar un nuevo sector, el de los “muebles integrales como servicio”?

(Imagen: Matthias Dornhofer, Austria)

Según la definición que diseñadores y residentes consensúan sobre la marcha, a medida que interaccionan y usan las soluciones para microespacios, estos “muebles integrales como servicio” son auténticos muebles-apartamento.

Más allá de patrones surgidos con la casa victoriana

Ser el equivalente en mobiliario a una navaja suiza en el mundo de las pequeñas herramientas no es sencillo. Estos muebles son a menudo piezas transformables que ocupan paredes, altillos o estructuras en forma de cubo a un lado o incluso en el centro de un espacio reducido, incluyendo partes móviles que ofrecen un servicio bajo demanda, evitando ocupar un espacio con rigidez:

  • servicio: el mobiliario se “softwariza”, ofreciendo más servicio en menos material; siguiendo la mencionada premisa PaaS, el mobiliario integral ocuparía cada vez menos espacio, ofreciendo cada vez más funciones; como una navaja suiza, mostrarían lo esencial en cada momento, ocultando el resto;
  • movilidad: el mobiliario convertible pasa de centrarse en habitaciones infantiles o dormitorios universitarios a constituir la parte esencial de rehabilitaciones de microapartamentos en las zonas demandadas de las ciudades más vibrantes del mundo;
  • almacenamiento: cuando el espacio total en un apartamento es tan reducido que equivale a un único dormitorio, no basta con editar posesiones y conformarse con lo esencial para lograr más espacio habitable, sino soluciones de almacenamiento a medida;
  • espacio: los muebles como servicio superan por necesidad el modelo de vivienda burguesa -vigente desde que la Revolución Industrial originara la vivienda victoriana– como configuración del espacio y sus usos en el interior de viviendas; no renuncian a ninguna de las comodidades de la vivienda tradicional, en una ínfima fracción del espacio requerido con antelación, renunciando a separaciones y convenciones, como mantener espacios separados para recibir a invitados, hacer la colada, cocinar, dormir, etc.
  • estética: si los muebles-apartamento surgen de la necesidad de crear usos y compartimentos en pequeños espacios sin más separaciones permanentes que el aseo, su estética se supedita a sus usos y el impacto de éstos; las viviendas de pueblos itinerantes y vehículos de recreo -botes, autocaravanas, etc.-, inspiran a menudo las soluciones.

Transformer

Para quienes priorizan la localización sobre la superficie, ya no sirve analizar un espacio a partir de un mero cálculo convencional. También importa el espacio vertical y, en ocasiones, contar en metros cúbicos ayuda a diseñar un microespacio con techos elevados.

El análisis de la iluminación, los materiales de todas las superficies y otros intangibles también influyen sobre el diseño de un mueble-apartamento, que incluya el mayor número de servicios y funciones en el menor espacio. 

A menudo, bajo una capa de cemento o pintura se ocultan vigas de madera, suelos hidráulicos o ladrillos cocidos elaborados en métodos tradicionales ahora en desuso. 

Lo existente y lo subyacente pueden “conversar” con un mueble futurista que se comporte como un robot transformer, una navaja suiza, un juego de piezas de lego o una pieza de origami: como un objeto funcional que constituye a la vez una representación artística, cada mueble transformable se adapta a una metáfora distinta.

10 muebles-apartamento

Recopilamos diez muebles que concentran los principales usos de un apartamento o microapartamento: almacenamiento, trabajo, descanso y, en ocasiones, cocina e incluso aseo.

Responden a proyectos tecnológicos (CityHome del MIT), a diseños arquitectónicos en colaboración con propietarios y residentes, y a proyectos DIY basados en la cultura “maker” (“hazlo tú mismo”) y la colaboración.

1. Diminuto apartamento parisino con un mueble para todo en 8 metros cuadrados por Kitoko Studio

2. Casa en Madrid con mueble modular para distintos espacios multifunción (prioridad en cocina, trabajo, descanso, baño) por Yolanda Pila y David Pérez García (PKMN)

3. Proyecto CityHome (MIT): apartamento en un único mueble-caja que despliega servicios bajo demanda (grupo de desarrollo Changing Places)

4. Roombots: bloques robóticos que se asocian para crear mobiliario adaptativo (BioRob en la Escuela Politécnica de Lausana)

5. Apartamento en una maleta en Barcelona por Eva Prats y Ricardo Flores (1996)

6. Apartamento con mobiliario estilo LEGO en uno de sus laterales por Barbara Appolloni y Christian Schallert  (colaborador)

7. Apartamento transformable con espacio móvil que condensa 6 habitaciones en 1 en el SoHo de Nueva York por Graham Hill (fundador de Treehugger, LifeEdited)

8. Apartamento en el Upper West Side de Nueva York con usos de 4 habitaciones en 1 mueble por Michael Chen y Kari Anderson (Normal Projects) en colaboración con el propietario (Eric Schneider)

9. Apartamento “transformer” extremo y high tech en Hong Kong con 24 habitaciones-usos en 1 único espacio por Gary Chang 

10. Apartamento multifunción en Chelsea (Nueva York) diseñado como una navaja suiza por Rosa y Robert Garneau