Instalar un vermicompostador en la cocina sin salir escarmentado del intento implica tener conocimientos básicos en vermicompostaje o bien haber comprado un vermicompostador. En el ejemplo, nos decantamos por lo segundo y explicamos las características básicas de un aparato de vermicompostaje.
En inglés, la expresión coloquial “can of worms”, o lata de gusanos, se refiere una situación compleja y problemática que sucede cuando una decisión o acción produce considerables problemas subsecuentes.
No tratar nuestra basura orgánica doméstica es una situación que podría ser catalogada como “can of worms”, ya que en lugar de producir abono de alta calidad con restos de comida y del jardín, introducimos estos desechos en bolsas de plástico que serán depositadas en el vertedero más cercano, causando un problema medioambiental.
Paradójicamente, los contenedores de vermicompostaje, que no son más que una gran “lata de gusanos”, contribuyen a soliviantar una situación que, en sentido figurado, podría ser catalogada de problemática o “can of worms”.
Todo ello por una mala decisión tomada en primera instancia. Al fin y al cabo, muchos seguimos pensando que es más fácil, conveniente, rápido o limpio deshacernos cuanto antes mejor de la basura creada y transmitir el pequeño desorden a la empresa que se encargue de la recogida municipal de desechos.
Los contenedores de vermicompostaje domésticos permiten aprovechar un pequeño espacio para convertir restos de comida en abono orgánico, con la ayuda de lombrices que acelerarán el proceso. Cualquiera puede diseñar y fabricar un vermicompostador, con el uso de una caja de madera, un bidón de plástico con más de un compartimento, etc.
También existen varios modelos comerciales. Entre ellos, y volvemos a la expresión coloquial mencionada, es el contenedor cilíndrico con varios niveles Can-o-worms, de fabricación australiana, aunque es distribuido, además de Australia, en Nueva Zelanda, Sudáfrica, Estados Unidos, Japón y varios países europeos: Francia, Alemania, Grecia, Japón, España, Suiza y Reino Unido.
El vermicompostaje es el proceso de compostaje que emplea lombrices para acelerar el proceso de descomposición de los desechos orgánicos de nuestra cocina y jardín.
En esta modalidad de compostaje, las lombrices digieren los desechos de materia orgánica y producen un abono ideal para su uso como fertilizante y acondicionador del suelo, conocido como vermicompost.
Nicolás Boullosa explica en el vídeo cuáles son las características fundamentales del vermicompostador comercial australiano Can-o-worms. La sencillez del concepto puede inspirar la fabricación de diseños caseros de vermicompostaje igualmente eficaces.