Cualquier automóvil con techo reforzado puede convertirse en una autocaravana lista para aventuras de carretera, tanto escapadas próximas a casa como a los lugares más inhóspitos. Basta con acampar sobre el techo del vehículo con una tienda-portaequipaje.

Los viajes en carretera recuperan la preponderancia de otras épocas, tanto cuando la ruta emula el espíritu de las primeras exploraciones como cuando el viaje tiene el sabor de aventureros contraculturales y grupos itinerantes.

Orígenes de las tiendas y casas rodantes

Desde los primeros modelos de caravana Airstream, inspirados en el diseño del fuselaje del primer avión que cruzó el Atlántico, el Spirit of Saint Louis, la industria de los vehículos de recreo se adaptado a las exigencias de los viajeros de hoy.

La evolución de la tecnología de acampada para largos viajes y expediciones en coche ha reducido el peso de los utensilios y mejorado sus mecanismos, a menudo por una fracción del precio y ocupando una fracción del espacio.

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Pero esta deriva ha tenido un precio: en las últimas décadas, la evolución de las economías de escala, que instauraron la lógica de producir más y con materiales menos duraderos para así reducir costes de producción, ha provocado que el material de acampada dure menos y sea más difícil de reparar.

Rendimiento, durabilidad y reparabilidad

Conscientes de esta evolución del mercado de utensilios de deportes al aire libre, varias marcas se abren paso con productos durables y reparables.

Estas marcas fabrican sus productos total o parcialmente en Norteamérica, Europa o mercados tradicionales para utensilios de aventura, tales como Sudáfrica y Estados Unidos.

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Siguen el modelo de negocio de empresas como la firma de ropa técnica californiana Patagonia, que escoge sus proveedores con cuidado, supervisa la calidad y durabilidad de la ropa y complementos diseñados, ayuda a los usuarios a repararla y, entre otras políticas comerciales, recomienda no comprar sus chaquetas (como muestra, un anuncio a toda página en The New York Times), si no es necesario.

Orígenes de las marcas minoritarias más exitosas

Patagonia empezó como pequeña forja en la que el pionero escalador libre Yvon Chouinard y un puñado de amigos (Tom Frost entre ellos) decidieron fabricar utensilios de escalada, dado el impacto en la roca y la peligrosidad de los existentes en aquel momento.

De esos pitones de escalada mejorados que Chouinard vendía a surferos en la parte trasera de su camioneta surgió la firma de ropa Patagonia, todavía en manos de su propietario, que ha innovado en acabados, tejidos y duración de sus detalles: cosidos, cremalleras, codos, etc.

Los utensilios y ropa de Chouinard y sus amigos querían estar a la altura de los escritores, amantes de la naturaleza y aventureros que les habían inspirado: Thoreau y Emerson, John Muir, Gaston Rébuffat, Riccardo Cassin y Hermann Buhl.

El arte de saber posicionarse fabricando el mejor producto

En un mercado tan distinto como el de las neveras de acampada, un utensilio crucial en expediciones de días en botes, acampadas, expediciones o viajes por carretera, una pequeña firma con sede en Austin, Texas, sigue los mismos principios básicos de Chouinard en sus inicios: construir un producto durable, reparable, con buen rendimiento, que los hijos quieran heredar de los padres. 

Se trata de las neveras Yeti, diseñadas por y para aventureros cotidianos y extremos. Cualquier usuario habitual de utensilios de acampada es consciente de cómo mejoraría productos concretos.

(Imagen: Vanagon Syncro DoKa -4X4- T3. DoKa deriva del alemán “Doppelkabine”)

Las neveras Yeti parten del interés del usuario hecho realidad: estructura del plástico durable usado en el exterior de los kayaks para rafting, bisagras irrompibles, cierre a presión con perímetro reforzado con una goma de calidad, zona de agarre para asegurar la nevera al bote o vehículo, etc.

En cuanto al rendimiento, los usuarios confirman que la nevera cumple su promesa y mantiene el hielo en su interior sin derretir durante días, incluso en condiciones exigentes. La empresa asegura la reparabilidad de sus neveras, al usar en todas ellas la misma tecnología, lo que permite sustituir cierres de goma, tapón de drenaje, etc.

Pagando la diferencia

Conscientes de su espíritu “indie“, Yeti Coolers resalta en sus anuncios de Internet que sus neveras portátiles son a prueba de oso grizzly. Las neveras Yeti han sido diseñadas para durar décadas y, quizá por ello, sus usuarios están dispuestos a pagar más.

La historia de Yeti Coolers recuerda a los orígenes de Patagonia y otras firmas iniciadas por entusiastas de un deporte o actividad, dispuestos a realizar continuas pruebas de campo para dar con el mejor producto posible, a menudo a expensas del coste, que aumenta, sobre todo en pequeñas producciones en factorías con estrictos estándares para proveedores, materiales y trabajadores.

Muchos usuarios, no obstante están dispuestos a pagar la diferencia, como ya habían hecho en el pasado, antes de que la producción a gran escala y el ahorro en materiales derivara en el fenómeno conocido como obsolescencia programada, que suprime la reparabilidad de los productos diseñados para envejecer en plenitud.

Los productos que surgen para resolver un problema

Hace ya unas décadas, un grupo de aventureros y esquiadores que se concentraban cada temporada invernal en Sun Valley, Idaho, la amable localidad elegida por Ernest Hemingway y otras personalidades para largas estancias (y donde está enterrado).

Eran los años en que el esquí se popularizaba y modernizaba, tanto en Europa como en Norteamérica. No obstante, las gafas usadas hasta el momento se empañaban fácilmente y añadían cierto engorro a la actividad. 

Un dentista y aventurero californiano, Bob Smith, cansado del problema que le afectaba a él mismo y a sus amigos (entre ellos, los padres de Kirsten Dirksen, cofundadora de este sitio), se animó a mejorar un complemento tan importante para disfrutar al aire libre en un entorno con reflexión solar extrema como la nieve. Se convirtió, así, en inventor, como recordaba el obituario que The New York Times le dedicó en abril de 2012.

(Vídeo: Bob Smith probando las primeras gafas de esquiar con doble cámara para evitar la condensación, Jackson Hole, 1967)

Los mejores innovadores son los usuarios más exigentes

Bob Smith diseñó en 1965 las primeras gafas de esquiar anti-vaho, que copiaría más tarde toda la industria. Su empresa, Smith Optics, fabricaría gafas de sol urbanas con montura virtualmente irrompible, amplias lentes y generosas bisagras.

Muchos de sus amigos, ya veteranos, todavía usan los modelos originales de Smith Optics. Todos ellos saben que, en 1991, cuando Bob Smith vendió la compañía, los productos se hicieron más accesibles y económicos, pero la calidad y durabilidad de los primeros modelos no fue superada.

Yvon Chouinard y Bob Smith demuestran que los mejores innovadores son a menudo los usuarios más exigentes de sus propios productos.

Las tiendas de techo que nacieron de las expediciones más exigentes

Cuando se trata de viajes por carretera exigentes, los expedicionarios equivalentes a Yvon Chouinard y Bob Smith se encuentran más bien en Sudáfrica y Australia, entornos con clima extremo, grandes distancias que recorrer y una vida salvaje abundante y peligrosa: desde grandes mamíferos en Sudáfrica a las serpientes y arañas más mortíferas del mundo en Australia.

El cansancio de una larga jornada de carretera y actividad en estos entornos exigentes y peligrosos, así como la ausencia de infraestructuras y servicios básicos durante horas, aumentan el valor de una tienda segura y fácil de armar y desarmar, para así no añadir la rutina adicional de buscar un buen emplazamiento a la jornada.

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De ahí que aventureros-inventores idearan las primeras tiendas de campaña para el techo de vehículos todoterreno, la mayoría de las cuales se despliegan sobre una base metálica asida como un portaequipaje o baca.

Tiendas de techo: diseñadas para dormir bien cuando llegue el sueño

Las tiendas montadas como portaequipaje se despliegan en el mismo techo del vehículo, incluyen espacio para al menos dos adultos y suelen tener una base cómoda y segura, ajena a los desniveles, rigideces y rugosidades del suelo.

Al tener la base en el techo del vehículo, las tiendas-portaequipaje suelen incluir una escalera para acceder al habitáculo, que suele contar con mayor calidad y amenidades que una tienda de suelo: hay modelos que incorporan toma de corriente o iluminación, además de ventanas y posibilidad de regular la corriente interna y transpirabilidad del habitáculo, manteniendo afuera a insectos y otros animales.

El tiempo de montaje antes de dormir, a menudo al final de una extenuante jornada, así como la seguridad e inclemencias del tiempo se convierten en secundarias en las tiendas de techo, muchas de ellas automatizadas total o parcialmente.

Desaparecen los puntos débiles de acampar en el suelo: la humedad del pavimento, la seguridad de la estructura durante tormentas de nieve y arena o durante fuertes rachas de viento, etc.

El reto de extenderse a un público urbano con vehículos más compactos

Las tiendas de techo más ligeras han sido probadas y mejoradas sobre la marcha por fundadores de pequeñas empresas de Sudáfrica y Australia. Cualquier usuario habitual u ocasional de habitáculos de acampada conoce los inconvenientes de las tiendas con menor espacio vertical y peor impermeabilidad o transpiración.

Al ir ensambladas sobre una base que no se adapta a diario y carecer de limitación de peso u aparatosidad, las tiendas de techo suelen tener paredes verticales, lo que aumenta el espacio disponible y la comodidad.

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Las tiendas de techo conservan, de momento, tres grandes inconvenientes, además de la falta de flexibilidad:

• coste: multiplican el de las mejores tiendas de suelo y los modelos básicos suelen superar los 1.000 dólares/euros;
• peso: no todas las carrocerías de automóvil han sido diseñadas para soportar a una, dos o más personas durmiendo sobre el techo; sólo los vehículos reforzados (casi siempre, todoterreno) toleran las tiendas de techo, aunque aumentan los pequeños turismos y modelos SUV compatibles con tiendas-portaequipaje (como demuestran estas imágenes);
• número de ocupantes: la limitación del peso que el techo del vehículo es capaz de soportar sin problemas potenciales limita el tamaño y capacidad de las tiendas de techo más populares, diseñadas para uno o dos ocupantes.

La alternativa económica de quita y pon a las autocaravanas

Las tiendas de techo surgieron para responder a viajeros desplazándose en vehículo y acampando a diario en una nueva localización, a menudo desconocida o peligrosa.

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En los últimos años, las tiendas de techo han encontrado clientela entre quienes realizan trayectos de aventura ocasionales por Norteamérica y Sudamérica o entre Europa y África, por ejemplo.

Una buena nevera, un hornillo competente y la tienda de techo convierten cualquier lugar en idóneo para parar, y cualquier automóvil en el equivalente compacto de una autocaravana (como la Volkswagen California, vehículo usado por *faircompanies para grabar el documental Summer of (family) love).

(Vídeo: documental de Kirsten Dirksen “Summer of (family) love” sobre la aventura familiar de convertir una pequeña autocaravana de 1981 en una casa sobre ruedas durante unas semanas)

Mayor comodidad, mejor climatización, mayor seguridad

Lo que los usuarios y expertos en acampada de aventura destacan de las tiendas de techo es la comodidad de la pernotación. La mayoría de las tiendas para portaequipaje incluye un cómodo colchón.

Otra diferencia con respecto a dormir al nivel del suelo, más allá del engorro de buscar localización y montar la tienda sin importar lo cansado que esté uno, es la mejora de la climatización cuando se pernocta en lugares tan calurosos como el Sáhara, el Kalahari o el desierto Australiano: al elevarse sobre el vehículo, la tienda se beneficia de la brisa cruzada.

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Muchas tiendas de techo, como las fabricadas por la compañía sudafricana Eezi-Awn, están confeccionadas con materiales durables y buenos acabados, y las tiendas logran un confort más similar a una cabaña rígida que a tienda convencional.

Un hándicap: el consumo de combustible

Si el mayor precio, peso y aparatosidad de las tiendas de techo no son un inconveniente para el aventurero que levanta campamento cada mañana, las tiendas de techo son la mejor respuesta para evitar engorros adicionales y mejorar el descanso.

Varias marcas incorporan complementos de suelo para sus tiendas de techo que se instalan bajo la tienda, tales como lonas para cambiador y ducha.

Una última consideración que no es tan comentada como debería es el efecto que el portaequipaje con la tienda de techo plegada tiene sobre la aerodinámica del automóvil, aumentando la fricción y resistencia al viento y, con ello, el consumo de combustible.

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Las tiendas de techo incorporan cubierta de lona o material duro (sobre todo, en los modelos rígidos que se abren verticalmente como un acordeón, o las llamadas de libro, que despliegan uno de sus extremos, mientras el otro actúa de ángulo para colocar los pies), para mejorar la aerodinámica dentro de lo posible.

Mientras realizan la transición desde aventureros irredentos que cambian de lugar de pernoctación casi a diario, a urbanitas que demandan mayor flexibilidad en sus escapadas, las tiendas de techo deberán demostrar que han dado con el equilibrio entre durabilidad, funcionalidad, precio y facilidad de uso/mantenimiento.

10 tiendas para dormir en el techo del vehículo

Recopilamos a continuación 10 modelos de tienda para techo de automóvil. Antes de adquirir una tienda-portaequipaje, es necesario asegurarse de que el automóvil donde planeamos montar la estructura soporta el peso indicado por el fabricante del accesorio.

1. Tienda de techo desplegable compacta para 2 ocupantes Eezi-Awn Jazz (Sudáfrica)

2. Tienda de techo desplegable compacta ultraligera para 2 ocupantes Front Runner Slimline II (Sudáfrica)

3. Tienda de techo rígida que se abre en vertical ALL4 Camp (2 ocupantes, específica para Mini Countryman)

4. Tienda de techo desplegable espaciosa -4 ocupantes- para para todoterreno Eezi-Awn Series 3 (Sudáfrica)

5. Tienda de techo desplegable ARB Series III Simpson para 2 ocupantes (Estados Unidos)

6. Tienda rígida en vertical Autohome Maggiolina Grand Tour (Italia)

Tres modelos donde elegir: pequeño (1,3 metros de anchura, 2 personas); mediano (1,45 metros, 3 personas); y grande (1,6 metros, 2 adultos y 2 niños).

7. Tienda de techo rígida en vertical James Baroud Grand Raid -2 adultos y 2 niños- (Francia)

8. Tienda rígida de libro y 2 ocupantes Hannibal Impi (Sudáfrica)

9. Tienda desplegable Howlig Moon Deluxe 1.4m -2 ocupantes- (Sudáfrica)

10. Tienda de techo familiar desplegable con kit de suelo y parasoles Hannibal Jumbo Tourer Kit (Sudáfrica)