Las fachadas y superficies reflectivas llegan a la arquitectura residencial tras décadas de uso en rascacielos y edificios estrella.
Espejos y metal reflectivo -acero, aluminio- obran ilusiones ópticas que funden el edificio con su entorno hasta hacerlo prácticamente desaparecer.
Mantener una fachada reflectante (y velar por su seguridad)
Pero el juego de espejos de las casas que se ocultan mostrando en sus paredes lo que hay alrededor también presenta sus retos e inconvenientes cuando la instalación se realiza en climas áridos con jardines o vegetación circundante:
- las superficies reflectantes, sean de espejos o metal, son difíciles de mantener: la acumulación de polvo, partículas y manchas de humedad repercuten sobre el efecto espejo perseguido;
- espejos y lentes se han usado desde la Antigüedad para concentrar calor en un punto concreto mediante la reflexión de los rayos solares; se requiere planificación para evitar efectos indeseados como el calentamiento de superficies aledañas e incluso posibles fuegos, daños oculares, etc. Es necesario evitar formas convexas orientadas hacia el sol.
Conocer los efectos de un espejo convexo
Si bien el rascacielos de Rafael Viñoly en 20 Fenchurch Street, Londres, pretendía únicamente reflejar cambiante cielo de la capital británica, su superficie convexa y acristalada concentra los rayos solares a pie de calle con tanta eficiencia que produce temperaturas récord (se puede cocinar a pie de calle) y derrite el plástico de vehículos.
Otros grandes edificios reflectantes, como el Guggenheim de Bilbao, carecen de problemas similares y su comportamiento con los rayos solares recuerda al de las escamas plateadas de los peces en venta en las lonjas cercanas.
Consecuencias indeseadas como la proyección de rayos solares sobre la calle durante las horas más calurosas en edificios como 20 Fenchurch Street, recuerdan la importancia de la planificación de un edificio, no sólo debido a sus prestaciones y rendimiento, sino a sus consecuencias con lo circundante.
Materiales que reflejan el paisaje circundante
Los errores arquitectónicos más espectaculares de los últimos años combinan defectos de fabricación con desconocimiento o deficiencias en estudios de impacto.
Por sus características específicas, las viviendas y pequeños edificios reflectantes deben acometer, aunque a menor escala, los mismos estudios que deberían haber impedido fenómenos como el del edificio de Viñoly en Londres.
(Vídeo de The Telegraph sobre los problemas de radiación que la estructura acristalada convexa del rascacielos londiense en 20 Fenchurch Street causa en una calle aledaña)
https://www.youtube.com/watch?v=N_fE2NGzdf4
La arquitectura reflectiva o “invisible”, como empieza a ser conocida, consiste en aplicar materiales pasivos (analógicos) que reflejan el paisaje circundante y crear la ilusión óptica a la que recurren interioristas para agrandar pequeños espacios con espejos: al mostrar el entorno, las paredes se confunden con el paisaje.
Superficies camaleónicas digitales: proyectar lo circundante para desaparecer
El siguiente paso de la arquitectura reflectiva son las superficies camaleónicas, capaces de comportarse como hologramas, mimemitándose con el entorno en función del momento e incluso cambiando de forma.
MegaFaces, la fachada cinética que ocupaba el lateral del pabellón diseñado por Asif Khan para los últimos Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, aventura las posibilidades de las fachadas que responden a estímulos modificando su morfología.
El potencial de fachadas cinéticas similares a MegaFaces, combinado con un comportamiento camaleónico en tiempo real que adaptara un edificio a su entorno, lograría efectos estéticos y medioambientales hasta ahora no logrados:
- desde la completa desaparición de un edificio por mimetismo con lo circundante;
- hasta a reducir o aumentar, según la conveniencia (en función de latitud, orientación, hora del día, estación), la absorción de rayos solares modificando el cromatismo;
- etc.
Emular la tecnología camaleónica de “Depredador”
Una de las representaciones quizá más acertadas del mimetismo camaleónico de superficies inteligentes con su entorno es evocada por una película de acción y ciencia ficción de 1987: en la primera entrega de Predator, protagonizada por Arnold Schwarzenegger, un comando paramilitar estadounidense lucha en la selva centroamericana contra una mortífera criatura alienígena que desaparece imitando el entorno.
(Imagen: fotograma de Predator –Depredador, 1987- filme en el que aparece una criatura con epidermis que mimetiza su entorno)
La tecnología evocada por la criatura de Predator puede emularse en fachadas que se comporten como pantallas retroiluminadas que proyecten lo captado en el entorno, usando tecnología LED y comportándose como enormes pantallas que evolucionan con lo circundante.
Tower Infinity: proyectando el cielo en paneles LED
El estudio estadounidense GDS Architects construirá el primer edificio con fachada “invisible” a partir de paneles LED que emulan el entorno para fundirse con éste.
Lo que sorprende de este proyecto camaleónico en tiempo real con tecnología LED es su escala: Tower Infinity será un rascacielos acristalado de 450 metros (1.476 pies) de altura, que se erigirá junto al aeropuertro Incheon de Seúl, Corea del Sur.
En otras palabras, existe tecnología para proyectar en una fachada, de manera bidimensional (paneles compuestos por pantallas retroiluminadas, o tecnología de proyección sobre la fachada que muestre lo captado por cámaras, como llevará a cabo Tower Infinity), o tridimensional (lo probado en Sochi con MegaFaces).
Buscando el equivalente fotónico a la visualización musical
Esta tecnología de proyección se comportaría como representación visual del entorno, una versión que se movería al compás de los fotones, y no de la música, como hace la visualización musical en aplicaciones como iTunes.
Ni representaciones visuales en pantallas ni proyecciones con potente iluminación pueden competir, de momento, con el coste y la sencillez de las superficies que proyectan el entorno por mera reflexión, ya sea usando espejos o metales con efectos similares: acero inoxidable, aleaciones de aluminio e incluso titanio (como la fachada escamosa del Guggenheim de Bilbao).
En los edificios reflectantes, el espejo produce la ilusión, una tecnología usada y conocida desde la Antigüedad, aunque más aplicada como arma de guerra u objeto para convertir sus principios físicos en “magia” para el pueblo llano:
- el espejo ustorio, cóncavo y de gran tamaño para concentrar los rayos en un punto determinado con fines bélicos: se especula que Arquímedes habría contribuido a incendiar la flota de Marcelo en Siracusa con el principio usado -eso sí, sin querer- en el edificio de Viñoly en Londres, apodado popularmente como “Walkie Talkie” por su aparatosidad formal;
- el uso de espejos para generar ilusiones visuales en la Antigüedad es evocado por Umberto Eco durante las escenas en el interior de la misteriosa biblioteca de la abadía en los Apeninos que sirve de escenario para El nombre de la rosa.
Privacidad, respeto por el paisaje, rendimiento, memorabilidad
La experimentación en arquitectura con “estructuras invisibles” va camino de convertirse en una tendencia. Entre las ventajas mencionadas por los arquitectos y clientes que experimentan con superficies-espejo, destacan:
- la sensación de privacidad, hasta el punto de fundirse con el paisaje para la mirada no acostumbrada: de ahí que hayan surgido pequeñas cabañas-espejo como estudios para artistas, centros de exposiciones e incluso cabañas que se convierten ellas mismas en objeto artístico (como la vieja cabaña de madera de Phillip K Smith III, que combina líneas horizontales de la madera original con otras revestidas con espejos, lo que la funde con el entorno desértico del interior de California donde se sitúa);
- el respeto por el paisaje y su celebración, como el cubo (4x4x4 metros) minimalista con fachada de cristal suspendido en un árbol en Harads, al norte de Suecia;
- el rendimiento medioambiental en latitudes donde la reflexión de la luz solar sobre ni la fachada ni el propio diseño de las paredes representan un riesgo de concentración de rayos solares en el entorno inmediato (y el consiguiente riesgo de calentamiento o incluso incendio); Green Orchard, una vivienda con fachada acristalada en South Gloucestershire (Reino Unido), de la firma Paul Archer Design, usa su superficie de aluminio reflectante para regular el ambiente interior de la casa (ventilación y climatización pasivas), con impacto medioambiental neutro (el equivalente en el Reino Unido al estándar alemán Passivhaus es Zero Carbon Housing);
- convertir el edificio en obra memorable con vocación artística, acompañando, cuando se trata de edificios como museos de arte contemporáneo, a la obra albergada; a la fachada de titanio reflectante del Guggenheim bilbaíno, se han unido el edificio del Museo de Arte Contemporáneo de Cleveland, con fachada de espejos; o el proyecto ganador para albergar el museo Museum Boijmans Van Beuningen de Rotterdam, que evoca un bol recubierto de espejos coronado por un jardín en su azotea.
El precedente de la arquitectura orgánica
A medio camino entre las animaciones bidimensionales y tridimensionales para mimetizarse con el entorno y los actuales edificios-espejo, se encuentran los edificios cuya fachada mimetiza la superficie y el cromatismo circundantes; o aquellos semienterrados, o bien integrados en la roca, recubiertos de vegetación, etc.
Uno de los objetivos de la vertiente arquitectura moderna y orgánica de mediados del siglo XX consistía en integrar el edificio con su entorno de manera armoniosa, si bien Frank Lloyd Wright y otros representantes de la corriente no perseguían hacerlos desaparecer con efectos visuales.
Las casas contemporáneas con fachada reflectante evocan las propiedades del espejo que tanto maravillaron en la Antigüedad.
La relación de estas viviendas con el paisaje con la travesura visual de la historia de Lewis Carroll que sitúa a Alicia al otro lado del espejo, ideando así una dimensión paralela de lo conocido.
Al fin y al cabo, una casa que se funde con el entorno juega con nuestra percepción cotidiana de las propiedades sólidas y tangibles de una de las creaciones más ancestrales: el abrigo donde nos cobijamos.
10 casas “invisibles” con fachada reflectante
1. Casa en el Lago con fachada reflectante -de espejo- por UUfie (2013, Kawartha Lakes, Ontario, Canadá)
2. Tree Hotel, estancia-cubo -4x4x4 metros- en un árbol por Tham & Videgård (2010, Harads, Suecia)
3. Granero Invisible con paredes y tejado recubiertos de papel de aluminio -mylar- por STPMJ (2014, Socrates Sculpture Park, Nueva York)
4. House wz2, casa de 1950 renovada con fachada de espejos por Bernd Zimmermann (suroeste de Alemania)
5. Cabaña-performance en el desierto Lucid Stead por Phillip K Smith III (High Desert, California)
6. Casa de puertas correderas reflectantes Mirror House por Anouk Vogel (2013, Almere, Holanda)
7. Casa con fachada de aluminio pulido Green Orchard por Paul Archer Design (South Gloucestershire, Reino Unido)
8. Pabellón para un artista por DHL Architecture (2008, Ámsterdam, Holanda)
9. Pequeña casa de campo de aluminio por Toyo Ito (2004, Minamikoma-gun, Yamanashi, Japón)
10. Soft-Hard Aluminum House por Terunobu Fujimori (2014, afueras de Tokio, Japón)
Extra:
11. Casa con fachada de aluminio corrugado Rebel House por MONO (2013, Almere, Holanda)