Laboratorios de marcas, diseñadores y estudiantes exploran la intersección entre la ropa (moda) y los habitáculos ligeros (arquitectura) para resguardarse durante emergencias o debido al creciente estilo de vida nómada. Son refugios portátiles, o “wearable shelters”.
Desde Adidas a jóvenes diseñadores que financian sus primeros trabajos a través de plataformas de financiación entre usuarios como Kickstarter, Indiegogo y alternativas, pasando por entusiastas del “hazlo tú mismo” (DIY), la moda para llevar y resguardarse capta el interés de una nueva generación atenta a los estímulos de su entorno.
Respuesta “high low tech” a una realidad más nómada, saturada, impredecible
Convergen varias tendencias entre la moda y la arquitectura:
- creciente variabilidad climática y eventos meteorológicos y naturales extremos, que demandan movilidad y flexibilidad;
- nomadismo inducido: con un entorno laboral más incierto mayores constricciones económicas que generaciones anteriores, los nuevos adultos agudizan su carácter de “buscavidas” y de “omnívoros culturales“, accediendo al bienestar de manera flexible (usando bajo demanda, alquilando, compartiendo, en lugar de comprar de por vida);
- interés en el campo de la “high low tech”, o tecnologías sencillas y/o tradicionales que ofrecen soluciones sólidas a problemas actuales, un campo en el que se interesan instituciones como el MIT, que ha creado un departamento para explorar este concepto;
- voluntad de abstraerse de un entorno plagado de distracciones, con abrigos y otras prendas que improvisan un microespacio de introspección en cualquier lugar: transporte público, descanso o meditación durante el tiempo libre en el trabajo, etc.
Más allá de la movilidad mochilera para el nómada urbanita
Los refugios portátiles son una alternativa ligera a las aparatosas mochilas almacenando tiendas de campaña y sacos de dormir convencionales.
Su objetivo es crear diseños que se adapten al uso en cada situación, sin necesidad de acarrear elementos adicionales: prendas que se comporten como ropa o ligero refugio esporádico para el descanso casual, de emergencia, etc.
Una demostración (en vídeo) de JakPak, una chaqueta impermeable que incorpora tienda individual y saco de dormir:
Cultura nómada ocasional y nuevos itinerantes
La nueva cultura nómada no se mueve con las estaciones o las migraciones de animales, como hicieron durante milenios los pueblos itinerantes de Eurasia y Norteamérica, sino como consecuencia de una nueva mentalidad y expectativas debido a cambios tecnológicos, laborales y de movilidad.
Los profundos cambios de la última década (un lustro de acceso irresponsable al crédito y un lustro de brutal contracción económica, período conocido ya como la Gran Recesión) inciden sobre las expectativas y visión del mundo de la Generación Y o millennial:
- asistimos a la mayor crisis de identidad de las clases medias (pilar del bienestar transversal logrado en las sociedades avanzadas desde la II Guerra Mundial), debido a que muchas profesiones liberales desaparecen y otras se precarizan;
- como consecuencia, se acaba la era de la estabilidad (laboral, geográfica, ideológica), asistimos al “fin del trabajo” tal y como lo conocemos (Jeremy Rifkin), o al “fin de la media” (Tyler Cowen);
- la flexibilidad, el omnivorismo cultural y las profesiones del conocimiento más demandadas serán los grandes ganadores de un entorno socioeconómico cada vez más desigual.
Prototipos de moda+arquitectura como síntoma de un cambio de paradigma
Los refugios portátiles son apenas una expresión creativa o prototipo cotidiano -y a la vez alegórico- de estas transformaciones.
A la deslocalización de los trabajos industriales, en marcha desde finales de los 80, se han unido el crecimiento de China y las economías emergentes (y sus nuevas clases medias); la sociedad del conocimiento; la robotización; la Internet ubicua, etc.
(Imagen: esbozos del diseño chaqueta+tienda Sans Shelter, por Justin Gargasz)
En un entorno de mayor escasez, el único modo de crecer económicamente (sin recurrir a la especulación financiera) es producir más valor (mayor productividad y contenido tecnológico de los bienes fabricados) con menos material, o “desmaterialización”.
Objetivo “desmaterialización”: productos con más servicio y menos material
Los productos acumulan más servicio y contenido intelectual en menos material; el mercado de la innovación frugal tendrá lugar a menudo en microfactorías.
En estos pequeños talleres, que retornan a los centros urbanos de los países desarrollados debido a innovaciones que superan la ventaja competitiva de las economías de escala (antes: producir mucho y barato; ahora: producir bajo demanda), pequeños equipos especializados interaccionarán emulando a las empresas de Internet (“desarrollo ágil”, iterativo e incremental, basado en el ensayo-error, el prototipado sobre la marcha y la mejora constante).
Los refugios portátiles son un experimento más en una época en que muchos jóvenes creativos deben crear su propio puesto de trabajo.
El objetivo de estos emprendedores coincide en última instancia con el de las empresas consolidadas más innovadoras: crear más riqueza usando menos material.
Laboratorios de la moda y arquitectura itinerantes del futuro
Algunas de las propuestas de este nuevo segmento en la interesección entre las prendas textiles y las tiendas de campaña más ligeras y versátiles proceden de necesidades específicas en diversos ámbitos:
- el ejército, por ejemplo, estadounidense usa ponchos de material sintético pueden ser usados como improvisadas tiendas de campaña;
- diseñadores y ONG han colaborado en aplicaciones como 15belowproject.org, proyecto para diseñar una chaqueta para sin techo viviendo en Canadá; la “15 below jacket” es una prenda diseñada para mantener el calor corporal en el invierno extremo canadiense, donde la temperatura alcanza a menudo los 15 grados Centígrados bajo cero;
- el diseñador londinense Tom Dixon y Adidas han experimentado con parkas que se convierten en saco de dormir cuando llega el momento y hay que usar el sofá de un amigo; sudaderas ultraligeras que se pliegan en el interior de uno de sus varios bolsillos, con el tamaño de un minúsculo y ligero monedero; o prendas multifuncionales -como una prenda exterior 5 en 1: abrigo, chaqueta, pantalón, falda o pantalón corto-.
La utilidad de los diseños conceptuales
Los “wearable shelters” suelen explorar la ligereza, resistencia y flexibilidad de tejidos sintéticos como el elastano y sus alternativas.
Si bien la mayoría de los diseños carecen de aplicación comercial a corto plazo, se trata de diseños con novedades que acaban incorporadas en prendas más convencionales (la simbiosis entre los textiles tradicionales y los “wearable shelters” es similar a la relación entre autos comerciales y conceptuales).
(Imagen: esbozos del diseño chaqueta+tienda Sans Shelter, por Justin Gargasz)
Abundan las chaquetas y vestidos con varios propósitos, si bien la ligereza, resistencia y capacidad de compresión de los tejidos permite experimentar incluso con zapatillas deportivas que ocultan una tienda de campaña individual en redes laterales dispuestas como un paracaídas plegado.
La chaqueta que muchos desearíamos poseer
Se trate o no del siguiente paso exploratorio en refugios para llevar, el proyecto “Walking Shelter” (cobijo que camina) nos recuerda que se difuminan las fronteras de la innovación.
Quizá pronto incluyamos sacos de dormir y tiendas con tejidos más finos, ligeros y flexibles, capaces de plegarse en el cuello de una chaqueta, su bolsillo interior o un estuche no mucho mayor que un teléfono móvil.
1. Línea de chaquetas Sans Shelter de Justin Gargasz
La línea de “wearable shelters” diseñada por Justin Gargasz está compuesta por tres diseños de chaqueta que incorporan en su interior una tienda, sin renunciar a calidad en los acabados y a una estética urbana, al usar nylon y lona encerada.
Los tres refugios portátiles se benefician de técnicas tradicionales de plegado y enfardado que el diseñador aprendió mientras viajaba por el norte de la India.
A simple vista prendas casuales con estética equiparable a cualquier chaqueta convencional, el contenido del interior de los abrigos (que actúa como aislante cuando está plegado) se convierte en minutos en una tienda que puede ser asegurada contra un árbol, valla, aparcamiento de bicicletas o incluso la misma bicicleta.
La intención inicial de los diseños de Justin Gargasz es proporcionar cobijo temporal de meditación en un entorno periurbano (parques, festivales musicales, transporte público) más que en plena naturaleza.
2. Zapatillas de caña alta con tienda incorporada por Amelia Borg
El proyecto Walking Shelter trata de honrar su nombre: la diseñadora Amelia Borg del colectivo de arquitectos australianos Sibling ha concebido unas zapatillas deportivas femeninas de caña alta con una visible malla externa que alberga una tienda de campaña, plegada en el interior como si fuera un paracaídas.
Cada zapatilla guarda en el exterior de su caña la mitad de la tienda de nylong, que carece de estructura rígida: el armazón lo proporciona el mismo ocupante, que puede improvisar un pequeño rincón de descanso o introspección en un parque, en el recreo de los estudios o el trabajo, durante un concierto, etc.
3. Prendas de viaje multifuncionales de Tom Dixon para Adidas
El diseñador Tom Dixon ha colaborado con Adidas para diseñar un armario completo y multifuncional que ocupe un espacio y peso mínimos, y sirva para virtualmente cualquier ocasión durante un viaje de una semana.
Para lograrlo, el diseñador y la marca han escogido tejidos utilitarios y resistentes, pese a su textura fina y ligera. Las prendas:
- una parka que hace honor a su nombre (acolchada por dentro e impermeable) que se transforma en saco de dormir;
- suéteres impermeables extrafinos con gorro incluido que se guardan en un pequeño bolsillo incluido, el cual sirve como almacenamiento o monedero cuando la prenda está en uso;
- conjunto femenino modular con estética minimalista que se convierte en abrigo de tres cuartos, chaqueta corta, pantalón, falda o pantalón corto.
4. Chaqueta + saco de dormir de Hardy Blechman para Penfield
Penfield, firma de ropa de invierno fundada en 1975 por el pionero de la ropa técnica estadounidense Harvey Gross en Hudson, Massachusetts, comercializa una versión de sus chaquetas deportivas de invierno diseñadas por Hardy Blechman que incluye un saco de dormir.
Cuando no está en uso, el saco de dormir puede almacenarse en la chaqueta o comprimirse y convertirse en un cojín. Penfield realizó una pequeña tirada con el diseño en la temporada de invierno 2008-2009, aunque este tipo de diseños experimentales inspiran prendas futuras.
5. Refugio para llevar por Lucy Orta
Refuge Wear es uno de los proyectos pioneros de la tendencia de los refugios para llevar o “wearable shelters”. La diseñadora británica Lucy Orta concibió esta línea de hábitats portátiles y autónomos en el contexto de crisis económica de los años 80.
El objetivo de estas prendas era ofrecer movilidad, protección y meditación a las poblaciones itinerantes. Entre los diseños: una chaqueta que se convierte en tienda de campaña o una chaqueta que, al combinarse con otras, es capaz de crear una tienda para varias personas.
Lucy Orta ha estudiado durante varios años a poblaciones itinerantes tradicionales, tales como el pueblo roma europeo. Ahora, sus prendas recuperan su vigencia debido a la creciente movilidad y necesidad de improvisar espacios de introspección en un entorno que ha multiplicado sus estímulos (mediáticos, sociales, de clima extremo).
6. Refugio URNO (Urban Nomad) por Hila Lothan
El proyecto nació en 2007 para diseñar prendas de vestir que se convirtieran en refugio para los más desfavorecidos.
Fue uno de los primeros proyectos en combinar en sus diseños las distintas disciplinas implicadas en los refugios portátiles para el nómada urbano: arquitectura, diseño industrial, moda, anatomía y materiales reciclados.
7. Vestido que se convierte en tienda diseñado por estudiantes de la Universidad de Middlesex
Casa Portátil (“Portable Home”) es un refugio para llevar desarrollado en 2011 por 3 estudiantes de la Universidad de Middlesex en Londres: Franziska Lusser, Hanna Nielsen y Luca Romanyi, procedentes de Alemania, Suecia y Hungría, respectivamente.
Las estudiantes justificaban la utilidad de su diseño explicando su propia experiencia: “nosotras tres somos de uera, y sentimos que siempre estamos de un lado para otro”.
8. Abrigos transformables en saco de dormir o tienda por Veronika Scott
Veronika Scott, estudiante de diseño de Michigan, diseñó un abrigo DIY con materiales reciclados que debía superar varios retos: debía ser impermeable, abrigar lo suficiente como para cobijar a alguien durmiendo a la intemperie en el severo frío del interior de Estados Unidos, y versátil (abrigo de día y saco de dormir por la noche).
9. Wearable Shelter por Jin Hong, Sebastian Brauer y Jackie Starker
Se trata de un abrigo sintético que se convierte en tienda de campaña, diseñado en 2009 por estudiantes de la Universidad de las Artes en Filadelfia.
10. JakPak, chubasquero ligero con tienda individual y saco de dormir
JakPak es un diseño serio y disponible comercialmente que combina una chaqueta impermeable con las prestaciones exigidas por deportes al aire libre, que incluye tienda y saco de dormir.