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Greenpeace: sobre su origen, valores, visión de futuro

No hace falta presentar a la organización ecologista internacional que se autodefine como independiente económica y políticamente, fundada en 1971 en Vancouver, Canadá, por activistas antinucleares y objetores de conciencia estadounidenses opuestos a la Guerra de Vietnam.

Greenpeace defiende en sus estatutos la acción directa y la resistencia pacífica contra todo tipo de acciones que puedan deteriorar el medio ambiente, los recursos naturales y los derechos humanos.

Según la organización, el objetivo es “proteger y defender el medio ambiente y la paz, interviniendo en diferentes puntos del planeta donde se cometen atentados contra la naturaleza.

Greenpeace lleva a cabo campañas para detener el cambio climático, proteger la biodiversidad, acabar con el uso de la energía nuclear y las armas y fomentar la paz.”

Las tácticas de confrontación empleadas por la ONG han recibido una cobertura mediática mundial desde su fundación. Entre las causas que han recibido mayor atención de los medios y la opinión pública, destacan:

  • Las campañas contra la caza y comercialización de ballenas.
  • La oposición a la caza de crías de focas.
  • La denuncia de vertidos tóxicos en todo el mundo.
  • La oposición a la energía nuclear.
  • Campañas en contra de los cultivos transgénicos.
  • En los últimos años, han ganado peso las campañas contra el cambio climático y de protección de la biodiversidad.

A fecha de 2007, la organización divide su acción global en:

  • Lucha contra el cambio climático a través de la promoción de una revolución energética.
  • Defensa de los océanos contra la pesca indiscriminada y a favor de la creación de reservas marinas.
  • Protección de los bosques más valiosos.
  • Promoción de la paz y el desarme en zonas de conflicto.
  • Creación de un futuro libre de sustancias tóxicas.
  • Promoción de la agricultura sostenible.

La organización no acepta donaciones económicas de gobiernos, partidos políticos o empresas; se autofinancia con aportaciones de socios y donantes, así como con la explotación comercial de productos con el nombre de Greenpeace.

De un grupo contracultural del Pacific Northwest a Greenpeace International

Greenpeace nació en 1971 cuando un grupo de activistas antinucleares canadienses, con la ayuda de algunos cuáqueros y objetores de conciencia estadounidenses que se habían refugiado en Canadá para no participar en Vietnam, formaron una pequeña organización llamada “Don’t make a wave Committee” (Comité “No provoquéis un maremoto”), para protestar contra unas pruebas nucleares de EEUU, llevadas a cabo en un territorio con inestabilidad sísmica. Se temía que las pruebas, a parte del daño medioambiental, pudieran provocar un maremoto.

Como medida de protesta, el grupo fletó un viejo pesquero hacia el área donde se hacían los ensayos nucleares; pese a no conseguir, oficialmente, ningún efecto, la cobertura mediática de su acción derivó en el abandono de las pruebas por parte de Estados Unidos.

Como explica la propia Greenpeace en su página web, “en los años que siguieron, distintos grupos independientes, sin ninguna conexión entre sí, tomaron el nombre de Greenpeace en Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia.”

David McTaggart, un antiguo empresario canadiense aficionado a la navegación, ofreció su velero para que la organización protestara en contra de las pruebas nucleares que Francia llevaba a cabo en el Pacífico en 1972 y 1973. Posteriormente, McTaggart sería presidente de la organización desde principios de los 80 hasta 1991.

Los apoyos recibidos a las campañas contestatarias de la organización dieron pie a la constitución de las primeras secciones europeas de Greenpeace, en el Reino Unido, Francia y Holanda. En 1978, las secciones en Norteamérica, el Pacífico y Europa convergieron en Greenpeace International.

Según la organización, “desde entonces, Greenpeace ha evolucionado sin demasiados sobresaltos. Han sido años de experiencias, de aciertos y de errores.”

La organización

En 2007, Greenpeace asegura contar con tres millones de asociados en todo el mundo. “Con ellos, la organización intenta hacer frente a la creciente degradación medioambiental del planeta.”

El máximo organismo de decisión de Greenpeace es su consejo internacional, constituido por un representante de cada una de las secciones estatales, que es elegido por la junta directiva de su país.

“Para asegurar una adecuada coordinación, existe una oficina internacional en Ámsterdam, que trabaja con las 31 secciones nacionales.”

Críticas

Greenpeace ha sido criticada por gobiernos, empresas e incluso otros grupos ecologistas por motivos opuestos: la organización ha sido acusada de radical, amante del espectáculo mediático frívolo y poco constructiva, por un lado; y de haberse convertido en una organización para todos los públicos que necesita de la participación y condescendencia de los medios para justificar su supervivencia, por otro lado.

Entre quienes han criticado a Greenpeace por haberse convertido en una gigantesca y convencional organización, destaca Paul Watson, un antiguo activista que llegó a llamar a Greenpeace “las señoras Avon del movimiento medioambiental” (la familia Avon de Nueva York era conocida por su sentido caritativo, aburguesado y anticuado de la filantropía), debido al afán por conseguir financiación mediante campañas puerta a puerta.

Bradley Angel, otro antiguo miembro, dejó la organización para fundar Greenaction en 1997, debido a su disconformidad con una serie de despidos llevados a cabo en la sección estadounidense de Greenpeace.

El director de documentales islandés Magnus Gudmundsson (autor de Survival in the High North), ha centrado sus críticas a Greenpeace en el impacto social conseguido con las campañas contra la caza de ballenas y focas.

El documental fue considerado difamatorio por un tribunal noruego y Gudmundsson tuvo que pagar una indemnización a Greenpeace por daños y perjuicios.

La oposición de Greenpeace al uso de DDT, un pesticida sintético que puede causar cáncer y es letal para diversos animales y plantas, también ha provocado polémica, debido a que esta sustancia sintética era empleada para combatir la malaria en los países en desarrollo.

Las campañas de Greenpeace en contra del empleo y expansión de cosechas transgénicas han recibido réplicas de otros ecologistas, como Patrick Moore, antiguo miembro de la organización.

Un artículo publicado en Wikipedia (en inglés) profundiza en las críticas recibidas por Greenpeace a lo largo de su historia.

Campaña por una informática y electrónica verde

En agosto de 2006, Greenpeace lanzó una campaña bajo el título de Guía por una electrónica más verde, que establecía un ranking conformado por 14 fabricantes de informática y telefonía móvil, clasificados de acuerdo con el respeto medioambiental y la inocuidad de sus productos.

La campaña, que desde el lanzamiento de su primer informe fue mencionada por medios de comunicación como The Economist o The New York Times, animaba a los fabricantes cuyos productos habían sido analizados a limpiar sus productos a través de la eliminación de las sustancias peligrosas empleadas, así como a encargarse de su reciclado una vez se habían convertido en obsoletos.

En el contexto de la campaña, Greenpeace ideó un portal web basado en el diseño de la página corporativa de Apple, bajo el nombre de Green My Apple. El objetivo era, según Greenpeace, lograr que Apple dejara de emplear materiales peligrosos en sus productos.

Sea como fuere, nueve meses después del lanzamiento de la página, Steve Jobs, consejero delegado de Apple, anunciaba una política “más verde” para su compañía: A Greener Apple.

Greenpeace ha publicado de nuevo su punto de vista con respecto a las “mejoras” de Apple y otros fabricantes (en inglés) de electrónica en el empleo de productos no tóxicos y el reciclado de dispositivos obsoletos.