El DDT es un compuesto sintético empleado como insecticida y pesticida para combatir enfermedades humanas y plagas agrarias, hasta que en los sesenta se probara su toxicidad y peligrosidad.
Pese a haber sido prohibido como pesticida, su uso médico prosigue, especialmente en el control de la malaria.
El Dicloro-Difenil-Tricloroetano (DDT) es un compuesto incoloro y cristalino, con propiedades solubles en las grasas y en disolventes orgánicos, aunque insoluble en el agua.
Pese a haber sido sintetizado en 1874, sus espectaculares propiedades insecticidas (fue definido como “compuesto milagroso”, dados sus efectos) no fueron descubiertas hasta 1939, coincidiendo con el inicio de la II Guerra Mundial, donde fue empleado con éxito para combatir el tifus, la malaria y otras enfermedades transmitidas por mosquitos y otros insectos, tanto entre las tropas como entre la población civil.
Tras la guerra, la eficiencia del DDT extendió su empleo como pesticida y su producción aumentó vertiginosamente. El DDT fue empleado de manera generalizada para proteger de plagas las cosechas de todo el mundo, hasta que en los sesenta del siglo pasado la opinión pública conociera el impacto medioambiental del empleo de este compuesto sintético.
La denuncia de Rachel Carson
En el exitoso libro Silent Spring (Primavera Silenciosa, 1962), Rachel Carson explicaba los peligros ecológicos derivados del uso del DDT. Carson aventuraba que, si se seguía empleando el insecticida, todos los pájaros del mundo desaparecerían.
Con la ayuda de otras personalidades científicas, Rachel Carson alertó sobre el peligro de contaminación irreversible de los alimentos, ya que el compuesto se acumulaba en las cadenas tróficas.
Una vez los estudios de Carson fueron ratificados por otros biólogos y científicos, la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA) prohibió el uso de DDT en 1972.
Su prohibición se extendió a otros países (los primeros en adoptar su prohibición fueron Noruega y Suecia; EEUU, ya en los ochenta países europeos como el Reino Unido). Sin embargo, en países como la India su uso no ha sido prohibido.
Pese a contar con la sentencia de un juez que ratificaba la peligrosidad del DDT por tratarse de una sustancia “potencialmente cancerígena para el hombre”, el entonces administrador de la EPA, William Ruckelshaus, desestimó la opinión del letrado y decidió permitir algunos usos del compuesto. No obstante, dada la presión popular:
- El DDT fue excluido de la lista de sustancias autorizadas en la protección de plantas y el control de plagas.
- Actualmente, se prohibe la producción, uso y venta de todos los productos de protección de plantas que contengan DDT.
Prevenir la malaria sin poner en peligro a personas, animales y plantas
Pese a que la Organización Mundial de la Salud anunció en 2006 que volverá a emplear DDT como insecticida para erradicar la malaria en interiores de residencias (y matar así a los mosquitos que transmiten la enfermedad).
Pese a que el organismo internacional considera que este uso no es peligroso para la naturaleza y, en cambio, efectivo en la prevención de esta enfermedad, su empleo sigue siendo polémico.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) planeó la eliminación de 12 compuestos considerados “plaguicidas y productos químicos industriales peligrosos que pueden matar a la gente, producir daños en el sistema nervioso e inmunológico, provocar cáncer y desórdenes reproductivos, así como perturbar el desarrollo normal de lactantes y niños”, entre los cuales se encuentra el DDT.
Por sus características, según el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes de mayo de 2005, el DDT entra en la clasificación de los compuestos:
- Altamente tóxicos; son estables y persistentes y tienen una duración de décadas antes de degradarse; se evaporan y se desplazan a largas distancias a través del aire y el agua, y se acumulan en el tejido adiposo de los seres humanos y las especies silvestres.”
El DDT y la Malaria
Quienes se muestran a favor del empleo del DDT para combatir la malaria arguyen que:
- Es un método eficaz que consiguió erradicar la malaria en Europa y prácticamente hizo lo propio en el subcontinente indio.
- Defienden la idoneidad de la sustancia debido al bajo coste de su aplicación y al hecho de no tener problemas de pantentes.
Sin embargo, la comunidad ecologista y parte de la comunidad científica no cree que el DDT sea beningno:
- El DDT es nocivo para la cadena trófica y los animales y potencialmente cancerígeno para el ser humano.
- Pese a no haber sido prohibido en la India, la malaria continúa presente en el país, pese a haber descendido de 100 millones de casos en 1935 a brotes aislados en la actualidad.
Toxicidad
Los efectos del DDT sobre la salud humana son controvertidos, ya que numerosos estudios presentan resultados dispares:
- El DDT es catalogado como “moderadamente tóxico” por el Programa Nacional de Toxicología de EEUU.
- Toxicidad crónica: el DDT ha sido asociado a problemas neurológicos y psiquiátricos.
- Cáncer: La EPA clasificó en 1987 el DDT como sustancia cancerígena.
- Otros estudios relacionan el empleo de DDT con problemas reproductivos y de desarrollo infantil.
El DDT y el medio ambiente
Entre los efectos adversos del DDT sobre la salud de los animales, destacan:
- Fallos en la reproducción y en el desarrollo.
- Posibles defectos en el sistema inmunológico y muerte prematura de aves.
- Efectos renales y hepáticos.
- Bloqueo del desarrollo sexual en numerosos animales, durante varios estudios.
- Reducción de la calidad y cantidad de animales microscópicos en el fitoplancton, pilar fundamental de la cadena trófica en la vida acuática.
- El DDT ha sido detectado en animales en el Ártico, prueba clara de su acción e influencia sobre el desarrollo de la vida en el Planeta.
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