Durante el último Mobile World Congress de Barcelona, Nokia presentaba Remade, un prototipo móvil fabricado con materiales reciclados y reciclables, sin componentes tóxicos y con una superficie de acero pulido procedente de latas de conserva. Eso sí, para que nadie se animara más de lo justo, el prototipo no estaba preparado siquiera para hacer llamadas.
Aunque no cabe duda de que la industria tecnológica se prepara para ofrecer productos sostenibles a los usuarios, adelantándose a lo que perciben los estudios de mercado: los usuarios ya no están dispuestos a comprar un producto por cuestiones meramente relacionadas con las prestaciones o calidad de un aparato. Llega la toma de conciencia sobre las prestaciones “éticas” de la tecnología.
El resultado estético, más parecido al diseño industrial de Apple o Porsche Design que con una lata de atún, pruede comprobarse en este vídeo.
Todavía es un concepto
Que el prototipo no pudiera ni hacer llamadas (todavía -creo- la principal función de un móvil), no pareció importar al consejero delegado de Nokia, Olli-Pekka Kallasvuo, al presentarlo a todo el mundo en la medieval Llotja de Mar de Barcelona, junto a las novedades comerciales de la marca.
Si la empresa da importancia al nuevo modelo conceptual, no se entendería que Remade fuera simplemente una tímida jugada de marketing.
Si es una visión con vocación realista y comercial, y no un simple ejercicio de prospectiva para ayudar en bolsa o generar algo de movimiento en los blogs especializados, el primer fabricante mundial animaría a otras marcas a seguir sus pasos.
Compartiendo patentes
Parece acercarse el momento en que las marcas de telefonía, o informática, compitan en aspectos como la sostenibilidad de los materiales y no sólo en las funcionalidades, el diseño, el precio o la plataforma operativa empleada.
Como ejemplo, el nacimiento de Eco-Patents Commons (que el nombre recuerde a la licencia Creative Commons no es una coincidencia, claro).
Tomando como inspiración el éxito del software de código abierto, un grupo de empresas (Nokia, Sony, IBM y Pitney Bowes) compartirá gastos y beneficios en investigar nuevos materiales y tecnologías para “reducir los residuos, la polución, el calentamiento global y las necesidades energéticas”.
La idea es emular el dinamismo de los proyectos de software con licencia pública, donde la colaboración entre individuos, entidades y empresas y el acceso a la información en igualdad de condiciones han permitido reducir costes y aumentar la eficacia y calidad del software e Internet
Eco-Patents Commons dice que ofrecerá tecnologías desarrolladas para proteger directa o indirectamente el medio ambiente, y las pondrá a disposición de quien quiera consultarlas y usarlas, gratuitamente.
Los detalles de la iniciativa reconocen el secreto industrial y sólo garantizan la colaboración entre las empresas participantes cuando se trata de tecnologías que pueden “ayudar a otros a ser más ecoeficientes y operar en una manera más sostenible”. Un vídeo explica la iniciativa.
Incrementar la eficiencia energética o usar materiales reciclados y no tóxicos en productos tan implantados como el móvil (la tasa de penetración en muchos países europeos, incluida España, supera el 100%, lo que implica que hay más móviles en uso que habitantes), podría servir de ejemplo para otras industrias, como la informática y electrónica.
Nokia (telefonía móvil y redes de telecomunicaciones), IBM (servicios informáticos y de consultoría, así como grandes servidores y centros de datos) y Sony (electrónica de consumo, informática, telefonía móvil, industria del entretenimiento), tienen en sus manos el convertir Eco-Patents Commons en un nuevo modo de entender la fabricación de dispositivos.
Consumidor ético
Un factor distintivo más que, para un creciente número de consumidores, es mucho más importante que el color de una carcasa o la resolución de la cámara incorporada. El público objetivo constituido por el colectivo que se ha bautizado como “consumidores éticos” cotiza al alza. Una oportunidad para ampliar las ventas, al fin y al cabo.
El mismo vídeo que presenta el producto conceptual de Nokia acaba con una frase lapidaria que, como poco, funciona en clave de marketing. “Small actions + big numbers change the world” (pequeñas acciones más grandes números cambian el mundo).
Remade, según Nokia:
“Nuestra visión es trabajar en la creación de un dispositivo que podría fabricarse sin ningún componente nuevo. Estamos exlorando el uso de materiales recuperados y reciclados que podrían incluso cambiar el modo en que hacemos las cosas.”
“En Remade, materiales reciclados procedentes de latas de conserva, botellas de plástico y neumáticos son usados con pulcritud; a la vez que se reduce el material de los vertederos y se preservan los recursos naturales.”
“El concepto también se dirige a tecnologías de circuitería más limplias, así como a crear gráficos que ahorren energía.”
“Este es un caso de estudio que explora la potencialidad de nuevas ideas como parte del trabajo continuado de Nokia centrado en cómo ayudar a la gente a que pueda tomar decisiones más sostenibles. El concepto pretende inspirar y estimular el debate en torno a cómo los dispositivos móviles deben ser fabricados en el futuro.”
Una empresa con los recursos de Nokia -quien dice Nokia dice cualquier otro gran fabricante electrónico e informático- podría haber hecho mucho más que presentar un prototipo para “inspirar” modelos “futuros” y “estimular el debate”.
Under construction
Presentar un móvil sin esforzarse siquiera en que el prototipo pueda hacer llamadas es dar a entender que “se está trabajando”, aunque a los consumidores interesados en un móvil con las características explicadas les va a costar ver algo parecido en las tiendas.
“Remade. Rehecho en la tierra a partir de nada nuevo -sigue el vídeo, con una suave música chill-out de fondo-. Los materiales importan: latas de metal recicladas, botellas de plástico, neumáticos de caucho. Un interior más limpo: electrónica no tóxica, procesador de redimiento. Eficiente energéticamente: gráficos que ahorran energía, cargador sin gasto.”
Y Nokia acaba con la mencionada frase lapidaria. Si las pequeñas acciones y las grandes cifras pueden cambiar el mundo, podría empezarse cuanto antes.
Nokia es el buque insignia industrial de Finlandia, el ejemplo para Europa en modelo educativo, de desarrollo de la sociedad de la información y de destinación de recursos para investigación.
De ahí que la marca use tecnologías en Remade como una circuitería impresa, que abarata costes reduce el tamaño de los componentes y evita el uso de materiales tóxicos.
Nokia 3110 Evolve
El primer móvil Nokia en incorporar algo más que una política de buenas prácticas sobre reciclaje de modelos usados y otros aspectos destacados por Greenpeace en su ranking sobre la sostenibilidad de los principales fabricantes electrónicos y de telefonía móvil, es el 3110 Evolve.
La carcasa de este modelo incluye un 50% de material reciclado, su embalaje comercial es más reducido que los usados habitualmente y producido en un 60% también con material reciclado.
Su cargador es el más eficiente producido comercialmente por Nokia hasta el momento y usa un 94% menos energía que las recomendaciones de Energy Star, usadas por la industria como referencia.
Hay poco más que destacar. Que Nokia sea, según la guía sobre productos electrónicos de Greenpeace, una de las firmas que más avances ha hecho en sostenibilidad entre los 14 mayores fabricantes mundiales de electrónica y telefonía, dice más en contra del resto de fabricantes que a favor de la empresa europea.
Interesados por el bajo consumo y evitar paquetes innecesarios
A medida que los consumidores se informan y crece la preocupación por la contaminación, la peligrosidad de los materiales tóxicos y cambio climático, los productos éticos amplían su público.
Un informe de Nielsen a partir de encuestas en el Reino Unido muestra cómo el medio ambiente y la sostenibilidad se asocian a los productos de consumo. Y no sólo se trata de comida: el agua embotellada, el uso de bolsas de plástico, las bombillas y el detergente son temas que interesan, al tratarse de hábitos fáciles de modificar por parte del consumidor.
En el mismo estudio de Nielsen, cuando se pregunta a la gente qué tipo de productos intentan comprar activamente, quienes responden están interesados, por este orden, en: productos locales; productos sin envoltorios aparatosos; productos eficientes energéticamente; productos en envoltorios reciclados y reciclables; productos que no hayan sido probados en animales; productos de comercio justo; productos sin pesticidas; etcétera.
Tanto la eficiencia energética como el packaging del producto importan.
El mercado ético ya no es un nicho minoritario, dicen los estudios. ¿Qué ocurriría, entonces en un mercado como el de la telefonía móvil, con mayor penetración que el de la informática personal, si el mayor fabricante del mundo habla sobre llevar un teléfono ecológico a las masas?
(Nokia es, según IDC, el principal fabricante mundial de telefonía móvil, con una cuota de mercado del 40% en el cuarto trimestre de 2007; seguida de Samsung, Motorola, Sony Ericsson y LG Electronics. Estas marcas controlan el 80% de las ventas mundiales).
La auténtica tecnología global
Un cambio de base en el diseño de los productos que comercializan reduciría de inmediato la huella ecológica de un mercado tecnológico que supera en clientes al informático. Hay 1.800 millones de suscriptores (Sólo en China, hay 500 millones de móviles en uso) y la penetración total llega al 50% de la población mundial: Uno de cada dos habitantes del planeta tiene al alcance un móvil, aunque éste no sea de su propiedad.
Más del 90% del planeta tiene cobertura. Qué significa este dato: si tienes un teléfono tribanda o cuatribanda (como el iPhone, por ejemplo), puedes llamar -o ser localizado- en cualquier rincón del mundo.
La telefonía móvil, a diferencia de la informática personal e Internet, ha llegado hasta las aldeas más apartadas de los países más pobres, y está generando oportunidades formidables para su población.
Nokia, a diferencia de Apple, cuyo iPhone va destinado a los jóvenes profesionales de los países más ricos, tiene en India a su segundo mercado más importante, sólo por detrás de China y superando a Estados Unidos, que hasta 2007 ocupaba el segundo lugar. Si aplicara a todos sus productos lo que aplica ahora a un prototipo que ni siquiera llama, el cambio se notaría en todo el mundo.
Los mercados emergentes no sólo ayudan a las ventas de Nokia, sino que la empresa ha abierto un estudio de diseño en la India: el objetivo no es sólo producir barato, sino certificar que la Investigación y Desarrollo también puede estar en India, dice Nokia con este movimiento.
La marca finlandesa hace bien en no enrocarse en su descomunal sede escandinava y crear equipos de trabajo relacionados con Remade en mercados con la importancia de la India.
Móviles verdes Vs. vida útil de los dispositivos
Según la iniciativa de reciclaje de móviles en Estados Unidos Recycle My Cell Phone, de Earthworks, la vida útil media de los móviles es de 18 meses.
Sólo en este país, 130 millones de móviles son desechados anualmente, la mayoría de los cuales acaba, sin ser debidamente tratados ni procesados, en vertederos convencionales, tras permanecer una temporada olvidados en alguna estantería.
Ni la iniciativa Remade de Nokia, ni Eco-Patents Commons intentan promover la duración de los móviles. Aumentar el ciclo de vida de los propios dispositivos móviles constituye la mayor protección posible en estos momentos.
Aunque, claro, un dispositivo que dura impide la venta de un modelo nuevo. Las políticas de incentivos de las operadoras móviles tampoco ayudan, al subvencionar los dispositivos.
Tiene más sentido que nunca plantearse el impacto medioambiental de la telefonía móvil, cuando, según Eurostat, la telefonía móvil desbanca a la fija y un creciente número de hogares europeos prescinden totalmente del teléfono fijo en casa.
Las cifras serían aún más dramáticas, de no ser porque las líneas fijas van asociadas a tecnologías de acceso a Internet como el ADSL.
La cultura del vender más
El iPhone ha visto, desde su lanzamiento hace un año, cómo el primer modelo de 4 GB era sustituido por uno de 8 GB. Apple dejó de fabricar el modelo con menos capacidad y ha añadido un último dispositivo con 16 GB de memoria. Tres modelos en un año. Los accionistas, claro, están contentos.
Los analistas basan las previsiones (y los inversores se basan en los analistas) en “señales” o “pistas” del mercado o de la propia marca. Si Steve Jobs dice “tenemos un nuevo iPhone con más capacidad”, la información repercute positivamente sobre el valor de la empresa. Lanzar nuevos modelos y fomentar las ventas no son, claro, algo malo.
Si Nokia, Apple, Sony o Research in Motion quieren realmente reducir su huella ecológica y, con ello, contribuir a que nosotros reduzcamos la nuestra, el primer paso es lanzar productos con un ciclo de vida muy superior. Los dispositivos bien diseñados son como las buenas camisetas o los tiestos de terracota. Cuando envejecen, gustan más.
Linc: tan atractivo como el iPhone, gasto cero
La esperanza está puesta en conceptos que inciden sobre el ciclo de los productos y la total reutilización de sus componentes.
Yo quiero un Linc (más detalle, a continuación)
Un ejemplo cercano a la obra de arte en diseño industrial: Linc.
Tras hacer clic sobre esta foto, cualquiera convendrá que, puestos a pedir, preferiría que llegara pronto a España este aparato, en lugar del iPhone. Quede claro, eso sí, que el impecable iPhone existe; Linc es un mero diseño conceptual. Pero qué diseño.
La conferencia Greener Gadgets, celebrada el 1 de febrero de 2008 en Nueva York, presentó algunas propuestas para crear aparatos electrónicos e informáticos más verdes. Acudieron grandes compañías, pequeñas empresas recién creadas, think tanks e inversores tecnológicos.
La organización The Greener Grass, proyecto creado por Kaleidoscope, una empresa estadounidense especializada en estrategias de diseño y desarrollo de producto, parece que aprovechó la conferencia: su dispositivo móvil conceptual Linc, un aparato con una espectacular pantalla táctil que parece el alumno aventajado del iPhone, debería convertirse pronto en realidad industrial.
Según Greener Gadgets, Linc “es un típico teléfono con toda la conectividad y funciones que se puedan esperar. Cuenta con teléfono móvil, reproductor multimedia, navegador de Internet, GPS, espacio para descargar contenidos, Bluetooth, wifi y redes 3G.”
“Pero la novedad no reside aquí. Linc es proporcionado al usuario como servicio en forma de ‘leasing’, y no como un producto.”
- Según Linc, el usuario mantiene el dispositivo adquirido durante un año y, cuando llega la siguiente generación de componentes, el usuario recibe por correo un nuevo aparato.
- El viejo aparato, al corriente de que el usuario renueva su dispositivo, transfiere inalámbricamente toda la información sobre el usuario y los contenidos almacenados al nuevo dispositivo.
- Una vez el usuario a acabado, es informado de que el viejo aparato debe ser enviado al centro de distribución del producto más cercado (el dispositivo incluye valiosos materiales como aluminio, cristal y componentes electrónicos, que son totalmente reutilizados por el fabricante).
- Linc ha sido diseñado para ser desemsamblado sin esfuerzo, de un modo automático y sin dañar ningún componente, para garantizar su reutilización.
Según The Greener Grass, “Linc cambia por completo el paradigma de los actuales modelos de producción y consumo. Si fuera adoptado, un diseño con estas características reduciría enormemente los residuos peligrosos y mejoraría la salud medioambiental, al evitar la creación de basura tecnológica.”
Todas las ventajas de tener un viejo y un nuevo dispositivo a la vez.