Fomentar la responsabilidad social corporativa entre las pequeñas y medianas empresas no es fácil. La primera reacción cuando se les formula su interés por la responsabilidad social es preguntar por el coste que supone.
Y, la realidad, según pone de manifiesto el primer Libro Blanco de RSC elaborado en España, es que “hoy por hoy, la RSC tiene un coste para las empresas. Que luego se pueda convertir ese coste en una mayor facturación, en una mayor penetración, sí, pero visualizarlo por un pequeño empresario es muy complicado”.
Según el último informe de Forética sobre la Responsabilidad Social de las Empresas elaborado el pasado año, la RSC es un concepto incipiente “que cada vez empieza a cobrar más interes dentro del tejido empresarial, independientemente de su tamaño”.
El 50% de las empresas consultadas en el estudio conoce lo que significa el concepto de la RSC, y el 71% afirma que no es una moda pasajera.
El propio estudio de Forética pone de manifiesto que la responsabilidad social no es un concepto exclusivo de las grandes multinacionales, sino que las pequeñas y medianas empresas juegan un papel muy importante.
Y esto es así, porque la incorporación de inmigrantes en las empresas cada se está haciendo cada vez más realidad. “El área de mayor crecimiento en una empresa para los próximos años será el de aprender a gestionar la diversidad, un área muy poco madura en la actualidad”.
No obstante, y pese a la importancia de los hechos, la RSC tiene mucho mayor peso en una gran empresa (94% de los encuestados por el informe de Forética, frente al 6% de la pyme).
Las cifras no lo son todo
A pesar de las cifras, la pequeña y mediana empresa aún tiene un largo camino por delante.
El propio Libro Blanco reconoce que “la RSC no tiene por qué significar para las empresas asumir obligaciones nuevas, sino simplemente mostrar que el modo de hacer negocios que ya realiza habitualmente corresponde a criterios de responsabilidad. En este sentido, no hay la menor duda de que muchas pymes pueden dar ejemplo de RSC a organizaciones multinacionales”.
En España tenemos varios ejemplos de empresas familiares que con el paso de los años han convertido la RSC en un modo de hacer negocios. Estamos hablando de compañías como Ferrovial o Acciona, entre otros nombres.