Los microcoches o vehículos ultra-compactos, la categoría más pequeña de vehículos con tres y cuatro ruedas, reaparecen con fuerza tras haber tenido cierta relevancia en las dos décadas posteriores a la II Guerra Mundial.
Entonces, los problemas económicos de una Europa debastada por los conflictos, donde era frecuente el racionamiento de combustible, además de su precio elevado, sentaron las bases para que irrumpiera esta nueva categoría de vehículos.
Motocarros revisited
A caballo entre las motocicletas (por ejemplo, una Vespa, también surgida tras la II Guerra Mundial por los mismos motivos) y los automóviles subcompactos (Fiat 500), los microcoches han sido también conocidos como ultra-compactos, ciclochoches o coches burbuja, debido a las restricciones de carrocería propias de su tamaño comprimido, lo que infiere a la mayoría de los modelos una cierta voluminosidad vertical.
No existe una definición inequívoca para los microcoches, ya que las especificaciones a menudo varían en función del país. No obstante, la categoría suele componerse por vehículos económicos y eficientes de 3 o 4 ruedas, con motores de combustión interna hasta 700cc o 1.000cc; o bien, en los últimos años, con motor eléctrico.
Lo pequeño puede ser bueno
Existen microcoches que podrían ser catalogados como vehículos subcompactos algo más reducidos. Es el caso del Toyota más pequeño, el iQ, que pese a su reducida talla tiene prestaciones y un habitáculo espacioso más propios de segmentos superiores. Sin embargo, tanto su diseño como su consumo son más propios del segmento más reducido, el de los microcoches.
El microcoche suele contar con:
- Dos asientos, para conductor y acompañante (pese a existir modelos con espacio para hasta 4 ocupantes).
- Motor comprendido entre los 49cc (propio de un ciclomotor) hasta los 500cc, 700cc o 1.000cc; o bien eléctrico.
- Tecnologías como la tracción, la suspensión o los frenos inspiradas o propias de motocicletas, tanto de pequeña como de gran cilindrada. Por ejemplo, la versión de BMW del microcoche paneuropeo Isetta tenía una mecánica derivada totalmente de las motocicletas de la marca.
Recordando el BMW 600 y otros Isetta
Las prestaciones de los ultra-compactos han variado con respecto a los primeros modelos, que a menudo carecían de marcha atrás o tracción compleja, además de tener frenos operados con cable. Y, con honrosas excepciones, como el BMW 600, el habitáculo de los primeros ultra-compactos era sustancialmente más reducido que el de los actuales.
Eran especialmente reducidos los -por otro lado, impecables- Isetta, diseñados en Italia en los años 50, aunque fabricados en todo el continente (España inclusive) bajo distintas marcas, BMW entre ellas.
Las marcas alemanas no sólo produjeron los Isetta más renombrados, gracias a la excelente mecánica de motocicletas BMW que atesoraron. Algunos fabricantes cambiaron la aviación militar por tecnologías civiles que contribuyeran a la recuperación del país. Fue el caso de Messerschmitt, que produjo los fiables y reducidos microcoches KR175, KR200 y TG500.
En Francia, destacaron los fabricantes Amilcar y Bédélia, mientras el Reino Unido contó con diminutos predecesores del archiconocido BMC Mini, fabricados por GN y Morgan.
A los modelos Isetta y Messerschmitt, se unió en los años 60 otro coche burbuja con mecánica y prestaciones propias de motocicleta: el Peel P50, fabricado en la Isla de Man y considerado el automóvil más pequeño jamás comercializado.
Además del Isetta, surgido en la empresa Iso Rivolta a principios de los 50 del siglo pasado, Italia ejerció un cierto liderazgo en el desarrollo conceptual del segmento de los microcoches. La propia Piaggio, con la colaboración de la francesa ACMA, produjo en Francia el Vespa 400, un microcoche con tracción trasera comercializado entre 1957 y 1961, cuya mecánica y diseño recuerdan a una versión comprimida del Volkswagen Escarabajo.
El Biscúter
La España franquista, subsidiaria tecnológica de Europa Occidental, pero con una economía todavía muy alejada de la italiana y la francesa, importó tecnologías de estos dos países para reimpulsar su anémica industria automovilística, que sin embargo era reconocida por la finezza histórica de algunas de sus propuestas, tales como los Hispano-Suiza o los deportivos que, ya en los 50, firmaría la catalana Pegaso, cuyo diseño y prestaciones no tenían tanto que envidiar a los británicos Aston Martin.
En el rango de los microcoches, la empresa barcelonesa Autonacional S.A. compró los derechos de un diminuto descapotable de los años 40, con mecánica básica y sin marcha atrás, desarrollado por el francés Gabriel Voisin.
Voisin había llamado Biscooter a la versión francesa, aunque Autonacional S.A. comercializó su modelo de 1953 con la marca castellanizada: Biscúter. Fue conocido popularmente como “zapatilla”, dada su semejanza a este tipo de calzado.
Para cualquier catalán o español, evocar el Biscúter es hacer lo propio con toda una época que se ha querido olvidar. Cuando se menciona “Biscúter”, también se quiere hacer lo propio con “carpetovetónico“, o se rememoran las andanzas de alguna película de Luis García Berlanga, o las azañas de algún tío abuelo.
El Biscúter formó parte de un contexto más amplio y el diseño de Gabriel Voisin tenía sentido en una Europa cuya población carecía de poder adquisitivo y el combustible era todavía racionado.
La autarquía franquista hizo las cosas todavía más complicadas en España aunque, como BMW demostró con sus versiones del Isetta, o Enrico Piaggio con su Vespa, a menudo las limitaciones agudizan el ingenio.
Los microcoches actuales
Los problemas económicos y el escaseo de combustible que afrontó Europa después de la II Guerra Mundial, así como las crisis energéticas de los años 60 y de 1973, incentivaron la producción de motocicletas y microcoches, tanto de tres ruedas como de cuatro.
Tras décadas de ostracismo, el segmento más pequeño de automóviles revivió de partir de 1998, año en que el primer Smart Fortwo salió al mercado, impulsado por Daimler y la compañía matriz de la marca de relojes Swatch.
La idea era crear un coche ultracompacto aunque seguro, con prestaciones de turismo y habitáculo suficientemente espacioso para dos ocupantes. El vehículo prometía la máxima movilidad, maniobrabilidad y facilidad de aparcamiento para facilitar la conducción cotidiana en los congestionados y densos centros urbanos europeos.
Asimismo, también se destacaba la frugalidad de su consumo y su buen comportamiento en carretera. Pese a unos inicios titubeantes, debido sobre todo a la existencia de más alternativas en la gama de subcompactos, la gama Smart se ha consolidado y también ha alcanzado cierta notoriedad en algunos centros urbanos estadounidenses, tales como la progresista San Francisco.
¿Y si Nicolas Hayek tenía razón sobre Smart?
Smart, cuya versión eléctrica, el Smart ED, entrará en producción en 2012, reivindica ahora la validez de su estrategia, en la que el consejero delegado de Swatch, Nicolas Hayek, había empezado a trabajar a finales de los años 80: en ciudades europeas sin orografía amable y ni clima apacible, donde el uso cotidiano de motocicletas es limitado, los microcoches aumentan su atractivo como alternativa de movilidad.
La lucha contra el cambio climático, el aumento de los precios del combustible, la mayor concienciación medioambiental, así como una cierta tendencia hacia lo pequeño y frugal, han impulsado nuevos microcoches, que ya compiten con el Smart o lo harán en los próximos años.
Varios de ellos tienen motor eléctrico y, pese a no haber sido diseñados para realizar grandes cargas o trayectos, los estudios de campo sobre los que se basa su desarrollo demuestran que existe un mercado potencial de microcoches.
Un segmento que atrae a los mejores diseñadores
Varios pequeños fabricantes se han propuesto competir en el nuevo segmento con modelos tanto eléctricos como convencionales. Es el caso del británico Gordon Murray, diseñador de Formula 1, que trata de impulsar la producción del T.25, un microcoche con altas prestaciones; Lumeneo (modelo Smera), la sueca Think (modelo Global) y la inia Reva (entre otros modelos, el nuevo NXR) comercializan -o lo harán en breve- microcoches eléctricos en Asia, Europa y Norteamérica.
Smart también competirá con modelos de grandes fabricantes: Renault (Twizy, que se fabricará en Valladolid y tendrá versión eléctrica, el Twizy Fluence), Toyota (iQ, que también presta chasis al microcoche de lujo de Aston Martin, el Cygnet) y Peugeot (con el BB1), entre otras marcas, estarán presentes en el mercado europeo con nuevos pequeños en su gama.
La concienciación por el medio ambiente y la demanda de movilidad en las grandes ciudades han logrado que el coche pierda testosterona en los últimos años, al menos para el público profesional urbano.
La industria responde finalmente a este cambio de paradigma con coches más pequeños, pronto eléctricos. De hecho, el cambio de mentalidad es tan profundo que, por primera vez, firmas relacionadas con la exclusividad y la potencia de los superdeportivos, como la británica Aston Martin, desarrollan su propio microcoche.
El próximo coche Bond podría ser un ultra-compacto
El Aston Martin Cygnet, un exclusivo y comprimido vehículo ensamblado sobre un Toyota iQ, presenta la calidad, los acabados y la atención por el detalle de la gama alta.
Lo pequeño y poco potente puede ser tan exclusivo como lo aparatoso, y nadie se escandaliza por ello. Hace unos años, la reacción habría sido distinta.
Falta todavía tiempo para saber si los microcoches consolidarán su nicho de mercado y si estamos preparados para la vuelta de vehículos como el Isetta.
Pese a las tendencias y los incentivos para comprar vehículos con emisiones reducidas, el consumidor tendrá la última palabra.
Listado de microcoches en producción (ahora o en los próximos 2 años)
1. Smart Fortwo ED
Smart fabrica su modelo eléctrico, el Smart Fortwo Electric Drive (ED) desde noviembre de 2009 en la planta francesa de Hambach, aunque los vehículos producidos hasta ahora se han entregado a clientes seleccionados de varias ciudades de Europa y Estados Unidos en régimen de leasing.
El Fortwo ED se comercializará a partir de 2012. Está equipado con batería de iones de litio, alojada entre los dos ejes para conservar el espacio en el habitáculo. Su autonomía es de 135 kilómetros (83 millas) y se recarga íntegramente en una noche, aunque la recarga para un recorrido parcial de 30 a 40 kilómetros está lista en unas 3 horas.
Cuenta con un motor eléctrico de 30 kW y acelera de 0 a 60 km/h en 6,5 segundos.
2. Renault Twizy Fluence
Renault ha confirmado que fabricará el Twizy, su nuevo microcoche eléctrico, en la planta de Valladolid a partir de 2011, pensando primero en suplir el mercado de Europa Occidental.
Por diseño, prestaciones, dimensiones y tecnología, el eléctrico más pequeño de Renault competirá con el Smart Fortwo ED y el Peugeot BB1, aunque podrían llegar nuevos competidores de envergadura en los próximos dos años. Renault cree, como Daimler (Smart) y PSA (Peugeot y Citröen) que en Europa Occidental hay demanda por microcoches eléctricos (maniobrabilidad en trayectos, economía de combustible y ausencia de contaminación).
La marca francesa fabricará 2 modelos eléctricos del Twizy: el primero tendrá 15 kW (equivalente a 20 caballos) de potencia; la segunda versión será menos potente (4 kW, o 5 caballos) y, dependiendo del país, no requerirá licencia de conducción para turismos.
Su diseño, menos ortodoxo que el del Smart, pretende reducir el peso total del vehículo, de 450 kilogramos, 100 de los cuales corresponden a la batería; ello aumenta la autonomía de la batería hasta los 100 kilómetros (60 millas). La batería se recargará totalmente, según Renault, en 3,5 horas.
Como Daimler-Smart y PSA-Peugeot, Renault hace hincapié en la seguridad del habitáculo, consciente de que será una de las preguntas frecuentes de los usuarios y empresas interesadas en adquirir un vehículo o flota con estas dimensiones y características técnicas.
3. Toyota iQ FT-EV
Presentado ya en el Salón de Ginebra de 2008, el Toyota iQ se comercializa en Japón y varios mercados europeos desde 2009, mientras la versión norteamericana se venderá bajo el nombre Scion iQ a partir de 2011.
Su diseño, con reminiscencias de otros modelos de Toyota aunque con una línea comprimida, se centra en reducir el consumo y la huella ecológica, mejorar la maniobrabilidad y maximizar el espacio interior (cuenta con modelos de 2 y 4 plazas, debido al espacioso habitáculo).
Hasta ahora, se han presentado, en Japón y Europa, hasta 5 modelos con motores distintos derivados del Toyota Aygo, todos ellos de combustión interna, desde los 1.000 cc hasta los 1.400 cc.
En enero de 2009, Toyota presentó en Estados Unidos una futura versión eléctrica del iQ, denominada FT-EV Concept, con batería de iones de litio y autonomía de 80 kilómetros (50 millas), que llegaría al mercado en 2012.
4. Peugeot BB1
Peugeot se atreve con un diseño menos convencional para su microcoche eléctrico, el BB1, con una carrocería que trata de aumentar la visibilidad y facilitar la conducción en entornos urbanos tan congestionados como los de Europa Occidental.
De momento un modelo conceptual, este ultra-compacto eléctrico mide 2,5 metros y cuenta con 4 plazas en un habitáculo que aprovecha prácticamente toda la longitud del chasis para erigir verticalmente la carrocería, por lo que las dimensiones de su interior (con 160 litros de capacidad) son similares a las de los modelos subcompactos actuales, con dimensiones muy superiores. Asimismo, sus puertas abren en sentido opuesto para facilitar el acceso.
Si el exterior espoco convencional, con una ventana frontal inclinada hacia adelante, lo que le infiere una forma de “doble burbuja”, en el interior sorprenden tanto el espacio como el diseño de la conducción.
El Peugeot BB1 eléctrico cuenta con un mecanismo de conducción más similar al de una motocicleta que a un volante convencional. Con ello, la marca pretende aumenta la capacidad de maniobra.
El BB1 eléctrico quiere combinar las ventajas de las motocicletas de gran cilindrada con la seguridad y la protección ante las inclemencias del tiempo de un automóvil.
La versión conceptual incluye faros LED, cámaras para asistir en la conducción y ranura para insertar el teléfono inteligente, que facilitaría la navegación GPS y el entretenimiento (música, por ejemplo).
Dos reducidos motores eléctricos ensamblados en la parte trasera generan la potencia equivalente a 20 caballo, todo ello en un vehículo con un peso de 600 kilogramos.
Peugeot planea una versión comercial del BB1. Falta saber qué opciones no estarán disponibles en el modelo convencional.
5. Aston Martin Cygnet
El Aston Martin Cygnet es definido como un microcoche de lujo y deriva algunos muros mentales y conceptuales con los que el automóvil comercial no se había atrevido.
Una marca que basa su prestigio en fabricar y mantener exclusivamente vehículos superdeportivos que conservan un elitista sabor romántico de la campiña inglesa, Aston Martin, ha decidido no sólo asociarse con los microcoches, esos pequeños coches burbuja diseñados para la ciudad, sino que comercializa su propio modelo.
El Aston Martin Cygnet es un derivado del Toyota iQ, aunque con motor, prestaciones y acabados propios de la marca británica.
Ulrich Bez, consejero delegado, estima que Aston Martin fabricará 4.000 unidades, a la venta desde 2012 por un precio estimado de 30.000 libras esterlinas (35.000 euros, o 46.000 dólares).
El Aston Martin Cygnet incorpora un motor de 98 caballos y 1.300 cc, que produce unas emisiones de 110 gramos de CO2/km, un consumo inferior a las emisiones recomendadas por la Unión Europea a partir de 2012.
Fiel al espíritu deportivo de la marca, dispone de cambio manual de 6 marchas. El Cygnet ha suscitado interés en Norteamérica, donde también será comercializado.
6. Gordon Murray Design T.27
Gordon Murray, responsable del diseño del icónico bólido McLaren F1, ha diseñado un ultra-compacto con prestaciones y comportamiento adecuados para la ciudad y carretera, con un cierto aire deportivo. Habrá un modelo con motor de combustión, el T.25, así como una versión eléctrica, el T.27.
Sus dimensiones (2,4 metros de longitud, por 1,3 metros de ancho y 1,6 metros de altura) son inferiores a las del Smart Fortwo; pese a ello, el habitáculo es suficientemente espacioso para 3 asientos, uno frontal para el conductor y dos traseros para ocupantes.
Precisamente la posición de conducción, con un único asiento frontal centralizado, así como la instrumentalización y controles centralizados, proceden del diseño comprimido que se lleva a cabo en la Formula 1, de donde procede el diseñador.
Tanto el T.25 como el T.27, que se comercializarían inicialmente en el Reino Unido, tendrán una velocidad punta de 105 km/h (65 millas por hora).
7. Th!nk City
Tras algunos problemas económicos, la compañía noruega Think tiene listo su pequeño eléctrico City, con dimensiones a caballo entre los subcompactos y ultra-compactos, ya disponible en Noruega, Austria, Holanda y Estados Unidos, aunque pronto también lo estará en el resto de Europa y en mercados asiáticos.
El Think City dispone de dos modelos, cada uno de los cuales es alimentado por una tecnología de baterías distinta: sodio o iones de litio. El vehículo, con un diseño juvenil y espacio para 4 ocupantes, tiene una autonomía de 160 kilómetros (100 millas) con una sola carga y alcanza una velocidad de 110 km/h (especificaciones).
La startup noruega se ha tomado en serio la seguridad, activa y pasiva, del vehículo, consciente de que su mercado natural, en el norte de Europa y Estados Unidos, exige fiabilidad y buenas notas en las principales pruebas homologadas de seguridad.
8. Lumeneo Smera
Presentado en el Salón de París de 2008, el Lumeneo Smera tiene un diseño y comportamiento en ciudad y carretera que recuerdan al de una motocicleta, gracias a sus dimensiones reducidas, aerodinámica, suspensión y ligereza.
El Smera mide 2,50 metros de longitud y sólo 86 centímetros de anchura, aunque incorpora un asiento trasero, además de la posición de conducción, con excelente visibilidad y suficiente holgura.
Clasificado legalmente como un automóvil, el Lumeneo Smera tiene un motor eléctrico alimentado con batería de iones de litio, velocidad de 130 km/h (80 mph) y autonomía con una sola carga de 150 kilómetros (93 millas).
De momento, el Smera sólo se comercializa en la zona de influencia de París, con un precio de 24.500 euros (33.000 dólares) después de aplicar una deducción fiscal de 5.000 euros.
9. Reva NXR
La compañía india Mahindra Reva Electric Vehicles (REVA), con sede en Bangalore, ha alcanzado cierta notoriedad en Asia y Europa con su eléctrico REVAi, cuyo éxito comercial convenció al gigante industrial indio Mahindra & Mahindra a comprar el 55,2% de la startup.
El REVAi, conocido en Europa como G-Wiz pesa 665 kilogramos, una velocidad punta de 80 km/h (50 mph) y una autonomía con una carga que varía desde los 80 kilómetros (50 millas) del modelo con batería de plomo y ácido a los 120 kilómetros (75 millas) del REVA L-ion, que incorpora batería de iones de litio.
Quizá REVA pueda mejorar la seguridad de su modelo más vendido tras la entrada en el accionariado de Mahindra & Mahindra. Ha trascendido la supuesta debilidad de la carrocería en el modelo original en impactos violentos.
De ahí que la compañía india, cuyo modelo de negocio ha sido aplaudido en Europa y Estados Unidos, se centre ahora en el nuevo ultra-compacto REVA NXR.
El REVA NXR, presentado en el Salón de Fráncfort de 2009 y disponible desde finales de 2010, aumenta la seguridad del modelo original, así como un mayor habitáculo para 4 pasajeros. Como el primer REVA, el NXR cuenta con dos modelos. El primero, más económico, con batería de plomo y ácido; mientras el segundo incorpora batería de iones de litio.
El modelo NXR IC (Inter-City) tiene una velocidad de 104 km/h (65 mph) y una autonomía de 160 kilómetros (100 millas). Se venderá a un precio inferior a 15.000 euros.
10. Tata Nano Europa
El Tata Nano es el automóvil comercial más barato del mundo, con un precio que a penas supera los 2.200 dólares (1.500 euros, o alrededor de 100.000 rupias indias).
Este ultra-compacto se ha convertido en símbolo de la pujanza de la economía india, así como del ascenso de la llamada clase media emergente, compuesta por centenares de millones de personas en el mundo en desarrollo.
El Tata Nano es considerado el nuevo “coche del pueblo” por los analistas, con precedentes como el Ford T o el Volkswagen Escarabajo, dirigidos a las clases medias de los países ricos, cuando asistían a un fenómeno de desarrollo similar al experimentado ahora por China, India, Brasil, México y otras economías.
El Tata Nano Europa, presentado en el Salón de Ginebra de 2009, todavía no ha llegado a los concesionarios de la UE, aunque la compañía india prosigue con sus planes de lanzamiento.
El Nano Europa incorporará un motor de combustión con 3 cilindros, más eficiente y menos contaminante que el original sistema de frenada ABS, así como aspectos interior y exterior mejorados. Se venderá por alrededor de 4.500 euros (6.000 dólares), con vistas al mercado juvenil del Este europeo.