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Ascenso y caída de la imagen de las ONG

Transparency International indica que los españoles sólo aprueban la labor de cuatro instituciones: el sistema educativo, las ONG, los servicios médicos y la policí­a. Tras las irregularidades de Intervida y Anesvad, cabe preguntarse qué ocurrirá con la imagen del Tercer Poder.

De manera inexorable, valores como la responsabilidad social corporativa, de la que nadie ajeno a la dirección empresarial había oído hablar hace un par de años, empiezan a ser tenidos en cuenta por los ciudadanos peninsulares.

El consumo ético -o crítico, o responsable-, el comercio justo, el cambio climático, el consumo energético responsable o la ayuda a los más desamparados también se sitúan entre las prioridades de un creciente filantropismo.

Asimismo, la filantropía, con una tradición tan anglosajona, cuenta con cada vez más empuje en la Europa continental, aunque en países como España e Italia todavía sigamos confundiendo acción social con “caja de ahorros”.

La importancia en la sociedad de entidades con la fuerza de Fondazione Cariplo y Fondazione Monte dei Paschi di Siena en Italia; y Fundació La Caixa o Fundación Caja Madrid, en España, atesoran parte de la culpa, o el mérito, de esta percepción.

¿Más focos sobre las injusticias?

La insistencia de los medios de comunicación, los estudios científicos e incluso los gobiernos de todo el mundo sobre la necesidad de un cambio ha dado pie a la llegada de prácticamente un nuevo género en el mundo cinematográfico: los documentales relacionados con los estragos provocados y por provocar.

Desde los documentales que abarcan el problema en su sentido más amplio -léase Una verdad incómoda, con Al Gore como protagonista- hasta las historias locales con alcance universal.

Baste mencionar, a modo de pequeño repertorio entre un marasmo de ejemplos ilustrativos y dispares, La pesadilla de Darwin(2004), documental que debería ver todo ciudadano europeo, para conocer realmente cómo actúan algunos en nombre de la UE en la zona de los grandes lagos africanos; Who killed the electric car? (¿Quién mató al coche eléctrico?,; 2006), interesante documento que versa sobre los intereses de los Big Three de Detroit -General Motors, Ford y Chrysler, ahora fusionada con Daimler-, que llevaron a enterrar comercialmente el floreciente mercado del coche eléctrico en este país; China Blue (2005), documento sobre la explotación laboral de un grupo de trabajadoras textiles chinas, la mayoría de ellas adolescentes; o, sin ir más lejos, el documental catalán Balseros (2002), trabajo de 30 Minuts, nominado al Oscar en 2004, todo un canto al nuevo fenómeno global de las migraciones que provocan las desigualdades entre el Norte y el Sur.

La propia Kirsten Dirksen, directora multimedia de faircompanies, es directora y productora de un documental sobre la matanza que se lleva a cabo con impunidad en Sudán en los últimos años, con Darfur como epicentro de la carnicería, titulado StandFast: Trip to Sudan (encargado y emitido por MTV en 2005).

El trabajo, que mereció un premio Emmy en 2006, relata la experiencia en primera persona de tres estudiantes estadounidenses desplazados a los campos de refugiados sudaneses en Chad, junto a la frontera con Sudán.

No sólo el renovado género documental, cuyas producciones pueden verse impulsadas con el fenómeno de Internet, prestan atención a los problemas del mundo, con las mayúsculas de Al Gore o las minúsculas de algún caso particular.

  • Aumenta el espacio informativo para noticias relacionadas con el entorno, el desarrollo y las cuestiones sociales.
  • Fenómenos provocados por el Hombre, como el cambio climático, han sido comprobados científicamente en documentos como el Cuatro Informe del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC), auspiciado por la ONU y con la participación de más de 2.500 científicos, que certifica que el calentamiento del planeta es imparable, aunque una actuación decidida -también en el consumo individual energético de los países desarrollados- atenuaría las consecuencias.
  • A principios de los noventa, la Cumbre de la Tierra dio pie en los noventa al Tratado de Kioto para reducir las emisiones de gases contaminantes.
  • El tradicional filantropismo, basado en el paternalismo con los países pobres y en el gasto en ayudas que no han aplacado la pobreza y el subdesarrollo, es sustituido por un filantropismo más pragmático y profesional: organizaciones como la Bill & Melinda Gates Fundation ofrecen miles de millones de dólares al desarrollo, pero se esfuerzan al mismo tiempo por que cada dólar vaya a parar a los auténticos destinatarios de las ayudas, y no a funcionarios, gobiernos corruptos o “señores de la guerra”.

Un programa especial de Els Matins de Catalunya Ràdio (Las mañanas de Catalunya Ràdio), llevó al conductor del líder de la mañana radiofónica en esta comunidad, Antoni Bassas, a Mozambique, hasta donde se había desplazado con Bru Rovira (diario La Vanguardia), Milagros Pérez Oliva (diario El País) e Ignasi Carreras.

Bru Rovira, reportero internacional y quizá de lo más parecido que hay en Cataluña al recientemente desaparecido periodista polaco Ryszard Kapuscinski (a su vez, Milagros Pérez Oliva también tiene un trabajo periodístico respetable sobre África), salvando las distancias, hablaba el día 20 en el mencionado programa, desde Mozambique: “yo lo veo en mi entorno; la gente está cada vez más concienciada de los problemas en el mundo”.

Rovira aseguraba haber notado un cambio en la percepción de su entorno en Barcelona con respecto a los problemas del mundo.

En sentido opuesto se expresaba, no obstante, Ignasi Carreras, ex presidente de Intermón Oxfam y ahora profesor de responsabilidad social en la escuela de negocios española Esade.

Carreras aseguraba en el mismo programa que hay que matizar: una cosa es “el mundillo de las ONG”, que definía como”muy cerrado en sí mismo” y otro el mundo ajeno a estas instituciones, donde “la labor de los cooperantes y las ONG provoca indiferencia.”

Sea como fuere, las ONG tienen su espacio en los medios y cuentan con centenares de miles de afiliados en España.

Los datos del Barómetro Global de la Corrupción de Transparencia Internacional 2006, una “encuesta de opinión pública que evalúa las percepciones y experiencia que el público general tiene de la corrupción”, basada en las respuestas de 59.000 personas en 62 países, muestra la percepción que tienen los ciudadanos acerca de la corrupción en 14 instituciones.

En España, los partidos políticos son la institución peor valorada. Por detrás, con una imagen muy negativa, aparecen el sector privado y de negocios, el Parlamento y las asambleas legislativas.

No obstante, pasan el examen de la encuesta de Transparency International cuatro instituciones, en el caso de España: el sistema educativo, las ONG, los servicios médicos y la policía.

Anomalías en la contabilidad y gestión de las ONG

Asistimos en los últimos años a una mayor toma de conciencia sobre temáticas sociales, medioambientales y de desarrollo, tanto en España como en el resto del mundo.

Asimismo, estudios como los informes anuales de Transparencia Internacional, indican que las Fundaciones y ONG gozan, a ojos de los ciudadanos, de una credibilidad de la que carecen otros pilares de las sociedades democráticas como el Parlamento, los partidos políticos o el poder judicial.

Este es el contexto en que medos españoles como (Cadena SER, El País o La Vanguardia, entre otros) publican, a principios de abril de 2007, varias informaciones que confirmaban que la fiscalía española investiga los apadrinamientos de niños de la ONG Fundación Intervida.

En marzo, habían hecho lo propio con la detención del presidente de Anesvad, José Luis Gamarra, por apropiación indebida de fondos.

Durante todo el mes de abril, las centralitas de estas organizaciones se colapsan de peticiones de información por parte de miles de socios, intranquilos con el destino de su dinero.

  • El presidente de Anesvad, el también cónsul de Filipinas en Bilbao, José Luis Gamarra, fue detenido por la Ertzaintza acusado de apropiación indebida de fondos de la ONG, que gestiona anualmente más de 35 millones de euros, provenientes de las donaciones de sus 160.000 socios.
  • Eran conocidos en la zona bilbaína donde Anesvad tiene su sede los “coches de gama alta” con los que algunos miembros de la ONG acudían al trabajo. La organización dice dedicar las donaciones de particulares y organismos públicos “a impulsar proyectos sanitarios de lucha contra la lepra o el Sida en los países más pobres del planeta”.
  • En el caso de la Fundación Intervida, los medios de comunicación informaban a los ciudadanos de que la Fiscalía Anticorrupción investigaba si los gestiones de la ONG habían desviado, como parece, unos 60 millones de dólares (44,8 millones de euros) “procedentes del apadrinamiento de niños del tercer mundo hacia empresas cuyas actividades nada tienen que ver con fines benéficos, entre ellos intereses inmobiliarios en Guatemala y Perú. Al parecer, entre 1999 y 2001 se habrían camuflado bajo el epígrafe de “gastos para apadrinamiento” más de 60 millones de dólares que fueron realmente transmitido a sociedades inmobiliarias: Asociación Solaris Perí, Edpyme Raíz, El Roure Construcciones, Argentina Inmobiliaria, Genéricos Farma-ahorro o Enriquecidos Lácteos. Sólo en España, Intervida tiene 356.000 padrinos, que pagan 21 euros como cuota mensual para hacer frente a los gastos de su niño apadrinado. Desde 2003, cuando abrió diligencias contra la ONG, el Tribunal Superior de Cataluña sospecha que gran parte de su presupuesto no tiene ese destino benefactor.

Parece aumentar la concienciación y las herramientas mediáticas -los buenos documentales, el apoyo de los medios de comunicación la difusión de valores solidarios y medioambientales, la llegada de Internet como medio de consulta y documentación- para que sociedades como la española se involucren más en la sostenibilidad y la erradicación de injusticias. Paralelamente, no obstante, algunas instituciones no están a la altura, incluso entre las ONG.

Los apadrinamientos fraudulentos de Intervida

La fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña investiga si los directivos de la ONG Intervida desviaron 45 millones de euros a empresas inmobiliarias, de fármacos y constructoras “para un beneficio propio y sin que quede acreditado que el dinero se dedique a la atención de los más desfavorecidos.”

Como recalcaba el diario El País el 4 de abril, “según la normativa que regula en España el funcionamiento de las fundaciones, no es ilegal que una fundación benéfica como Intervida pueda constituir empresas.” Del mismo modo, es indispensable que se registre su existencia y contabilidad en los libros de cuentas.

Ya en diciembre de 2004, quedaba claro que Intervida contaba con un Patronato que nunca estudió, debatió ni acordó la creación de todo ese complejo empresarial o la transmisión de dinero a éstas.

La fiscalía catalana dejaba, ya entonces, constancia de estas irregularidades: “Parece más bien que todo se acuerda y decide en un ámbito diferente al de gobierno de las fundaciones y sin ningún tipo de información de todo ello […], por lo que no existe ningún tipo de control y a día de hoy todavía se desconocen los proyectos que se han realizado y dónde han ido a parar las grandes cantidades de dinero que año tras año percibe la Fundación.”

Fundación Intervida contestaba el 3 de abril asegurando a la prensa que tiene auditadas sus cuentas sin ninguna irregularidad desde el primer año de su funcionamiento, tanto en España como en los países en donde se están desarrollando proyectos y programas de ayuda. Su portavoz añadió que las auditorías dejan “absolutamente claro el destino dado a la totalidad de los fondos que Intervida envía a los países del Tercer Mundo.”

Mientras tanto, los afiliados a Intervida se preguntan dónde ha ido a parar el dinero destinado a los niños. El 6 de abril, La Vanguardia publicaba el testimonio de algunos afiliados a Intervida, entre ellos Nieves Risquet, Pilar González y Mamen Gil, tres redactoras de Canal Sur Radio, que tienen niños apadrinados en Perú y Guatemala.

Nieves Risquet se ha dado de baja; Pilar González se contentaría con que haya llegado algo, ya que “por poco que llegue, será mejor que nada”; Mamen Gil aseguraba a La Vanguardia que algunas ONG juegan con los sentimientos de quienes les apoyan.

Las cuentas claras: mecanismos de control de las ONG

Los casos de Anesvad e Intervida pueden haber dañado la reputación de las ONG en España, aunque todavía no se han llevado a cabo estudios serios acerca de la repercusión en la opinión pública de ambos casos de corrupción, que han contado con una amplia cobertura en los medios, tanto tradicionales como electrónicos.

Sin ir más lejos, la directora general de Intermón Oxfam, Ariane Arpa, aseguró en la XIII edición de Un Día para la Esperanza, celebrada el 22 de abril de 2007 en Barcelona, que los supuestos fraudes de Intervida y Anesvad constituyen “un escándalo que ha salpicado a todo el sector, aunque existan millones de ONG que hacen un trabajo riguroso y de calidad.

Según la responsable de Intermón, “es fundamental ser muy rigurosos en nuestra gestión y explicar de manera transparente a nuestros socios a qué se destina su dinero y qué cambios se consiguen con él.”

José María Medina, presidente de la Coordinadora de ONG de Desarrollo, cree que “el apadrinamiento, en sí mismo, no es una herramienta perversa. Lo importante es que la captación de fondos se apoye en mensajes y datos veraces, evitando mensajes engañosos y tácticas de presión y que se respete siempre la voluntad de los donantes en lo que se refiere al destino final de sus fondos”.

El único modo de conocer a ciencia cierta si la labor de una ONG es transparente es asegurarse de que la organización es respetada en el sector y se ha sometido a los mecanismos de control existentes, tanto obligatorios como voluntarios.

  • Mecanismos de control obligatorio para las ONG españolas: la ley sólo obliga a estas organizaciones a presentar sus cuentas anualmente a un órgano público de la comunidad autónoma donde estén radicadas. Si el presupuesto de la ONG supera los dos millones de euros, debe someterse además a una auditoría privada.
  • Mecanismos de control voluntarios: con asiduidad, las ONG con presupuestos y recursos más elevados se someten, después de haberlo hecho a las auditorías privadas, a sistemas de análisis de actividad y control voluntario como el ofrecido por la Fundación Lealtad (http://www.fundacionlealtad.org/web/jsp/index.jsp). Los códigos éticos vigentes en Estados Unidos han sido el modelo de la Fundación Lealtad para elaborar los Nueve principios de la transparencia y buenas prácticas que exige a sus auditados.

Los 9 principios tienen en cuenta desde la racionalidad de los órganos directivos hasta el origen y la justificación de las donaciones, pasando por el seguimiento de los proyectos y la claridad en la publicidad para captar socios. Los nueve principios que tiene en cuenta la Fundación Lealtad cuando sus auditores realizan el estudio de una ONG son:

  • Principio de funcionamiento y regulación del órgano de gobierno.
  • Principio de claridad y publicidad del fin social.
  • Principio de planificación y seguimiento de la actividad.
  • Principio de comunicación e imagen fiel en la información.
  • Principio de transparencia en la financiación.
  • Principio de la pluralidad en la financiación.
  • Principio de control en la utilización de fondos.
  • Principio de presentación de las cuentas anuales y cumplimiento de las obligaciones fiscales.
  • Principio de promoción del voluntariado.

Teniendo en cuenta estos principios, los auditores de la Fundación Lealtad ha detectado numerosas anomalías en la contabilidad y la gestión de 70 ONG españolas. Las irregularidades son especialmente significativas en la presentación y el seguimiento de los proyectos que se realizan.

Miles de donantes españoles se deben preguntar si los casos de Anesvad e Intervida son una excepción en el Tercer Sector español o, por el contrario, el problema es más grave, como parece señalar la denuncia de la Fundación Lealtad.

Tanto Anesvad como Intervida, según indicaba Joaquina Prades en una información publicada el 9 de abril de 2007 en El País, se sometieron hace pocos años al análisis de los abogados y economistas de la Fundación Lealtad.

El control de esta organización observó varias irregularidades. “Ambas ONG -prosigue la información- en desacuerdo con las objeciones de la Fundación Lealtad, se dieron de baja como clientes.”

Informarse antes de colaborar

La propia Fundación Lealtad elabora un documento de referencia que cuenta con un valor inequívoco para quienes, a título individual o en nombre de la empresa o institución que representan, están dispuestos a apoyar activamente a alguna organización.

Se trata de la “Guía de la transparencia y las buenas prácticas de las ONG”, un documento que la organización ofrece en formato PDF para su libre descarga en Internet, a través de su página web.

Asimismo, en la sección Multimedia de faircompanies también ofrecemos el mismo documento, con el fin de facilitar su acceso.

*faircompanies no ha logrado encontrar un documento más completo y riguroso que el mencionado. Incluye un índice con todas las organizaciones analizadas, así como un resumen del análisis pormenorizado (a aplicación de los nueve puntos anteriormente mencionados) que la Fundación Lealtad lleva a cabo.

Una pequeña conclusión, en la ficha de cada análisis, puede servir como el tipo de orientación que debería tener en cuenta cualquier donante.