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"China Blue", la cara menos amable del desarrollo chino

Documental rodado con cámara oculta que retrata la cotidianeidad de una fábrica de tejanos china, donde sus jóvenes trabajadoras, muchas menores de 16 años (edad legal para empezar a trabajar en China), no disfrutan siquiera de los derechos laborales estipulados por el gobierno chino.

Casi de un modo impúdico para el poder de compra de los consumidores de los países ricos, el documental China Blue nos muestra la vida de un grupo de trabajadores de la región de Cantón, uno de los polos de atracción de mano de obra barata más importantes de China, con ciudades enteras especializadas en la manufactura de ropa para empresas fundamentalmente estadounidenses, europeas y latinoamericanas.

Las maquiladoras de la frontera mexicana tienen un poderoso competidor en China, cuyos empresarios tienen la libertad de amoldar el precio de sus manufacturas a las presiones de las empresas de los países ricos.

Como queda reflejado en la fábrica de pantalones tejanos cantonesa del documental, se recortan los precios mediante la imposición de horas extra impagadas y jornadas desproporcionadas -incluso para los estándares chinos oficiales- a los trabajadores.

Cómo se produce la ropa que nosotros compramos

En una fábrica de tejanos, dos jóvenes trabajadoras, Jasmine y Orchid, intentan sobrevivir a las jornadas laborales maratonianas que les imponen.

Sus vidas se cruzan con las de otras trabajadoras y con el director de la fábrica donde trabajan, el señor Lam, un antiguo oficial de policía que ahora conduce un Mercedes e intenta agradar a sus compradores de Occidente mediante la práctica del arte chino de la caligrafía.

El documental nos ofrece una visión crítica de los complejos problemas de un mundo globalizado, donde las responsabilidades de una empresa parecen difuminarse al cruzar la frontera de los nuevos productores del mundo, con China como estandarte.

Rápidamente, la ilusión de Jasmine por conseguir dinero para enviar a su familia pasa a segundo plano y su existencia se centra en sobrellevar -o sobrevivir a- jornadas interminables y constantes retrasos en el pago, incluida la retención de su primer sueldo para así obligarla a permanecer en la fábrica. Su único consuelo es una sincera amistad con sus compañeras de trabajo.

El señor Lam

Para mantener las comandas de ropa tejana de los compradores occidentales, a la par que aumentar su cartera de clientes, el dueño de la fábrica donde Jasmine y Orchid trabajan debe acordar precios extremadamente bajos en tiempos de entrega demasiado ajustados, teniendo en cuenta la capacidad de producción de su factoría.

El señor Lam, que es considerado por algunas personas que aparecen en el documental como un empresario que ofrece “mejores condiciones que la media del país”, recorta salarios y fuerza a las trabajadoras a producir sin parar durante jornadas de incluso 24 horas.

Si las trabajadoras se duermen, son multadas con una considerable rebaja del sueldo. Cuando la empresa cuelga en el tablón de anuncios el resultado de las nóminas mensuales, la práctica totalidad de las chicas y adolescentes que trabajan para el señor Lam comprueban que las penalizaciones descuentan buena parte de un sueldo ya de por sí mísero, situado alrededor de los 50 euros mensuales.

Hasta qué punto esta situación ha sido provocada por el señor Lam, el gobierno Chino o las presiones económicas que instauran las compañías occidentales, así como las consecuencias humanas de este fenómeno de deslocalización productiva, es algo que el espectador puede empezar a entrever con este revelador testimonio.

Primer objetivo: cumplir con los derechos laborales establecidos

China Blue no explica al consumidor de Occidente, a quien va dirigido el documental, que el país más poblado del mundo no es el país con las peores leyes laborales: China cumple con la mayor parte de los requisitos mínimos de protección de los trabajadores (eso sí, con las imprescindibles excepciones del derecho a reunirse y a asociarse libremente) establecidos por la Organización Internacional del Trabajo, OIT.

No obstante, estos derechos, instaurados por un país con un partido único -sobre el papel- marxista que aplica políticas de desarrollismo capitalista, son quebrantados cotidianamente: con la bolsa de mano de obra barata y sin derechos sindicales más grande del mundo, la oligarquía china prefiere consolidar al país como principal productor de manufacturas del mundo.

Ficha técnica

  • Título: China Blue
  • Autor: Micha X. Peled
  • Compañía: Teddy Bear Films (con el apoyo de Corporation for Public Broadcasting, Sundance Documentary Fund y NAATA)
  • Género: documental
  • Duración: 87 minutos
  • Año: 2005