Enero sigue siendo un mes complicado para las economías domésticas y, a la espera de que se note la bajada del Euribor (de momento, los bancos no han aplicado la revisión a la baja), la necesidad de pagar las letras y obligaciones nos pone a la altura de Plácido, encarnado por Cassen en la película homónima de Luis García Berlanga, que padece una odisea para pagar a tiempo la letra de su carromato y evitar, de este modo, que se lo embarguen.
No es un artículo que pretenda destacar las virtudes de la compra compulsiva. Todo lo contrario. Tiene una vocación de lectura ligera, poco rica en grasa, que sirva como entrante.
Dada la situación económica en todo el mundo, las agencias de medición tienen trabajo extra durante estas fiestas: confirmar si, como se espera, disminuyen las compras con respecto a años anteriores.
En Estados Unidos, por ejemplo, el último lustro ha mostrado una clara tendencia ascendente en las compras navideñas a través de Internet (ver gráfico de comScore publicado por TechCrunch).
En 2008, esta tendencia se rompe, incluso en la compra de productos tecnológicos a través de Internet. Un 47% de los estadounidenses encuestados por comScore ha asegurado que prevé comprar menos regalos, mientras un 46% indica que seguirá comprando presentes, aunque más baratos.
Pese al descenso en el volumen de ventas del comercio electrónico, un 39% de los encuestados seguirá usando este medio para aprovechar promociones (como el envío gratis, lo que evita gastos de desplazamiento), mientras un 37% empleará más tiempo buscando ofertas en la Red.
¿Simplicidad voluntaria o forzosa?
La simplicidad voluntaria tiene más sentido que nunca en una coyuntura de profunda crisis económica y aumento estrepitoso del paro (los datos en España son especialmente preocupantes).
Considera no comprar nada material, inservible y contaminante. Basura en potencia. Y esta decisión no tiene por qué verse como una limitación de nuestra economía, sino como una idea reflexionada de la que puede sacarse ventaja. Nuestros regalos pueden salir reforzados, ya que la imaginación, el ingenio y nuestra personalidad estarán más presentes en los regalos navideños que en otras ocasiones.
Greenpeace Canadá considera que este es el mejor consejo de compra que puede ofrecerse en 2008, dada la situación económica y la mayor concienciación ciudadana hacia la sostenibilidad: no comprar nada.
Asimismo, la oficina canadiense de la organización recuerda a quienes decidan, pese a la crisis, comprar regalos materiales, que reflexionen sobre dónde y cómo fueron fabricados, quiénes los hicieron y bajo qué condiciones, qué materiales fueron empleados, cómo están empaquetados, qué ocurre cuando la vida útil del producto se acaba, y qué sabemos sobre las compañías que fabrican los productos adquiridos.
Se trata de preguntas difíciles de responder, aunque hay por dónde empezar:
- Fijarse en certificaciones reconocidas. Si es posible, investigar sobre ellas previamente a través de Internet.
- Cuando se adquieren productos informáticos, electrónicos y electrodomésticos para el hogar, es crucial informarse sobre el etiquetado energético del utensilio y los productos con que ha sido elaborado.
- Comprar directamente de los productores, ya se trate de artesanos locales, campesinos y otros productores especializados que pueden explicar sin intermediarios cómo fue confeccionado el producto y qué materiales se usaron. También es más sencillo certificar las condiciones laborales en que el producto fue producido.
- No es sólo lo que se compra, sino cómo se compra. Coger el coche en lugar del transporte público y optar por productos manufacturados en otros países son dos decisiones que aumentan nuestra huella ecológica. Acudir a comprar en transporte público, caminando o en bicicleta es posible a menudo. ¿Aceptamos bolsas de plástico y envoltorios aparatosos que se unen a los envoltorios del propio producto? Uno puede acudir a la tienda con bolsas de plástico recicladas u optar, si es necesario por un carrito para facilitar el desplazamiento. Los productos que adquiramos también incluirán información sobre su empaquetado (si éste es reciclado y reciclable, etcétera).
- No dudar ni un momento en exigir que el producto que compramos no sólo esté en buenas condiciones y tenga un precio razonable, sino conocer dónde ha sido producido o cuál es la política logística de la empresa, por ejemplo. Quizá seas de los primeros en preguntar de este modo en unos grandes almacenes o en la tienda de la esquina, pero los estudios demuestran que los fabricantes y las tiendas responden a la presión de los consumidores.
A consumir
No existe, que sepamos, una canción que emule el A galopar de Rafael Alberti que canta Paco Ibáñez, que cambie el potente “a galopar” por un más contemporáneo “a consumir”. Diría “A consumir / a consumir / hasta enterrarlos [los productos innecesarios] en el mar [¿en la isla de plástico del Pacífico, por ejemplo?]”. O algo así. Disculpas al difunto Alberti por la infame adaptación de sus versos.
Durante nuestra entrevista en San Francisco con Gary Gardner, director de investigación de Worldwatch Institute (organización fundada por Lester R. Brown y responsable del anuario The State of the World), escuchamos sus argumentaciones acerca de las consecuencias del consumo desaforado.
Compramos más y no somos por ello más felices, explican los estudios citados por Gary Gardner. The Economist cita un estudio del británico Richard Layard, que constata que, al menos en sus sujetos de estudio, las relaciones familiares, el trabajo y la salud importan mucho más para nuestra sensación de prosperidad personal -o felicidad- que nuestros ingresos. Encuestas de Gallup (World Poll), Pew Research Center (Global Attitudes Survey) y la Universidad de Michigan (World Values Survey), arrojan resultados similares.
El mundo gasta anualmente 18.000 millones de dólares en cosmética, mientras que bastarían 10.000 millones anuales para proporcionar agua potable a toda la población mundial.
Sin voluntad de caer en el sensacionalismo, el esperpento de las compras navideñas pudo observarse hace unos días a las puertas de una tienda de la cadena de distribución norteamericana Wal-Mart en Long Island, Nueva York.
Un trabajador de la cadena, que aguardaba a que se abrieran las puertas del establecimiento la mañana del “Viernes Negro” (tradicional inicio de la campaña comercial navideña), murió aplastado por la muchedumbre. Pese a los intentos del equipo de seguridad del establecimiento, la avalancha humana tenía tanta fuerza que nada pudieron hacer.
A comprar, de todos modos
Pese a la tendencia a la baja, las compras no desaparecerán con la crisis.
La organización independiente Conference Board estima que los consumidores estadounidenses gastarán estas navidades 418 dólares en regalos de media, frente a los 471 dólares del año pasado. Pese a que los españoles gastarán menos dinero de media en las navidades de 2008, la consultora Deloitte sitúa el gasto medio en 910 euros por persona (frente a los 951 euros de 2007). España es, además, el tercer país europeo que gasta más por persona en las fiestas navideñas, sólo por detrás de Irlanda (1.305 euros por persona) y el Reino Unido (930 euros).
Quienes todavía relacionen Navidad con compra impulsiva y gastos superficiales, encontrarán en Internet y en la prensa tradicional alguna lista con consejos, elaborados a partir del esfuerzo comercial que cada marca realice como anunciante. Es difícil criticar duramente a un producto, o dejarlo fuera de un artículo o publicación, si el fabricante se anuncia en el sitio o las páginas del medio. En ocasiones, la buena tarea de los departamentos de comunicación de las marcas, que envían a periodistas y editores el trabajo prácticamente hecho (texto, imágenes y en ocasiones titulares, bien masticaditos), también condiciona esta información.
Si estamos decididos a comprar algo, es posible seguir los consejos que ofrecía Seth Godin (creador de los conceptos marketing de permiso y marketing viral) para el Viernes Negro, el cuarto viernes del mes de noviembre, día que inaugura las compras navideñas en Estados Unidos.
Para Godin, “las decisiones que hagas con el dinero que has ganado con trabajo duro tendrán más impacto que nunca antes. De modo que pon tu dinero donde estén tus valores”.
Algunas ideas para considerar, según el especialista en marketing:
- Comprar objetos hecho a mano por gente que nos guste.
- No comprar tarjetas de regalo. Es perezoso y algo idiota.
- No comprar de las grandes marcas o en los grandes establecimientos a los que no les importas o que actúan de modos que uno no secunda. Hay muchas alternativas interesantes en casi cada categoría.
- Cuando dudes, compra artículos digitales. Aún mejor, haz una donación y haz feliz a mucha gente.
- En ocasiones, cuando uno compra por Internet, existen modos de adquirir artículos que donan una fracción de su precio a organizaciones filantrópicas.
Pero nuestro consejo preferido de los ofrecidos por Seth Godin para estas fiestas es el menos costoso: “los abrazos son un sustituto muy infravalorado”.
También Treehugger elabora, un año más, su guía de compras navideñas edición 2008, con una aproximación al consumismo de estas fiestas menos crítico que el de Seth Godin.
Nosotros apuntamos otros consejos, sólo orientativos. Como las protestas organizadas tradicionalmente en Estados Unidos contra la “celebración” de Viernes Negro, agrupadas en torno al Día de No Comprar Nada, harían de este artículo algo diferente a una guía de compras navideñas, nos centramos en sugerir algunas indicaciones de compra.
Simplemente, el rechazo al consumismo más desaforado tiene raíces más profundas que no caben en este artículo.
¿Consejos para quienes estén decididos a comprar?
1. No comprar nada.
Dada la crisis, no comprar nada y proponerse a mejorar algún aspecto de nuestra cotidianeidad es un buen regalo que podemos hacernos a nosotros mismos. Un buen modo de empezar 2009.
Kirsten Dirksen explica en un reportaje cómo es posible ahorrar sin renunciar a nada.
2. Para quienes pueden dedicar tiempo en unas festividades llenas de compromisos: crea lo que regales.
Estamos más cerca de lo que pensamos de loables labores de artesanía.
¿Puedes trabajar -o decorar- el barro, el cuero, la cerámica, materiales para cestas, la madera, el esparto, etc.?
No hay problema, si no puedes convencer a nadie. Hay otros productos artesanos igualmente nobles. Y estarían hechos por ti.
- Existen métodos asequibles para elaborar jabón. Si queremos que nuestro jabón sea único y sofisticado, podemos recoger plantas aromáticas en la zona silvestre más próxima a nuestra casa, u optar por productos alimentarios tan a nuestro alcance como el aceite de oliva virgen o los cítricos.
- Pan y repostería tradicional. No es necesario imitar a David Nelson y Gudrun Margret, que realizan un pan artesanal y repostería con harinas tan antiguas como la espelta y levadura que dejan reposar durante horas (ver vídeo sobre nuestra visita a su establecimiento del Raval barcelonés). En España, por ejemplo, prácticamente todos contamos con la suerte de tener familiares que conocen recetas para elaborar productos de repostería tradicional. Tenemos que aprovechar más la ventaja que nos ofrece nuestro poso cultural, que en ocasiones parece pesar sólo del lado negativo.
- ¿Diseñar y fabricar los juguetes que regalemos a nuestros seres queridos? Por qué no. Internet es el lugar ideal para encontrar abundante información de referencia. Hay que estar preparado, eso sí, para leer algo de inglés. YouTube es también una fuente de información abundante sobre prácticamente cualquier temática.
3. Informática.
- Evitar los periféricos relacionados con la ofimática; al fin y al cabo, ¿para qué necesitamos una impresora?. La casas y oficinas sin papel se popularizan, como explica The New York Times. Existen cuadros con imágenes electrónicas que no requieren fotografías y, si se cuenta con una familia relativamente informatizada, no hay nada más cómodo y práctico que publicar nuestras fotografías en algún servicio de Internet (Flickr, Picasa, Fotolog) y, a continuación, compartir su acceso por correo electrónico con nuestros amigos y familiares. De este modo, sólo accederá a las imágenes quien lo desee. No es necesario imprimir ni revelar las imágenes. Con la copia electrónica siempre existe, además, la opción de encargar copias en gran formato para encuadrar a unos precios muy razonables. Ampliar información con las entradas de blog Reflexiones desde El Prado: impresoras y calculadora de sostenibilidad de Xerox y Sobre imprimir correos electrónicos y otros documentos.
- Un portátil para todo: mientras vendemos, damos, donamos nuestro viejo ordenador, podemos invertir el dinero necesario después de fiestas para comprar un portátil lo suficientemente versátil, cómodo, económico y sostenible como para estar con él durante los próximos años. Numerosas variantes gratuitas del sistema operativo Linux, tales como Ubuntu, tienen la robustez y sencillez necesarias como para ser usadas sin problemas por cualquier usuario, independientemente de su nivel informático. Son sistemas operativos gratuitos, capaces de sacar el máximo partido al rendimiento de fábrica del ordenador, estables y capaces de consumir menos energía.
- Programa G1G1 de OLPC: el programa para llevar ordenadores portátiles económicos a los niños de los países pobres emprendido por la organización One Laptop Per Child, dirigida por Nicholas Negroponte, lanzó a finales de 2007 la primera versión comercial de su portátil para niños con una excelente adaptación de Linux, el XO-1. Durante las navidades pasadas, estadounidenses y canadienses pudieron acogerse al programa de promoción navideña G1G1 (“Give One Get One”, o regala uno y obtén uno a cambio), que consistía en comprar dos XO-1, uno de los cuales era enviado por OLPC al comprador, mientras el otro se destinaba a niños de los países más pobres (leer entrada de blog Por qué los niños deberían tener un XO en el cole). También existe la opción de ofrecer varios ordenadores. Para las navidades de 2008, Amazon colabora con OLPC y ofrece una página dedicada desde la que cualquier ciudadano del mundo puede dar uno o varios ordenadores y, a cambio, recibir uno en su casa.
4. Electrónica útil.
- Robots open source para manitas de la electrónica. Existen componentes de hardware para elaborar todo tipo de dispositivos que cualquiera puede emplear, tanto para confeccionar dispositivos para su propio uso (o para regalar) como incluso para fabricar algún aparato o robot que luego sea comercializado. Se trata de proyectos de código abierto (un listado con los 60 proyectos más interesantes de 2008, recopilado por el sitio especializado Make), que cualquiera puede usar, modificar y usar para fabricar productos (comerciales o no) sin necesidad de pagar regalías.
- Aparatos para ahorrar electricidad. No hay un producto electrónico más adecuado para adquirir si queremos ahorrar electricidad y disminuir nuestra huella ecológica como los contadores de nueva generación. Hablamos de los modelos más interesantes (entre ellos, el Wattson de DIY Kyoto) en Aparatos para ahorrar electricidad.
- Si queremos regalar -o regalarnos-, una radio o aparato similar, siempre podemos seguir los preceptos de Seth Godin: comprar un producto de calidad de alguna marca que admiremos, en lugar de comprar algo barato y de calidad dudosa que pronto se convierta en un desecho más en nuestro desván.
- ¿Ha llegado el momento del libro electrónico? Ahora es posible irse de viaje con 50 libros en la bolsa de mano que ocupen menos que un solo libro. Pese a que el Amazon Kindle (el dispositivo se ha hecho popular al poder descargar libros al instante sin necesidad de ordenador, a través de una conexión a redes móviles) todavía no está disponible en Europa, existen alternativas igualmente interesantes. Los libros electrónicos, o e-books, se están convirtiendo en una nueva familia de dispositivos. Prometen lectura cómoda y, sobre todo, ligera. Para triunfar y convertirse en un producto de masas, tendrán primero que derrotar a uno de los objetos de transmisión del conocimientos mejor diseñados de la historia: el libro. Entre los distintos modelos, además del mencionado Kindle de Amazon, se comercializan los siguentes aparatos: Cybook, Sony Reader, iLiad, HanLin, Hanlin-V3, STAReBOOK y FLEPia. ¿Los principales enemigos comerciales del e-book, además del propio libro tradicional (un rival con suficiente fuerza y entidad)? Los teléfonos inteligentes incorporan cada vez más aplicaciones y capacidad que hace posible la lectura de libros.
5. Telefonía móvil.
Tenemos nuestras dudas acerca de la existencia de un teléfono que pueda denominarse “ecológico” (ver Sin noticias del teléfono ecológico), aunque nos gustan algunas ideas que se desarrollan en laboratorios en estos momentos.
- Si nos movemos por lo que dice la última edición de Guide to Greener Electronics de Greenpeace, entonces los móviles más interesantes son los de las firmas Nokia, Samsung, Toshiba y Sony Ericsson, debido a la supuesta mayor sostenibilidad de sus productos, de acuerdo con el estudio de la organización ecologista, ya en su décima edición.
- Apple aparece en el grupo de cola de la guía para una electrónica más verde de Greenpeace. Pese a ello, la firma está llevando a cabo esfuerzos en diferentes campos (eliminando materiales peligrosos de sus pantallas y circuitería y mejorando su política de reciclaje por ejemplo). No obstante, el iPhone puede constituir un modo convergente de entender el trabajo y el ocio digital; al ser varios dispositivos en uno (un potente ordenador de mano con acceso a Internet, correo electrónico y aplicaciones; un teléfono; y un reproductor multimedia), comprar un iPhone, o un teléfono similar de otras firmas, puede constituir una acción de frugalidad. En lugar de comprar 3 dispositivos distintos para Internet y correo, llamadas y ocio multimedia, optar por sólo uno, y tan bien resuelto como el aparato de Apple, es un acto difícilmente reprochable. Gracias a su tienda de aplicaciones, un iPhone puede convertirse en:
– Localizador de combustible barato.
– Monitor de excursiones, ejercicios de meditación, viajes, etc.
– Libro electrónico (así no es necesario comprar otro dispositivo más). Destacan especialmente dos aplicaciones: Stanza, que permite almacenar y leer miles de libros clásicos de todas las épocas y varios idiomas (incluido el castellano); y Shakespeare, programa que incluye la obra completa del legendario dramaturgo (en inglés en el original). - Los dispositivos con sistema operativo Android, plataforma de código abierto desarrollada por Google a partir de Linux, tienen la misma versatilidad y utilidad potencial que el iPhone. Otros fabricantes pelean por ponerse a la altura de los hasta ahora dos mejores sistemas operativos desarrollados para móviles: Mac OS X y Android.
6. Ropa.
Existen varios modos de sacar partido a nuestro armario que carecen de coste alguno. Rediseñar ropa puede constituir un reto creativo que a más de uno haría replantear su carrera profesional. Para conocer las posibilidades que ofrece el diseño artesano y menos comercial, recomendamos echar un vistazo a nuestra conversación con el modisto barcelonés Óscar H. Grand, así como los reportajes El ropero orgánico, Guía de moda I: Slow Fashion, Guía de moda II: eco-tejidos y Guía de moda III: ropa rediseñada.
Muchos de los diseñadores más aplaudidos, así como distinguidas personalidades mundiales, han destacado por una elegancia que partía de la frugalidad y un vestuario tan limitado con bien diseñado y complementado. El propio Barack Obama, destacado como una de las personalidades más elegantes de los últimos tiempos, ha declarado públicamente que raramente compra ropa nueva y, cuando un traje está viejo, no le importa zurcirlo. Lo que no impide a la revista Esquire declarar que sus trajes aparecen ante la opinión pública como “finamente cortados“.
No hay que tener escrúpulos en:
- Cambiar ropa con amigos.
- Donar ropa.
- Diseñar y confeccionar ropa.
- Quienes se atrevan al punto: ¿por qué no regalar un jersey, gorra, bufanda, chaqueta o rebeca de lana? ¿Unos guantes?
- Cualquier material sirve para elaborar bolsas, bolsos, mochilas, portadocumentos y monederos de lo más original. Si das con un diseño especialmente interesante, ¿por qué no te planteas comecializarlo?
7. Alimentos.
Los alimentos representan buena parte de los gastos navideños para las familias. Independientemente del gasto en regalos, las reuniones familiares siguen siendo el plato fuerte de este período del año. Bien, existen modos de preparar exquisitos manjares con poco dinero y un respeto escrupuloso por la salud de los nuestros y el medio ambiente.
- Es posible comprar alimentos locales y poco relacionados con el típico aumento de precios navideño.
- Si visitamos con antelación a familiares o amigos que conservar lazos con el campo (y se atreven a elaborar aceitunas de mesa, higos secos y otros frutos indicados para estas fiestas, membrillo, miel, mermeladas, harinas y otros productos, quesos, embutidos, fruta deshidratada, licores, setas), no perdamos la oportunidad de pedirles amablemente un poco. 🙂
- Desempolvar libros de recetas, preguntar a madres, padres o abuelos, buscar en Internet algún plato interesante. ¿Por qué no dar una alegría a nuestra madre o abuela -a quien se atreve con la suegra- con una tarde de cocina?
- Si es posible, criar, cultivar, recolectar en el campo, recibir de un amigo o comprar a bajo precio los alimentos que destinemos para los días más especiales. Para más información sobre huertos urbanos (pueden funcionar como regalos potenciales), visitar el vídeo Un huerto en la terraza y el reportaje Tendencias: un huerto en el balcón.
Más consejos culinarios para estas fiestas de Greenpeace Canadá, cuando compremos en la tienda:
- Evitar los productos que durante estas fiestas aumentan ridículamente su precio. ¿Es necesario comer marisco congelado en navidades? ¿Hay algún mandato de la ONU sobre esto último?
- Evitar productos que cuenten con ingredientes genéticamente modificados.
- Elegir, cuando sea posible: productos sin pesticidas, locales, de comercio justo. Echa un vistazo a nuestros reportaje sobre productos locales y de huerta: Dónde comprar alimentos locales, ¿Sabes lo que comes? y Comida: contar los km por bocado.
8. Decoración festiva.
Seamos un poco imaginativos. Preguntemos a nuestros mayores. No hace falta salir a buscar musgo, ya que probablemente habrá desaparecido para siempre en donde solías encontrarlo cuando eras pequeño, sobre todo si vives junto a una gran ciudad.
- No caer en los errores del Ayuntamiento de Barcelona. Un árbol decorativo no es sostenible simplemente por no ser un árbol.
- Ser original, al fin y al cabo. Los más pequeños te lo agradecerán.
9. Siguiendo la estela de los “regalos útiles”.
- Confecciona un juego de mesa con tus propias manos: ajedrez, risk, puzzle, un juego inventado. ¿Te atreves a organizar una ginana? En caso negativo, ¿puedes embaucar a alguien con sobrada experiencia en estas empresas para que organice una?
- Diseña, crea algo personal que sea útil. Planifica un huerto, una bolsa del pan, una cesta para ir a comprar.
10. Un regalo a través del correo electrónico.
- Galería de fotos, presentación multimedia, un elaborado texto (puede tener el mismo efecto que una carta, sí).
11. Comprar algo de una marca que respetemos, o algún objeto duradero.
Y no hablamos de un diamante de sangre (de hecho, aguardamos a una nueva era de orgullo africano). Más bien todo lo contrario.
- En lugar de regalar algo anodino a nuestros hijos, aprovechar el mal momento de las bolsas para comprar un pequeño paquete de acciones de compañías éticas. Visitar nuestra Guía de la inversión ética 2008.
- Invertir para toda la familia: paneles solares, un pequeño generador de energía eólica, un libro especializado o similar. Nuestro reportaje Autogestión energética profundiza en la temática.
- Una buena bicicleta (¿por qué no adquirida de segunda mano a través de un servicio de clasificados de Internet?) es uno de los regalos con más posibilidades de cambiar positivamente la futura cotidianeidad de la persona a la que vaya dirigido este brillante vehículo. Acceder a reportaje Bicicletas para usar a diario.
- ¿Comprar un abono para usar la bicicleta pública, si existe un servicio tal en nuestra localidad? En Barcelona, por ejemplo, cualquier ciudadano puede suscribirse a la recomendable red de bicicletas públicas Bicing. Para más información, visitar Bici pública: individual y colectiva y vídeo Bicing Barcelona: éxito del alquiler público de bicicletas.
12. Regalar una experiencia.
- Instantánea: recordemos el consejo del abrazo de Seth Godin. También hay otros estadios de afecto igualmente recomendables.
- Pasajera: un buen vino, un buen restaurante, un fin de semana en algún lugar especial (Paradores en España, Pousadas en Portugal), una escapada inesperada -y económica- a algún lugar que nos atraiga (¿Marraketch?).
- Duradera: formación, idiomas, clases de danza, música, proponernos “comprar tiempo” para poder dedicar más tiempo a lo que queremos.
13. Regalar un mejor futuro para nuestros seres queridos y para gente que no conocemos.
- Fomentar la lectura, el deporte, los valores que fortalecen entre nuestros seres queridos.
- Ayudar económicamente a una persona, familia o comunidad en otro lugar del mundo más necesitado. Recordar, no obstante, que debemos confiar únicamente en organizaciones que ofrezcan todas las garantías de transparencia. Visitar artículo sobre la crisis de credibilidad de las ONG: Ascenso y caída de la imagen de las ONG.
14. Regalar tiempo.
- Ir lento es la nueva rapidez.
15. Visitar a nuestros mayores, estén donde estén.
Si tenemos la suerte de contar con una amplia y desperdigada familia, desengrasar las tiranteces que crean el tiempo y la distancia.
Extra
Perseguir objetivos personales y profesionales. Cumplir objetivos. Cambiar, si es necesario. No comprar para ocultar carencias.