El comercio justo es una modalidad de comercio ético que promueve una relación justa entre productores y consumidores.
El comercio justo es una forma alternativa y responsable de comercio promovida por empresas, personalidades, organizaciones no gubernamentales, la ONU y movimientos sociales y políticos (pacifismo y ecologismo entre ellos), para crear una relación comercial justa entre productores, intermediarios y consumidores.
El establecimiento de relaciones comerciales y respetuosas busca:
- Garantizar para los trabajadores y trabajadoras un salario justo.
- Mejorar las condiciones de seguridad e higiene del lugar de trabajo.
- Fomentar la igualdad de oportunidades para las mujeres.
- Proteger los derechos de los niños.
- Salvaguardar las minorías étnicas.
- Preservar el medio ambiente.
Asimismo, el comercio justo valora la calidad y la producción ecológicas; intenta evitar, cuando es posible, intermediarios entre productores y consumidores; informa a los consumidores acerca del origen del producto.
Como recoge la definición de Wikipedia, “el comercio justo implica el precio justo; es decir, que éste no contenga componentes influenciados por intervenciones o subsidios estatales que distorsionan, per se, el concepto de comercio justo.”
El comercio justo o alternativo pretende revertir sobre el desarrollo integral -económico, social, ambiental- de las comunidades.
El comercio justo pretende respetar la idiosincrasia de los pueblos, sus culturas y tradiciones, así como sus derechos humanos básicos, como establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos.