Las lámparas desarrolladas con fibra óptica no contaminan, no desprenden calor y son más eficientes. Un único pero, de momento: son caras. Siga esta denominación en los próximos tiempos: iluminación EFO.
No se trata del nombre de una galaxia lejana, ni el de un planeta enano como Plutón. Fiberstars es una empresa estadounidense que ha invertido todo su esfuerzo en el desarrollo de sistemas de iluminación de fibra óptica.
Pese a tratarse de un sistema costoso, las lámparas de fibra óptica no desprenden mercurio como los fluorescentes convencionales, no irradian calor ni emiten luz ultravioleta. Aunque lo que despierta mayor interés es su eficiencia: una sola lámpara de 70 vatios conectada al sistema de fibra óptica de esta firma genera una iluminación equivalente a 8 bombillas de 50 vatios funcionando a la vez.
La idea de emplear la extraordinaria conductividad de la fibra óptica para sistemas de iluminación se ha desarrollado a lo largo de las últimas décadas. La propia Fiberstars ha podido idear su línea de productos de iluminación EFO (del inglés “efficient fiber optics”, fibra óptica eficiente) actuales, todavía destinados a empresas y organismos públicos debido al coste de sus propuestas, gracias a una subvención de 16 millones de dólares que recibió en 1980 del gobierno federal de Estados Unidos.
Como indica Michael Kanellos en el diario electrónico especializado en tecnología News.com, perteneciente a Cnet, quienes han mostrado más interés en los productos de la empresa son algunos grandes hoteles y establecimientos de Las Vegas, con el fin de conseguir espectaculares efectos en el decorado de sus edificios, así como algunos fabricantes de piscinas, muy interesados por la idoneidad de este tipo de iluminación para el interior de piscinas, al evitar electrocuciones y no generar calor.
Hasta ahora, según Kanellos, la opción de la fibra óptica podría llegar ahora al alcance del gran público debido al aumento de la factura eléctrica en los países ricos y a las nuevas regulaciones, más estrictas con el empleo de sustancias contaminantes y cancerígenas como el mercurio.
Interesados por la iluminación sostenible
Sea como fuere, la tecnología sostenible en iluminación, de lo que presume Fiberstars, cuenta cada vez con más interesados. La cadena Whole Foods Market ha sustituido sus lámparas incandescentes en los departamentos de pescado y mariscos de sus tiendas por la opción EFO de Fiberstars.
La cadena de tiendas Albertsons pretende hacer lo propio, mientras el W Hotel de Nueva York ha anunciado que instalará este tipo de iluminación en su vestíbulo.
Mientras la compañía estadounidense espera comercializar sus productos para usuarios residenciales en 2007, ninguna compañía en España o el resto de la UE parece seguir sus pasos de un modo decidido. Siempre podremos decir que, como siempre, falta dinero público.
La particular historia de esta compañía que, pese a facturar más de 28 millones de dólares en 2005, perdió 7,4 millones en el mismo año, también está relacionada con el documento original de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos: la Magna Carta es iluminada con un sistema de Fiberstars para evitar que el paso del tiempo, el calor de la luz y los rayos ultravioletas puedan hacer mella en ella.
En Estados Unidos, algo así tiene que estar muy cerca del ideal de responsabilidad social, con el permiso del pensador John Smith y su búsqueda de la felicidad y la libertad a través del uso de la venerada propiedad privada.