Varios proyectos de viviendas cuya fachada carece de ventanas logran armonizar luminosidad, habitabilidad, recogimiento y estética.
Cuando son bien ejecutadas, ideas aparentemente absurdas se convierten en una útil transgresión. Incluso cuando se trata de viviendas sin ventanas.
Sobre arquitectura, poética y la subjetividad del sentido común
¿Es una vivienda sin ventanas en la fachada un objeto sin sentido común? No. Este no categórico es al menos el sostenido por los arquitectos y habitantes de las casas sin ventanas más destacadas.
En ocasiones, son los propios arquitectos quienes han diseñado para ellos la casa abierta hacia un patio interior, más amable, privado y apacible que el entorno circundante.
Entre los motivos que propulsan la nueva tendencia, destacan la necesidad de recogimiento en entornos y situaciones donde imperan el ruido y la distracción; y la aspiración a influir con el diseño de planta sobre el uso que sus moradores hacen de un espacio que prioriza la mirada interior y la contemplación, en lugar del estímulo constante.
Las casas “mid-century modern” diseñadas hacia dentro
La idea parte de la arquitectura moderna y orgánica de mediados del siglo XX. En 1953, el arquitecto Paul Schweikher, amigo de Mies van der Rohe, edificó en Glen Ellyn, Illinois, una modesta casa de ladrillo y una planta, sin ventanas al exterior y prácticamente invisible desde la calle. Su interior no obstante, se abre a un patio interior con un jardín zen.
(Imagen: interior de U-House -White U- por Toyo Ito; 1976, Tokio, Japón; la casa fue demolida)
La casa de Glen Ellyn forma parte de una tendencia de la arquitectura moderna que fundía los edificios con la vegetación circundante, abriendo el edificio hacia su interior. Muchas de estas viviendas “mid-century modern” han sido derribadas y estaban influidas por la ligera y efímera arquitectura japonesa.
Introspección japonesa y arquitectura
En la cultura japonesa, el duelo ante la muerte de familiares transforma lo cotidiano, hasta el punto de influir sobre el diseño de jardines zen o viviendas.
Es el caso de, por ejemplo, la U-House, una casa sin ventanas exteriores y en forma de U, aglutinada en torno a su patio interior, firmada en 1976 por el ahora reconocido arquitecto Toyo Ito.
(Imagen: interior de Light Walls House, por mA-style Architects; 2013, Toyokawa, Aichi, Japón)
Para muchos bebés, una revista es un iPad que no funciona (ver vídeo); pero una casa sigue siendo una casa: al dibujarla, cualquier niño incluye puerta, al menos una ventaja, tejado y chimenea.
Sobre la influencia de nuestro entorno inmediato
¿Qué ocurre si preguntamos a un niño si puede haber casas sin ventanas en la fachada? Siguiendo el ideal semiótico del concepto “casa”, los niños lo asocian con un objeto con unas funciones y características que, para ellos, debe incluir ventanas.
En un mundo hiperconectado y con un inabarcable torrente informativo en cualquier soporte, la introspección o capacidad para recogernos física y espiritualmente se convierte en el elemento esencial para autorrealizarnos, prescrito desde la filosofía clásica.
Cualquier entorno permite practicar la introspección, si bien la arquitectura residencial y el urbanismo son disciplinas que animan o reducen nuestro potencial introspectivo.
El arte de editar nuestro entorno inmediato
Una habitación ventilada, luminosa y sin elementos superfluos que compitan por nuestra atención y por ocupar el espacio finito delimitado ante nosotros, invita más a recogernos (meditando, contemplando, divagando, estudiando, simplemente “siendo”) que dedicar el mismo tiempo y esfuerzo desde el centro de Times Square en Nueva York.
Como la filosofía clásica, la psicología humanista concibe la introspección como el estado de conciencia en uno mismo clave para autorrealizarnos; la vida “examinada” o la contemplación de uno mismo, aunque no es un estado mental unívoco ni se cultiva con una sola actividad.
Eso sí, filosofía, psicología y neurociencia relacionan introspección con recogimiento, contemplación, conciencia de uno mismo, desapego entre cuerpo y mente.
Arquitectura para recogerse
Cualquier meditación requiere que cerremos los ojos y reduzcamos dentro de lo posible la afectación sensorial ante lo que nos rodea.
Esta necesidad de asomarnos a nosotros mismos, relacionada con el panteísmo desde Sócrates hasta Ralph Waldo Emerson, explicaría el interés humano por los espacios de recogimiento que no sólo nos resguardan de la intemperie, sino que nos permiten observar todo (el universo) desde nuestra propia conciencia, protegida por la techumbre.
(Imagen: interior de Vertical Glass House por Atelier FCJZ; 2013, Xuhui, Shanghái, China)
Ello explicaría conceptos como el de “ecología”, oikos (casa en griego) y logos (disciplina). Observar el universo desde la unidad del individuo.
La casa imaginaria de Emerson
Hay casas sin ventanas que, con el permiso de cualquier niño y del ideal humano de “casa”, al que adjudicamos desde que tenemos uso de razón unos valores geométricos esenciales (cuadrado con puerta y ventana; sobre él, triángulo con chimenea), responden tanto al ideal humano de vivienda o abrigo como una casa cuya fachada transparente funda el interior con el entorno.
Paradójicamente, tanto las casas en plena naturaleza con grandes ventanales paredes translúcidas o completamente transparentes, como las viviendas sin ventanas abiertas al interior en entornos urbanos, persiguen un ideal común: observar lo exterior desde lo interior, asomarse al universo conociendo más sobre uno mismo.
(Imagen: interior de Vertical Glass House por Atelier FCJZ; 2013, Xuhui, Shanghái, China)
Es la misma idea panteísta explorada por Ralph Waldo Emerson en sus ensayos. Conocer más sobre nosotros mismos es hacerlo sobre el universo.
Mantener la empatía en una casa sin ventanas al exterior
Metropolis Magazine se pregunta en un artículo dedicado a la nueva tendencia: “¿qué ocurre con los ocupantes cuya casa les recluye de la sociedad?”. La conclusión del artículo: depende del proyecto, el arquitecto y los ocupantes.
Para la firma de aquitectura Atelier FCJZ, responsable Vertical Glass House, una casa de 4 pisos con fachada de cemento carente de ventanas e interior totalmente acristalado, incluyendo suelos y paredes, diseñar una casa sin ventanas era un experimento cuyo origen se remonta a 20 años atrás, cuando el fundador del estudio, Yung Ho Chang, concibió la idea sobre plano para un proyecto que no resultó ganador.
En ocasiones, los diseños asistidos por ordenador (“renderizaciones” o “renders”) se recuperan más tarde, como si se trataran de la idea aparcada por un escritor, retomada con mayor experiencia y madurez.
Exterior opaco, interior transparente
La vivienda se construyó por encargo de la edición de 2013 Bienal de Arquitectura y Arte Contemporáneo de Shanghái, con resultados espectaculares.
El diseño exterior recuerda a un edificio moderno; a medio camino entre la Glass House de Philip Johnson y la fachada de cemento de un edificio de Oscar Niemeyer.
(Imagen: interior de Light Walls House, por mA-style Architects; 2013, Toyokawa, Aichi, Japón)
Yung Ho Chang explica qué estado pretendía estimular entre los ocupantes del edificio: “Con paredes cerradas y suelos transparentes, así como el techo, la casa se abre tanto al cielo como a la tierra, posiciona al morador justo en el centro, y crea un espacio para la meditación”.
La radicalidad de la U-House
La U-House, hoy demolida, fue el primer encargo de Toyo Ito con cierta proyección. El arquitecto la edificó para su hermana, que con dos hijas de pequeña edad acababa de perder a su marido.
La casa, modesta y desprovista de ornamentos, consistía en un corredor en U que servía de perímetro de un jardín privado, la fuente lumínica de la casa. Apenas había separaciones en el interior de la vivienda. El arquitecto Stan Allen la catalogó como “la casa más radical del siglo XX”.
La U-House fue pionera entre varias remarcables viviendas sin ventanas edificadas en los densos barrios residenciales de Tokio, algunas de las cuales consolidaron la carrera de sus creadores.
Viviendas que se abren a patios interiores
El reconocido Tadao Ando logró también notoriedad diseñando la Casa Azuma, una estrecha y pequeña vivienda de dos plantas con fachada de hormigón armado.
La Casa Azuma, finalizada también en 1976, fue una crítica a las principales tendencias arquitectónicas y recibió el premio de la Asociación Japonesa de Arquitectura en el mismo año.
Edificada sobre un solar de 57,3 m2 y con una superficie total de 64,7 m2, está dividida en tres secciones de igual tamaño: dos volúmenes y un patio descubierto, situado entre ambos volúmenes.
Luz y geometría
Más recientemente, la Ryusenji House en Nagoya, firmada por el estudio de Uno Tomoaki, tiene una fachada de cemento reforzado carente de ventanas, puerta de acero inoxidable. En su interior, en torno a un patio tan parco y geométrico como el resto de la vivienda, hay sólo separación para sala de estar, lavabo y dormitorio.
La luz se convierte en protagonista, al penetrar por dos grandes tragaluces de forma cuadrada y circular, respectivamente. Para Uno Tomoaki, “la arquitectura define la relación entre la gente y la naturaleza”.
“Si bien no trata de controlar por completo a los habitantes de la vivienda -cómo se sienten o cómo la usan-, la riqueza de la arquitectura consiste en maximizar la relación entre la gente y la naturaleza”, concluye Tomoaki.
Por qué Japón se atreve con las casas sin ventanas
El fenómeno de las viviendas sin ventanas ha tomado especial relevancia en Japón debido a la cultura de experimentación (viviendas minimalistas, casas estrechas u orientadas hacia un patio interior, etc.), que muestra la arquitectura residencial japonesa en los últimos años.
Metropolis Magazine explica que la construcción residencial japonesa parte de una tradición que considera la vivienda como un habitáculo efímero, transformable, ligero.
La dialéctica entre la construcción tradicional y el interés por la novedad, así como la poca disponibilidad de suelo, explicaría que la vivienda media japonesa pierda su valor de mercado con mucha más rapidez que en otras economías desarrolladas.
Sobre el valor cultural de la intimidad y la introspección
Las familias japonesas de clase media no centran su estrategia económica a largo plazo en comprar y vender su vivienda, como ocurre en Occidente, y la mayoría no espera siquiera vender su casa en el futuro, lo que explicaría el interés por encargar proyectos que se adapten a la idiosincrasia y el momento.
El fenómeno de las casas sin ventanas convencionales en su fachada resulta menos extravagante en una cultura que aprecia la introspección y cuyas creencias mayoritarias, budismo zen y sintoísmo, tienen raíces panteístas.
Asomarse al interior en busca de libertad
La sociedad japonesa, expone Alastair Townsend en Metropolis Magazine, “prefiere permanecer a cubierto, proteger su derecho a la anonimidad, a la que no importa dejar que lo circundante transcurra mientras disfruta tranquilamente de las privadas comodidades del hogar”.
Arquitectos y expertos ofrecen su opinión acerca de las viviendas sin ventanas hacia el exterior pero, ¿cuál es la opinión de sus moradores tras vivir en ellas? Uno Tomoaki visitó recientemente a los clientes para los que había edificado la Casa Ryusenji.
(Imagen: interior de Vertical Glass House por Atelier FCJZ; 2013, Xuhui, Shanghái, China)
“Visité a los clientes y me dijeron: ‘Jamás en nuestras vidas habíamos experimentado semejante sensación de libertad'”.
Un tragaluz con vistas a un castillo
En el otro extremo de Eurasia, la firma lisboeta de los hermanos Manuel y Francisco Aires Mateus explora las posibilidades de la arquitectura orgánica, siguiendo los pasos del también portugués Álvaro Siza.
El minimalismo orgánico de Aires Mateus, donde el espacio ocupado es tan importante como el vacío y la incidencia de la luz y los elementos, explora la idea de una vivienda sin ventanas en su fachada en su casa de Leiria.
La casa, blanca, con tejado a dos aguas y sin más ornamento exterior que sus formas puras. Un gran tragaluz secciona el tejado, iluminando tanto el patio como las estancias de la vivienda. Sólo el tragaluz y la gran entrada absorben luz del exterior.
La poética de las ventanas (o de su ausencia)
Desde el estudio Aires Mateus, explican que el proyecto se adaptó a las condiciones de un entorno especial: por un lado, las vistas a un castillo y, por otro, la intención de evitar vistas al resto del paisaje circundante, descrito como “poco agradable”.
Las dos aperturas existentes, puerta y tragaluz, “proporcionan el mismo propósito que en cualquier otra casa: permitir la luz en los espacios, facilitar la ventilación y establecer una relación con el exterior”.
Si bien ambas aperturas logran el cometido tradicional, también tienen “un propósito específico, personalizado: divisar la mayor parte de las vistas -el castillo de Leiria- en lugar del desagradable entorno inmediato”.
Proyección al universo desde el abrigo mínimo
Tanto la Vertical Glass House de Shanghái como las viviendas sin ventanas de Japón o la Casa en Leiria de los portugueses Aires Mateus manipulan poéticamente el lenguaje universal de la vivienda, interpretado por un niño como un habitáculo con ventana en la fachada, para potenciar el recogimiento y la introspección.
Varios arquitectos han logrado viviendas para uso convencional con residentes que se declaran satisfechos con el resultado.
Cuando no existen un dramático horizonte o un tupido bosque circundante y el entorno distrae y perturba, las ventanas pueden viajar desde la fachada hasta el tejado y el patio interior.
10 casas introspectivas sin ventanas en su fachada
Enumeramos a continuación las viviendas sin ventanas al exterior más celebradas.
1. Vertical Glass House por Atelier FCJZ (2013, Xuhui, Shanghái, China)
2. Light Walls House por mA-style Architects (2013, Toyokawa, Aichi, Japón)
3. Azuma House por Tadao Ando (1976, Osaka, Japón)
4. U-House (White U) por Toyo Ito (1976, Tokio, Japón)
5. Casa Ryusenji por Tomoaki Uno Arquitectos (2008, Nagoya, Japón)
6. Casa en Leiria por Aires Mateus (2010, Leiria, Portugal)
7. Casa en Shirokane por MDS (2013, Shirokane, Minato, Tokio)
8. Casa en Hiro por Suppose Design Office (2009, Hiro, Kure, Hiroshima, Japón)
9. Casa con túnel de cemento por Makiko Tsukada (2011, Suginami-ku, Tokio, Japón)
10. Casa Minimalista por Shinichi Ogawa & Associates (2009, Okinawa, Japón)