El sector de la telefonía móvil es un mercado gigantesco que ofrece productos a más de la mitad de la humanidad. La última edición de la mayor feria de telefonía, el Mobile World Congress de Barcelona, mostró teléfonos inteligentes para competir con el iPhone, tiendas de aplicaciones, servicios de localización y redes sociales y, finalmente, varias iniciativas sostenibles.
Sin embargo, fue quizá la total ausencia del iPhone la principal sensación que nos llevamos los visitantes, ya que la oferta mundial de telefonía parece girar cada vez más alrededor de lo que dicta Apple, una marca hasta hace poco totalmente ajena a este mercado. Pero, ¿qué ocurrió con las ofertas ecológicas de telefonía? Sigue leyendo.
El Mobile World Congress celebra esta semana (del 16 al 19 de febrero en la Fira de Barcelona) su primera edición tras el agravamiento de la crisis mundial.
A falta de confirmar los datos oficiales de participación y número de visitantes, es difícil que el MWC pierda brillo, al combinar un enorme espacio para expositores con conferencias y sesiones de trabajo que interesan más que nunca en un momento de crisis e incertidumbre.
Un sector gigantesco que persigue la estela del iPhone
Se habla de teléfonos inteligentes para competir con el iPhone, tiendas de aplicaciones, servicios de localización y redes sociales y, finalmente, varias iniciativas sostenibles.
Nokia asegura haber ahorrado más de 400 millones de euros en embalaje al desarrollar envoltorios menos aparatosos para sus terminales, mientras Samsung ha presentado un teléfono producido con plástico reciclado y reciclable que incorpora un pequeño panel solar en su carcasa, capaz de recargar su batería.
Sony Ericsson continúa ofreciendo información detallada sobre la supuesta sostenibilidad de sus móviles, que siempre puntúan bien en el periódico estudio sobre responsabilidad medioambiental de las principales empresas informáticas, electrónicas y de telefonía que elabora Greenpeace (su Guide to Greener Electronics).
La edición de noviembre de 2008 del estudio de Greenpeace otorga la mejor nota a Nokia, gracias a su avanzado sistema de devolución y reciclaje de terminales.
Sony Ericsson, Samsung y Toshiba empatan en segunda posición, mientras que las estadounidenses Apple y Microsoft aparecen, pese a los esfuerzos de los últimos años, en la parte baja de la tabla.
Un móvil con cargador solar incorporado
Samsung ha aprovechado la cita de Barcelona para presentar su modelo Blue Earth, del que no hay todavía especificaciones técnicas, aunque sí confirmación de que se trata de un modelo comercial y no un prototipo, como los modelos Remade de Nokia, presentados hace un año y sin salida comercial.
El Samsung Blue Earth está producido con plástico reciclado procedente de botellas y puede ajustar sus prestaciones para aumentar su eficiencia energética.
Incluye un panel solar en su reverso, lo suficientemente potente como para recargar la batería y realizar llamadas sin necesidad de cargador.
El Blue Earth de Samsung incluirá envoltorio reducido y reciclado, para disminuir al máximo la huella ecológica del dispositivo.
Cargadores universales
En España, el consumo fantasma generado por cargadores que permanecen enchufados a la corriente eléctrica y aparatos electrónicos que permanecen en “stand-by” constituye el 12% de la factura eléctrica anual.
De evitarse, la energía equivalente serviría para abastecer a 6 ciudades como Madrid durante un mes. Un problema, por tanto, nada desdeñable.
Gobiernos de todo el mundo y varias compañías, entre ellas Google con su reciente iniciativa PowerMeter, quieren ofrecer a los usuarios herramientas para que puedan detectar qué aplicaciones desperdician mayor energía y cómo evitarlo.
Google, por ejemplo, cree que la transparencia informativa es crucial para que la responsabilidad del usuario aumente.
En los últimos años, ha aumentado ostensiblemente el uso de aparatos informáticos y electrónicos como el móvil y, con ellos, sus respectivos cargadores, que hasta hace poco obviaban completamente mecanismos para evitar el gasto energético innecesario.
Los cargadores energéticamente eficientes y de uso universal serán finalmente una realidad, antes de 2012, según un acuerdo entre fabricantes de terminales y operadoras móviles pertenecientes a la asociación del sector (GSM Asociation).
La presente edición del Mobile World Congress podría ser recordada por este acuerdo, siempre que sea respetado por los principales actores del sector en todo el mundo,
El cargador universal contará con una interfaz de conexión Micro-USB, lo que reducirá el gasto de materiales y el desecho de cargadores obsoletos al actualizar el móvil, a la vez que simplificará la vida de los usuarios, que podrán usar cualquier cargador disponible.
Un año de sistemas operativos y tiendas de aplicaciones
Los pesos pesados siempre acuden con todo su armamento a Barcelona: Nokia y Microsoft han convertido en tradición sus multitudinarias ruedas de prensa.
También Research in Motion (fabricante de los Blackberry), Sony Ericsson, Samsung, las operadoras de telefonía de todo el mundo o nuevos actores en el sector, como Google y su apuesta por el sistema operativo para móviles Android, basado en Linux y de código abierto.
Un gran ausente, también nuevo en el sector, aunque responsable de la oleada de teléfonos inteligentes con pantalla táctil y características multimedia que inundan la feria este año, con sus respectivas tiendas de aplicaciones (a imagen y semejanza de la primera en llegar y más exitosa hasta el momento): Apple, con su iPhone y la App Store que tanto parece obsesionar al sector.
La marca de Cupertino parece no necesitar un escenario como el congreso de la asociación GSMA, que nació en Cannes al abrigo de la finlandesa Nokia, todavía primera empresa mundial en cuota de mercado.
Personalmente, tenía interés en comprobar hasta qué punto la sostenibilidad se ha convertido en prioridad para las principales marcas del sector de la telefonía móvil. El pre-acuerdo relacionado con los cargadores universales suponía ya un cierto avance de antemano.
Nokia
Así que, como si de una copia del calendario de la feria celebrada el año pasado se tratara, hoy me acerqué a la rueda de prensa de Nokia, que tuvo lugar en el mismo escenario: la Llotja de Mar.
Nokia presentó un nuevo terminal multimedia de la serie N (N75), una versión comprimida de su serie E (E55) de teléfonos para el uso de correo electrónico y una nueva tienda de aplicaciones, en torno a la plataforma social creada por la marca: Ovi.
Nokia no ha sido la única en anunciar, un año y medio después de la llegada de la App Store de Apple, una tienda de aplicaciones para sus teléfonos inteligentes con sistema operativo Symbian.
Microsoft
Microsoft hace lo propio, a la vez que presenta Windows Mobile 6.5 en un momento en que sorprende la concurrencia de varios sistemas operativos poderosos, pocos años después de que las únicas opciones viables parecieran EPOC (se transformó en Symbian, ahora en manos de Nokia), Windows Mobile y Palm OS (abandonado por Palm, que pretende resurgir con su Pre, una apuesta seria para sobrevivir).
El propio consejero delegado de Microsoft, Steve Ballmer, ha sido el encargado de presentar la nueva tienda para móviles con Windows, que ha bautizado Windows Marketplace for Mobile.
Tanto Symbian (Nokia) como Windows Mobile 6.5 tienen que convivir con la versión de bolsillo de Mac OS X que incorpora el iPhone, Blackberry OS incluido en los dispositivos de RIM, Google Android (basado en Linux) y otras versiones de bolsillo derivadas del sistema operativo de código abierto Linux: Palm webOS, responsable del abandono de Palm OS y ediciones minoritarias, aunque potencialmente disruptivas, LiMo entre ellas.
Apple y Google, dos neófitos en el sector no especialmente presentes en Barcelona (aunque Google tiene pabellón y aporta varios participantes en las conferencias y sesiones de trabajo), acaparan la atención de la blogosfera leída por los usuarios pioneros de todo el mundo (los llamados “early adopters”), pero Nokia, Microsoft, Research in Motion y otros jugadores no se resignan a desaparecer de la foto.
Tiendas de aplicaciones por doquier
La influencia del iPhone y Android en la industria parece abrumadora, si uno sólo consulta los medios de comunicación, oficiales e independientes, de todo el mundo.
No obstante, el resto de marcas no puede negar su obcecación con tendencias iniciadas con el iPhone y confirmadas, en versión de código abierto y orientada a “geeks” (usuarios amantes de lo técnico), con Android.
A saber: teléfonos con pantalla táctil de gran calidad (en ocasiones, usando tecnologías patentadas por Apple, como ocurre en el Pre de Palm), cámara incluida, sistema de localización, redes 3G y tienda de aplicaciones incorporada.
Así pues, en Barcelona uno ve teléfonos que recuerdan al iPhone en todas partes, mientras los grandes fabricantes presentan también su propia tienda de aplicaciones.
Las últimas en llegar (tras las ya existentes iPhone App Store, Blackberry Market y Android Market), son OVi Store de Nokia, la tienda de Microsoft, además de la anunciada por Samsung (con aplicaciones para sus teléfonos Symbian y Windows Mobile) y la operadora estadounidense T-Mobile.
Otras operadoras pueden seguir el ejemplo de T-Mobile, cuando especialistas en el sector ya se preguntan si tiene sentido que cada importante compañía en el sector tenga su propia tienda a imagen y semejanza de la de Apple, aunque sin la tracción necesaria por parte de usuarios y desarrolladores.
Incluso Android Market, la tienda creada por Google para teléfonos Android, ya lista para que los desarrolladores vendan aplicaciones de pago, está tardando más de lo esperado en ganar tracción (el número de aplicaciones disponibles y desarrolladores es inferior al conseguido por la App Store de Apple durante su lanzamiento).
Buscando analogías, como ya ocurrió en el mercado de los videojuegos durante los noventa, los desarrolladores de aplicaciones con menos recursos no podrán crear sus productos para todas las plataformas en juego, de modo que, en el caso del mercado móvil actual, las tiendas más populares atraerán el talento independiente.
Apple App Store y Android Market parecen tener su futuro asegurado. Tras Apple y Google se sitúan Nokia y Research in Motion.
La cuota de mercado de Nokia en todo el mundo augura posibilidades a Ovi Store, aunque existen varios interrogantes, entre ellos si Nokia podrá atraer a creadores de aplicaciones independientes.
Research in Motion quiere que su tienda para Blackberries sea la App Store de perfiles ejecutivos y empresariales, tras las malas críticas cosechadas por el modelo con pantalla táctil Storm, debido a su software inmaduro y falto de usabilidad.
El resto de tiendas corren el riesgo de convertirse en pequeños nichos con un puñado de programas oficiales y aplicaciones populares.
Localización, redes sociales, recomendación, medio ambiente
Nokia insistió este lunes, durante su rueda de prensa en Barcelona que su apuesta se centra en la localización, las redes sociales y la recomendación.
Los teléfonos inteligentes han alcanzado su madurez a marchas forzadas, después de que el iPhone 3G popularizara, gracias a la funcionalidad GPS y a la conectividad 3G, programas que sacan partido de la localización del usuario y su interacción con todo tipo de datos.
Nokia también ha hablado de su estrategia sobre sostenibilidad, en el centro neurálgico de la compañía, según su directora de estrategia medioambiental Kirsi Sormunen, a quien pudimos entrevistar el lunes por la mañana.
Según Sormunen, Nokia lleva más de una década tomando decisiones estratégicas con impacto medioambiental, además de dejar claro que no se trata de una estrategia de marketing o “greenwash” (lavado de imagen a partir del ensalzamiento de supuestos atributos sostenibles).
Uno de cada tres teléfonos que se venden en el mundo es Nokia; de ahí que lo que puede parecer un cambio insignificante (cambiar el envoltorio de los productos hace dos años ha evitado el uso de miles de toneladas de papel, además de un ahorro de 470 millones de euros.
La marca, que promueve entre algunos de sus trabajadores el uso de herramientas para el ahorro de desplazamientos innecesarios y aumento de la conciliación, tales como el teletrabajo y la videoconferencia, también forma parte de la iniciativa Eco-Patent Commons, iniciativa en donde varias empresas comparten sus patentes medioambientales sin que los interesados tengan que pagar por su uso.
Interacción con el usuario: promover la sostenibilidad
La creación de la App Store permitió crear un mercado de aplicaciones que, si bien ha sido criticado por el dirigismo y la posibilidad que se reserva Apple sobre cualquier programa que se venda en la tienda, favoreció la llegada de todo tipo de servicios.
En la App Store existen decenas de aplicaciones que fomentan el ahorro, la eficiencia energética o la práctica de actividades sostenibles: desde programas para localizar productos respetuosos con el medio ambiente y sus trabajadores (GoodGuide), hasta programas para compensar nuestras emisiones de dióxido de carbono.
Otros entornos de aplicaciones ofrecerán a medio plazo programas similares, y las tiendas de RIM, Google, Nokia y Microsoft no son una excepción.
Nokia, por ejemplo, ha firmado acuerdos con World Wildlife Fund y Lonely Planet para promover el turismo respetuoso a través de la iniciativa GreenExplorer, además de la aplicación we:offset para compensar emisiones.
La situación económica mundial también afecta al sector de la telefonía móvil, que ha podido adentrarse hasta las aldeas más pobres de África, favoreciendo el intercambio económico y el acceso a la información donde los servicios de telecomunicaciones habían permanecido ausentes hasta ahora.
La promoción de iniciativas sostenibles puede aportar beneficios a fabricantes, operadoras y usuarios: disminuir el embalaje permite recortar costes, mientras el uso de cargadores universales reduce la basura electrónica y aumenta la calidad de vida del usuario.
Las operadoras, mientras tanto, se benefician de una experiencia móvil cada vez más relacionada con el contrato del usuario (acceso a datos y no sólo voz, etcétera) y menos dependiente de fomentar la venta de aparatos, que fomentaba un ciclo de vida útil anual o incluso más corto.