El EWG es una ONG estadounidense que pretende defender los intereses de los consumidores con la investigación y publicación de estudios sobre el nivel de sustacias tóxicas en todo tipo de productos o sobre el subsidio de cultivos que dañan el medio ambiente, a modo de denuncia pública fundamentada en hechos y no en demagogia.
Como objetivos fundamentales, EWG se ha marcado:
- La protección de los segmentos más vulnerables de las poblaciones humanas -niños, recién nacidos y bebés en estado embrionario- de los problemas de salud atribuidos a una amplia gama de contaminantes tóxicos.
- La sustitución de políticas en EEUU, “incluidos los subsidios que dañan el medio ambiente y los recursos naturales, con políticas que invierten en conservación y desarrollo sostenible.”
El Environmental Working Group se ha especializado en financiar y publicar investigaciones relacionadas con ámbitos industriales y políticos que no suelen ser cubiertos en profundidad por los medios de comunicación tradicionales.
El EWG (grupo de trabajo medioambiental) ha publicado varios informes sobre toxinas:
- Las políticas del gobierno federal estadounidense relacionadas con los subsidios agrarios y la gestión de territorios de propiedad pública también son una prioridad para la organización. El EWG ha denunciado repetidamente que cultivos como el maíz son subsidiados a cambio de apoyo político y, en cambio, la agricultura orgánica carece de ayudas públicas en EEUU.
- Otro foco de atención para los profesionales de la ONG es la vigilancia independiente del concepto anglosajón de “accountability” en la empresa: el principio que establece que los individuos, las organizaciones y la comunidad son responsables de sus acciones y deben ser requeridos para dar cuenta de su transparencia ante terceros.
El grupo de trabajo medioambiental cuenta con una organización asociada, el EWG Action Fund (fondo de acción del EWG), que actúa como brazo legal de la organización.
Proyectos y áreas de estudio del Environmental Working Group
Sustancias tóxicas en el cuerpo humano:
- Cantidad de productos químicos y radiactivos presentes en un organismo en un periodo concreto (del inglés “body burden”).
- Presencia de pesticidas en el cuerpo humano.
- Estudio de la relación entre mercurio y autismo.
- Sustancias tóxicas y salud infantil.
Sustancias tóxicas en nuestro entorno:
- Contaminación del aire.
- Presencia de arsénico en maderas tratadas.
- Asbesto (amianto). Debido a sus propiedades -tiene fibras largas y resistentes que se pueden separar y entrelazar, además de resistir las altas temperaturas-, el asbesto es empleado en materiales de construcción, textiles, envases e incluso talco. Se trata de un material tóxico para los organismos vivos que contamina el agua y el aire.
- Estudio de cosméticos y productos de cuidado personal.
- Estudio de compuestos bromados (PBDE), usadas en las carcasas de plástico de los equipos electrónicos para hacerlas más resistentes al fuego. Los PBDE, muy tóxicos para los organismos vivos, pueden detectarse en el aire y polvo de prácticamente cualquier lugar del planeta, como ha demostrado el EWG.
- MTBE (líquido inflamable que se ha usado desde los 80 como aditivo para la mejor combustión de la gasolina y el plomo). Se ha demostrado que el MTBE es tóxico.
- Elaboración de informes sobre PBT, compuestos orgánicos resistentes a la degradación medioambiental que, dada su persistencia en el medio ambiente, contaminan las cadena alimentaria de animales y fauna marina, lo que a su vez repercute sobre la salud humana. El EWG estudia las posibles consecuencias medioambientales de su empleo, que aumenta de modo imparable.
- Ftalatos, compuestos químicos empleados en envases plásticos y, de un modo más polémico, también como disolventes en perfumería y pesticidas. EWG difunde que el empleo generalizado de ftalatos en los productos cosméticos puede dañar el desarrollo embrionario en mujeres embarazadas, así como causar cáncer.
- Teflón/Scotchgard (PFC), un polímero empleado como antiaderente y material impermeable en numerosas industrias, incluida la de los enseres de cocina. Pese a que DuPont, empresa desarrolladora del producto, asegura que el teflón tiene una toxicidad prácticamente nula, se ha demostrado que el deterioro del material en enseres de cocina es letal para los pájaros y causa molestias de distinto tipo en el ser humano. Pese a ser un producto químico no regulado por la EPA (agencia de protección medioambiental de EEUU), se ha demostrado que al menos uno de sus componentes, el PFOA (ácido perfluoroactónico) es cancerígeno, según la propia EPA.
Sustancias tóxicas con presencia en la comida y el agua:
- Benceno (empleado en refrescos). El benceno es un compuesto químico orgánico incoloro empleado en plásticos, resinas, nilón y fibras sintéticas, detergentes, medicamentos y pesticidas. También está presente en el petróleo, crudo, la gasolina, el humo de un cigarrillo. Tiene serios efectos sobre la salud humana; de ahí que el EWG intente comunicar su uso industrial, sobre todo en EEUU, a la opinión pública.
- Agua potable.
- Salmón de piscifactoría.
- Uso de fluoruro como aditivo para el agua potable. Se ha demostrado que el fluoruro es tóxico en cantidades elevadas.
- Seguridad alimentaria.
- Presencia de mercurio en pescados y mariscos.
- Pesticidas.
- Uso de perclorato como combustible para misiones espaciales y herbicidas. El perclorato se sigue empleando pese a ser altamente tóxico para el ser humano (afecta a las glándulas tiroides de manera irreversible).
Según la propia organización, la misión de EWG es “emplear el poder de la información pública para proteger la salud pública y el medio ambiente.”
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