Existen alternativas para reciclar el móvil usado, una vez hayamos descartado, por ejemplo, su venta por Internet como dispositivo usado a través de servicios como eBay.
En España, la agresividad de las ofertas de las operadoras de telefonía móvil para lograr atraer a usuarios de otras compañías ha dado pie a que miles de clientes aprovechen ofertas como el cambio de móvil para pasarse a la competencia.
La entrada en el mercado de las operadoras móviles virtuales, que sumarán sus ofertas a las de Movistar, Vodafone y Orange, no hará sino aumentar la renovación del parque de móviles. A Yoigo, la marca del cuarto operador español de telefonía móvil, Xfera, se unen El Corte Inglés, Euskaltel, Carrefour y otras tantas compañías que tendrán, como principal incentivo para atraer clientes en un mercado maduro, la renovación del dispositivo móvil. España es uno de los países donde la penetración del móvil ha superado a su número oficial de habitantes.
Miles de móviles son desechados cada mes, muchos de los cuales son tirados a la basura como un residuo doméstico o empresarial más. Orange (anteriormente Amena), filial de France Telécom, había perdido hasta el pasado agosto más de un millón de clientes a manos de Telefónica Móviles y Vodafone.
Existen numerosas alternativas para evitar que residuos diseñados para ser reciclados acaben en la basura. Ninguno tiene coste para el usuario; algunos métodos pueden incluso suponer un beneficio; por ejemplo, la propuesta del portal de comercio electrónico eBay es la venta de los móviles usados en buen estado.
De este modo, la máxima hecha popular entre los defensores del medio ambiente en los setenta y ochenta, “reduce, reuse, recycle” -es decir, reducir, reutilizar, reciclar- puede aplicarse a un mercado tecnológico que genera miles de toneladas de residuos contaminantes en todo el mundo.
Propuesta de eBay: vende o encuentra ayuda para reciclar
Si cruzamos el Atlántico, la multinacional eBay, en un movimiento que pretende unir la política de responsabilidad de la compañía y su propio negocio, basado en la venta de objetos de todo tipo entre usuarios, ofrece en Estados Unidos el llamado Programa de Concienciación de eBay (eBay’s Rethink Program).
El portal ofrece soporte al programa de reciclaje de dispositivos tecnológicos usados Rethink, una iniciativa propuesta por Intel Corporation que cuenta, entre sus colaboradores, con Apple (compañía que ha sido recientemente señalada por Greenpeace como una de las empresas electrónicas cuyos dispositivos conservan sustancias químicas potencialmente peligrosas), Best Buy, Dell, Gateway y los dos mayores fabricantes de móviles del mundo: Nokia (líder mundial con alrededor de un tercio del mercado global) y Motorola (que ha recortado en 2006 su diferencia con la compañía finlandesa).
En el portal Rethink de eBay, se explica el objetivo: “nos enfrentamos a un reto inexorable: qué hacer con los productos que renovamos. No se trata de un pequeño problema: centenares de millones de ordenadores, teléfonos móviles y aparatos electrónicos son desechados cada año por los estadounidenses”. Europa, pese a haber liderado la implantación y constante mejora tecnológica de la telefonía móvil, no cuenta con iniciativas privadas similares, con cuenta con una iniciativa privada que implique a las principales compañías electrónicas, incluidas las que fabrican móviles.
El programa Rethink propuesto por eBay resulta atractivo para el usuario comprometido con la reutilización o reciclaje de los viejos dispositivos que posee: “la iniciativa Rethink pretende unir a industria, administración y organizaciones medioambientales para crear nuevas perspectivas y respuestas al problema del gasto electrónico. En este portal puedes encontrar información, herramientas y soluciones para que te sea sencillo -e incluso genere beneficios-, para encontrar nuevos usuarios de tus dispositivos usados, además de ofrecerte alternativas para reciclar responsablemente los productos que no puedan venderse”.
Pese a las buenas intenciones de la industria privada estadounidense, los tres socios comerciales que componen Norteamérica no han aprobado hasta el momento leyes regionales relacionadas con el reciclaje de aparatos electrónicos. La Unión Europea aventaja a Canadá, Estados Unidos y México en este sentido.
Estados Unidos tiene que afrontar el mayor problema de basura industrial del mundo: en 2007, habrá 500 millones de ordenadores obsoletos en este país. A falta de una política federal inequívoca sobre reciclaje electrónico, son los Estados los que están legislando sobre la materia; hasta ahora, sólo Maine, Minnesota, Massachusetts y California se han ocupado de manera sistemática del plomo, mediante la prohibición de que los aparatos electrónicos sean depositados como basura convencional.
Según el Boletín para la Cooperación Ambiental de América del Norte, el Estado de Maine también está legislando sobre la responsabilidad de los fabricantes, yendo más allá del espíritu auto regulativo -en ocasiones un mero maquillaje de marketing- de la llamada Responsabilidad Social Corporativa. California es, sin embargo, el Estado que más en serio se ha tomado el reciclaje de móviles usados, al obligar por ley a los fabricantes de móviles a recoger y reciclar los terminales en desuso, normativa que afecta cualquier marca del resto del mundo que quiera vender celulares en el Estado.
Un proyecto público de reciclaje electrónico
En Europa, algunos proyectos de reciclaje de móviles son subvencionados por la Comisión Europea. Los proyectos Tragamóvil (reciclaje de móviles), Ecopilas (pilas y baterías) y Ecofimática (material de oficina como tóneres de impresora usados), apoyados por la UE, han logrado simbólicos avances, aunque la distancia entre la venta de móviles y las unidades que llegan a reciclarse sigue siendo abismal. Según la revista electrónica Consumer, en el caso de España “los más de 12 millones de móviles vendidos en 2002 estarían ya en desuso en 2004 y ese año el proyecto Tragamóvil recogió alrededor de 550.000 unidades”.
Para lograr que aumente el porcentaje de móviles reciclados, el gobierno español aprobó en 2005 una ley basada en las directivas europeas sobre la materia, que obliga a fabricantes eléctricos y electrónicos a disponer de sistemas de recogida y reciclado de productos. Esta labor recaía hasta el verano de 2005 en los ayuntamientos y comunidades autónomas.
Los europeos producen anualmente alrededor de seis millones de toneladas de residuos electrónicos; para paliar las consecuencias medioambientales de estos residuos y, además, evitar sus posibles efectos nocivos sobre la salud del usuario mientras están en uso, en los próximos dos años entrará en vigor directivas europeas de obligado cumplimiento en toda la UE.
La primera norma, de Restricción, prohíbe el uso de ciertas sustancias peligrosas en la fabricación de dispositivos; mientras la segunda, de Desechos, especifica cómo deben abordarse el reciclaje y la disposición de equipos eléctricos y electrónicos.
Los tres países de América del Norte, que colaboran arancelariamente y en algunas regulaciones vinculantes entre México, Estados Unidos y Canadá, tratan de legislar en el mismo sentido de la UE e intentar que, además del reciclaje, los productos electrónicos, incluidos los móviles y PDA, sean producidos con materiales biodegradables.
Objetivo de los usuarios: renovar el móvil
A diferencia de otros campos de las llamadas tecnologías de la información, España se encuentra a la cabeza en penetración de la telefonía móvil, por delante de Estados Unidos y Francia, entre otros países con un poderoso engranaje tecnológico. En junio de 2006, el Instituto Nacional de Estadística informaba de que el número de líneas de telefonía móvil superaba por primera vez al número de habitantes del país (44,3 millones de líneas celulares, por 44,1 millones de habitantes). Sólo Luxemburgo, Suecia, Reino Unido e Italia habían alcanzado esta cota.
En la mayoría de las ocasiones, los usuarios cambian de compañía con la intención de renovar el móvil, ya que la nueva operadora, suele ofrecer, como incentivo, un terminal de regalo o subvencionado en su práctica totalidad. De ahí que, según la cadena The Phone House, los españoles tengan una media de 4,26 teléfonos móviles a lo largo de su vida.
Una iniciativa privada de reciclaje en España: BioTel
No sólo los organismos públicos, asociaciones de consumidores y organizaciones sin ánimo de lucro alertan sobre el escaso reciclaje de móviles, sino que algunas empresas pretenden desde hace años paliar el problema mediante la correcta gestión de estos residuos y el beneficio económico que puede extraerse de esta actividad.
Es el caso de la empresa española BioTel Sistemas de Telefonía, que ofrece en toda España un servicio gratuito de recogida de “móviles averiados, obsoletos o en desuso”, como indica en su página web.
La principal innovación del sistema de gestión de residuos electrónicos de BioTel estriba en que ofrece a las tiendas y establecimientos que actúen como intermediarios en la recogida de estos aparatos. De modo que cualquier tienda podría, según BioTel, ejercer una valiosa labor de responsabilidad social, al centralizar la recogida de móviles que no tienen uso y evitar así que dañen el medio ambiente, y percibir además ingresos económicos por ello. “Este servicio de recogida -añade BioTel en su portal- va dirigido principalmente a tiendas de telefonía móvil y empresas que puedan acumular teléfonos móvil”.
BioToner Sistemas Ecológicos, empresa asociada a BioTel, imparte la misma filosofía en el ámbito de los tóneres y recambios de impresoras en empresas de toda España, y ofrece beneficios que varían en función de la cantidad de material recogido.
Los portales de Internet y comunidades virtuales que cuentan con un dinámico tablón de anuncios clasificados (es el caso de Loquo, perteneciente a Gumtree y con gran implantación en España; o del gigante de los clasificados estadounidense Craigslist.com, que cuida su aspecto amateur y poco corporativo como, irónicamente, sello corporativo), empiezan a registrar un interesante nuevo fenómeno, sólo posible en un medio totalmente descentralizado y en el que el usuario no sólo consulta, sino que interactúa y busca el máximo beneficio en el menor tiempo posible: la proliferación en la venta a precios económicos, intercambio e incluso donación de todo tipo de dispositivos electrónicos.
Por su implantación entre la sociedad, la tecnología móvil tiene la oportunidad de abrir el camino al resto de dispositivos electrónicos no sólo en innovación, sino en el tratamiento de residuos. Más allá de servicios innovadores y legislaciones avanzadas, quien tiene la última palabra en el tratamiento de un residuo tan peligroso como un móvil es el propio usuario.