De momento, la conexión ferroviaria de alta velocidad desde Madrid hasta Barcelona no llega hasta la frontera con Francia y, por ende, hacia el resto de Europa. Madrid tampoco conecta, de momento, con Lisboa, en el otro extremo peninsular.
No obstante, la Alta Velocidad Española (red AVE), recibe un segundo impulso inversor desde que en 1992 se inaugurara la línea entre Madrid y Sevilla.
De los más de 100.000 millones de euros que la Administración española invierte en ferrocarriles, el 70% se destina al AVE. El objetivo es que en 2020 haya 10.000 kilómetros de alta velocidad.