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Nuevos nómadas: 10 ideas para acampar y vivir con lo mínimo

Llevar las posesiones literalmente a cuestas instiga al individuo a reflexionar sobre la importancia de sus posesiones y plantearse si más cosas aportan mayor bienestar.

Los nuevos nómadas abogan por simplificar su existencia renunciando a objetos innecesarios y, de paso, una nueva generación de diseñadores, emprendedores y compañías desarrollan abrigos minimalistas que puedan transportarse con el menor esfuerzo físico y económico.

Algo así como el mínimo común denominador del abrigo humano, una vivienda que proteja de la intemperie, sea asequible y pueda transportarse con facilidad.

“Hazlo tú mismo”, autosuficiencia, minimalismo, vida sencilla

La prolongada recesión se ha ensañado sobre todo con los jóvenes y también ha propulsado ideales positivos. Así, la vida sencilla, el minimalismo, la autofuficiencia y la vida en entornos sin objetos innecesarios ganan seguidores.

A este fenómeno se une el nomadismo, sea alimentado por la necesidad -o el anhelo- de aventura.

(Imagen: tráiler de expedición XRT de Mobi-1)

Sea casual o no, las preciadas y reconocibles caravanas Airstream nacieron en plena Gran Depresión, cuando un reportero californiano dedicó sus fines de semana a construir un remolque recreativo aerodinámico y con acabados de calidad.

Poco después, convenció al ingeniero que había diseñado el Espíritu de San Luis de Charles Lindbergh para dar forma a las primeras Airstream. No era el mejor momento económico para construir un vehículo recreativo de calidad, pero la marca sobrevivió a la Gran Depresión y la II Guerra Mundial.

De Johnny Appleseed a las caravanas Airstream

Desde entonces, varias generaciones han viajado, trabajado e incluso vivido en caravanas (ver vídeo); y, a menudo, padecido el estigma social por ello.

Las viviendas nómadas y minimalistas no toman sólo la forma de remolques de vehículos a motor. Comparten, eso sí, el reconocimiento de la calidad de lo efímero e impermanente, un anhelo tan estético como espiritual, a menudo relacionado con el ideal wabi-sabi, el minimalismo, o los nuevos movimientos artesanos.

Espiritualmente, vivir en un pequeño abrigo itinerante como un beduino postmoderno, un Johnny Appleseed de la era digital, entronca al individuo con las enseñanzas ancestrales para disfrutar de acuerdo con la naturaleza: eudemonismo (y sus derivados), gnosticismo, zoroastrismo, taoísmo.

La vivienda como abrigo esencial de la experiencia

En la naturaleza no hay prisa, pero todo se cumple: según Lao Tse, “un buen viajero no tiene planes fijos, y no tiene la intención de llegar”.

Cuando reducimos una vivienda a su mínima expresión (como este chozo iraní de barro y ramas de arbusto), el resultado se acerca a las viviendas tradicionales de los pueblos nómadas: tiendas y estructuras ligeras, fáciles de transportar, montar y desmontar, que dan abrigo cuando es necesario.

(Imagen: chozo iraní fotografiado por Mahsa Masoudi, todos los derechos reservados)

Los nuevos nómadas, tanto aventureros voluntarios como por necesidad, retoman el significado esencial de vivienda, una membrana cómoda y a veces casi imperceptible para cubrirse del raso en cualquier aventura.

“Casa” y “ecología” comparten raíz etimológica (y no es casual)

Casa, “oikos” en griego, comparte en la cultura occidental el origen etimológico con “ecología”. En sentido amplio, la manida palabra “ecología” es, recuerda Peder Anker, tanto ciencia como arquitectura.

Según Anker, no es casual que la palabra albergue al máximo y mínimo común denominador del individuo. Por un lado “una mirada al mundo en la que los humanos no están en el centro”. Por otro, su origen etimológico “es el objeto más antropocéntrico de la tierra, es decir, la casa humana, ‘oikos'”.

(Imagen: tráiler de expedición XTR de Mobi-1)

En momentos históricos de penuria, exploración o búsqueda exterior que se convierte en reflejo de una búsqueda interior, han florecido los personajes románticos que duermen al raso y se cuestionan valores esenciales.

En un pequeño abrigo minimalista, a menudo apenas una techumbre improvisada como la cabaña primitiva descrita por Marco Vitruvio y recuperada en la Ilustración por Marc-Antoine Laugier en su Ensayo sobre arquitectura, el trascendentalista Thoreau creía que el individuo puede enfrentarse a los hechos esenciales de la vida.

La vivienda mínima itinerante

En una vivienda mínima móvil, la geografía se funde con ideas que han predominado en momentos de cambio y exploración, como durante la exploración y colonización de los territorios del Oeste de Norteamérica, cuando “nueva vida”, “segunda oportunidad”, “libertad”, “búsqueda de la felicidad”, convivían con carretas, tiendas, mantas o cabañas improvisadas, cuando no se podía dormir al raso.

En los últimos minutos de su documental Whe the Tiny House People (disponible íntegro en YouTube), Kirsten Dirksen explica que en lugares como Estados Unidos, cualquier individuo conserva en su interior la chispa de la mentalidad aventurera; se trata quizá de una necesidad universal, herencia de nuestra evolución como cazadores y recolectores y corredores de fondo.

Todos conservamos un poco de Thoreau en nuestro interior; algo de Gerónimo, o Huckleberry Finn, o Johnny Appleseed, o Jack London. Todos hemos dormido al raso y conservamos experiencias infantiles erigiendo cabañas en cualquier lugar, desde árboles a páramos, o en el interior de apartamentos urbanos.

Algo así como si el ser humano, explorador de su entorno y maestro de la caza por persistencia, retornara siempre al cobijo de la techumbre básica, mínimo común denominador del verdadero sentido de “hogar”, “oikos”, “ecología”.

La intemperie y “We the Tiny House People”

El jefe apache Gerónimo evocaba a mediados del siglo XIX, cuando desaparecía el estilo de vida de los cazadores y recolectores, el que él consideraba auténtico sentido de la vida nómada:

“Fui calentado por el sol, sacudido por los vientos y abrigado por los árboles como otros tantos bebés indios. Vivía apaciblemente cuando la gente empezó a hablar mal de mí. Ahora puedo comer bien, dormir bien y sentirme satisfecho. Puedo ir a todas partes con una buena sensación”.

(Imagen: tráiler de expedición XTR de Mobi-1)

El difícil momento económico ha propulsado el renacimiento de las tendencias y actitudes, tanto superficiales como filosóficas, sobre vida sencilla y minimalismo.

El “movimiento de las casas pequeñas”, al que Kirsten Dirksen dedica su documental We the Tiny House People, reafirma el anhelo de valerse con el mínimo número de posesiones en el menor espacio.

De el recogimiento intelectual a la aventura itinerante

Los motivos para vivir (o trabajar) de manera temporal o permanente en pequeños espacios (consultar Espacio y obra: las cabañas de trabajo de 10 escritores), a menudo móviles, varían en función del individuo y sus necesidades.

No obstante, coinciden con el anhelo de autonomía personal expuesto por aventureros y libertarios como Henry David Thoreau o Christopher McCandless.

El itinerario por Norteamérica del malogrado McCandless, narrado por Jon Krakauer en el reportaje novelado Into the Wild, llevado al cine con el mismo nombre por Sean Penn en 2007, sigue los pasos existenciales de sus influencias declaradas: Henry David Thoreau, León Tolstoy, Jack London, William Steger, W.H. Davies, Jack Kerouac.

Plenitud más allá de la acumulación de productos

Hay distintos tipos de nómada contemporáneo, pero todos ellos han aprendido a simplificar su vida material renunciando a objetos innecesarios, sin por ello reducir su bienestar ni ideales de plenitud.

Si la vida puede ser más plena con menos productos, la hipótesis también se sostiene con espacios mínimos, tanto estables como itinerantes.

Los materiales de construcción varían tanto como la realidad y entorno de los viejos y nuevos nómadas: piedra, barro, madera, cubiertas vegetales de todo tipo, pieles, tejidos de origen animal y vegetal, o incluso hielo, cemento o materiales reciclados.

10 abrigos minimalistas

Elegimos 10 abrigos minimalistas para experiencias itinerantes, ya sean inspiradas por anhelos voluntarios de aventura o por necesidad. En función de nuestra actitud, cualquier aventura originada en la necesidad puede convertirse en aventura constructiva.

El individuo decide su propia proyección, incluso en momentos de necesidad.

1. Moby-1 XTR Expedition Trailer (remolque de expedición)

¿Qué surge de la fusión entre los clásicos y resistentes remolques de acampada de los años 50 y el renacimiento de la itinerancia (recreativa, existencial, por necesidad)?

El pequeño tráiler de expedición XTR de Moby-1 tiene la estética metálica robusta, duradera y funcional de las caravanas Airstream y su interior, que aprovecha a conciencia hasta el último centímetro cuadrado.

Este “teardrop trailer” (pequeños remolques que, por su forma aerodinámica, recuerdan a una lágrima) condensa en un espacio mínimo todo lo necesario para instalarse a vivir durante una temporada en cualquier espacio natural.

Aunque ligero y con diseño comprimido, incluye una tienda plegable en su techo, espacio para un colchón, así como instalación de agua y paneles solares.

Como Airstream, la calidad de los materiales y acabados repercute en el precio del XTR de Moby-1, diseñado para convertirse en una microcasa moderna y móvil.

2. Tentsile Treehouse Tent (tienda colgante)

Hasta que surgió Tentsile, nadie había fabricado una estructura económica, sencilla y fácil de montar que combina las ventajas de una casa en un árbol, una ligera tienda de campaña y una hamaca.

Tentsile es ligera (poliéster), fácil de transportar, montar y desmontar. Su estructura: tres picos piramidales que, asidos a ramas de árbol o cualquier sostén alternativo, convergen en un epicentro. Puede colgarse, por tanto, en una terraza o jardín doméstico y sobre el dosel del bosque tropical más apartado, a decenas de metros sobre el suelo.

Si bien puede ser instalada en 30 minutos en cualquier lugar y entorno, Tentsile desplega todo su atractivo en las alturas del bosque, elevándose sobre el dosel y riesgos potenciales como inundaciones y predadores.

El producto surgió en 2010, cuando la firma pidió a un equipo de diseñadores una casa-árbol que pudiera usarse incluso sin árboles. Hay modelos para 2, 5 y 8 personas, adecuadas para trabajo de campo (investigación biológica y observación, etc.), la meditación, el recogimiento o los rodajes sobre naturaleza.

3. Midget Bushtrekka Bike Camper (remolque-tienda)

Quién no ha pensado en alguna ocasión hacer un largo recorrido, a pie o en bicicleta, y transportar consigo todo lo necesario, emulando la milimétrica planificación que requieren las grandes aventuras y travesías humanas.

El remolque de acampada para bicicletas Midget Bushtrekka se adapta tanto a salidas de fin de semana como a exigentes aventuras de larga distancia sobre la bicicleta.

Se trata de un remolque ligero que alberga una tienda desplegable que se erige sobre la estructura, que además incluye sobre la base de las 4 ruedas 155 litros (41 galones) de almacenaje.

Las 4 ruedas del remolque operan de manera independiente para adaptarse a terrenos pedregosos e irregulares. Con sus 25 kilogramos (56 libras) de peso, el Midget Bushtrekka es una versión comprimida y para bicicletas del Moby-1 XTR Expedition Trailer.

4. Dre Wapenaar Treetent (habitáculo colgante)

Se ha criticado el precio de la tienda en forma de lágrima del diseñador y escultor holandés Dre Wapenaar, pero no su diseño, ni la calidad de los materiales o la estructura de su interior.

Wapenaar ideó su tienda para que los activistas contra la tala de bosques (“treehuggers”) pudieran colgar de cualquier árbol la estructura en forma de lágrima, pero el diseño ha hecho fortuna entre seguidores que la usan como método de recogimiento o recreo.

La estructura es de acero recubierto por una lona, más resistente de lo que podría parecer a simple vista. El interior, con espacio para una familia de 4 miembros, incluye una plataforma de madera con un colchón donde pueden acomodarse dos adultos y dos niños.

5. Wearable Shelter (cobijo portátil para vestir)

Hay cobijos ligeros y con espíritu minimalista que pueden transportarse con ayuda de un vehículo a motor, una bicicleta o incluso a pie, almacenados en una mochila.

Cuatro estudiantes de la Universidad de Pensilvania, Jin Hong, Sebastian Brauer, Ji In Sun y Jackie Starker, fueron más allá en 2009 y crearon una chaqueta-microcasa, con la voluntad de que las personas necesitadas que veían agolpadas en la calle se beneficiaran de “prendas” similares.

El proyecto Wearable Shelter ha creado chaquetas “duraderas, con tejidos impermeables y resistentes al viento con la suficiente liviandad para llevar, a la vez que fácilmente convertibles en tiendas o sacos de dormir”.

El objetivo del equipo de estudiantes es ofrecer a los más necesitados un cobijo mínimo que, sin embargo, supera en comodidad muchas de las soluciones de emergencia que se ponen en práctica en cualquier ciudad del mundo.

Las “casas para llevar vestidas” tienen futuro entre los emprendedores sociales y los diseñadores de prendas para expediciones y deportes de aventura.

Otros proyectos exploran el mismo concepto que trata de convertir la ropa del individuo en su vivienda cuando llega el momento de descansar.

6. Instant Housing de Urban Nomads (cobijo portátil minimalista)

El diseñador alemán Winfried Baumann conjuga su sólida formación artística, de diseñador industrial y activismo social en el diseño de las distintas versiones de lo que llama Vivienda Instantánea (Instant Housing).

Instant Housing es un pequeño habitáculo con ruedas que cualquier persona puede empujar y cambiar de emplazamiento sin problemas. Su diseño práctico y minimalista es un canto al survivalismo.

La Vivienda Instantánea diseñada por Baumann tiene en cuenta las necesidades de cualquier nómada urbano o persona necesitada, tanto en los límites de la exclusión social de las sociedades desarrolladas como en países pobres y zonas de conflicto, donde se han producido desastres, etc.

Además de fácil de transportal, el pequeño carro de metal puede desinfectarse con facilidad y despliega una plataforma que parte desde la base de su interior para conformar el espacio de descanso, suficiente para albergar saco de dormir y algunos utensilios.

El propio Winfried Baumann reconoce la elegancia minimalista y la versatilidad del diseño, que lo hace atractivo tanto para usuarios que duermen a la intemperie por necesidad como para usuarios que optan por hacerlo de manera voluntaria y temporal.

7. Mobile Homeless Shelter de Paul Elkins (cobijo portátil)

Paul Elkins ha demostrado que es posible diseñar una casa para los más necesitados por menos dinero que unos tejanos o zapatillas deportivas de marca, descontando el propio trabajo.

Con poco más de cuatro ruedas de carro, una plataforma de metal reforzado, madera contrachapada y una colchoneta, Elkins ha creado un pequeño espacio sobre ruedas fácil de desplazar y con un interior cómodo, con abundante espacio de almacenamiento e incluso una pequeña cocina.

El Mobile Homeless Shelter puede ser usado, explica Elkins, no sólo como refugio en momentos de necesidad extrema, sino también como como carro de venta ambulante (la venta de productos alimentarios en la calle está más extendida en Norteamérica y otras zonas del mundo que en Europa).

La estructura protege de la intemperie incluso en épocas lluviosas, y una doble puerta en uno de sus laterales facilita el acceso y uso de la pequeña estructura como espacio abierto para el estudio, meditación, lectura, etc.

8. Nomad Yurt de Ecoshack (yurta minimalista)

Entre las viviendas nómadas tradicionales (consultar artículo 10 viviendas mínimas tradicionales: esencia arquitectónica), la yurta destaca por su solidez y confort.

No obstante, la yurta tradicional cuenta con una desventaja con respecto a otras tiendas ancestrales: es más difícil de montar, desmontar y transportar.

Ecoshack se ha inspirado en la yurta, evitando esta dificultad: la Yurta Nomad (diseñada y producida en 2007) cuenta con una ligera estructura de bambú que se despliega en forma de acordeón, que se recubre sin esfuerzo con una lona textil impermeable.

Una vez montada, la yurta tiene una altura en su centro (justo bajo el epicentro de la cúpula, tradicionalmente abierto) de 243 centímetros (8 pies) y puede acomodar a 8 o 10 personas en su plataforma circular.

9. Hexayurt de Vinay Gupta (estructura de bajo presupuesto)

El proyecto Hexayurt ha sido impulsado por el consultor Vinay Gupta, un autodidacta de los microespacios.

Gupta ideó su económica y fácil de erigir Hexayurt para el festival Burning Man de 2008. Consiste en una estructura hexagonal con el techo abierto en su centro que evoca a una versión de yurta de la era espacial.

La estructura está confeccionada con paneles de aislante contra incendios recortados y unidos entre sí con cinta adhesiva.

Gupta explica en Wired que las propiedades reflectantes y aislantes de la estructura mantuvieron estable la temperatura interior del habitáculo, incluso en pleno desierto (Burning Man se celebra cada septiembre en el desierto de Black Rock de Nevada).

10. Almost Home Shelter (vivienda de emergencia)

¿Es posible erigir un poblado que mantenga condiciones óptimas de salubridad, intercambio de recursos y calidad de vida en sólo unos minutos? La tienda móvil Almost Home Shelter se acerca a este anhelo.

El proyecto Almost Home nació en 2004, cuando un grupo de estudiantes colaboraron en un diseño de vivienda mínima que pudiera mejorar las condiciones de vida de los desplazados y refugiados climáticos tras el tsunami que azotó aquel mismo año el Océano Índico.

Es un refugio modular con estructura rectangular, ligero y adaptable a las condiciones climáticas, capaz de emular los entornos comunitarios de poblados rurales.

La tienda Almost Home recuerda a un contenedor logístico, aunque carece de sus principales inconvenientes (peso y dificultades de refrigeración, debido a su sólida estructura metálica, poco adecuada en entornos cálidos).