¿Quién dijo que lo pequeño no es elegante ni apetecible? Los microcoches y cuadriciclos motorizados son los nuevos garantes del estilo urbano, más sencillo y concienciado con el entorno que en eras precedentes, además de frugal.
El decrecimiento llega al sector del automóvil. Finalmente, el mercado reivindica los aciertos de los coches burbuja clásicos, tales como el Isetta, el Messerschmitt Kabinenroller o el Heinkel Kabine.
Microcoches, de segmento marginal a estratégico
Dada la incertidumbre económica y medioambiental, los fabricantes europeos finalmente arriesgan con microcoches. Son modelos más ligeros, maniobrables, frugales y económicos que los subcompactos y, como ya había ocurrido tras la II Guerra Mundial y tras la crisis del petróleo de 1973, nacen para copar una demanda ya existente. Flotas corporativas y de alquiler de coches también se fijan, asimismo, en las ventajas de los automóviles más pequeños.
Preguntados acerca de sus planes en el mercado de microcoches para los próximos años, los principales fabricantes mundiales creen que ahora, a diferencia de lo ocurrido en los años 50 y 70, cuando la vuelta al petróleo barato y el crecimiento económico hundieron los proyectos y ventas de coches burbuja, existen los retos económico y medioambiental, que han calado en el comportamiento del ciudadano europeo.
Los fabricantes europeos miran por el retrovisor a Tata y Mahindra
Fabricantes alemanes y franceses saben que se juegan su preeminencia en el nuevo segmento inicial, ya que compañías emergentes como la india Tata Motors ya han anunciado sus microcoches pensando en Europa, a precios inferiores a los tradicionales debido a las ventajas competitivas de la innovación inversa (fabricar pensando en el mercado emergente y, de paso, vender barato en los países ricos). La también india Mahindra, propietaria de Reva, también pelea por su cuota en el nuevo segmento.
El mercado de cuadriciclos motorizados es el escenario estratégico del futuro, donde marcas tradicionales tratan de conservar su posición dominante, mientras nuevos fabricantes lo consideran su punto de acceso natural: un automóvil eléctrico, ligero y para la ciudad.
Primero, Renault; luego, el resto de franceses y alemanes
El Renault Twizy Fluence, con sus dos modelos fabricados en España; y el Peugeot BB1, que podría derivar en una versión comercial, son dos de los competidores del Smart en el nuevo segmento, pero no los únicos. La respuesta a las compañías francesas viene desde Alemania, con nuevos cuadriciclos conceptuales de Volkswagen, Audi, Smart (Daimler) y BMW; así como del Reino Unido, ya que Lotus prepara su propio microcoche, además de Gordon Murray Design con sus microcoches basados en innovaciones de Formula 1 (Murray era diseñador de McLaren): T.25 y T.27.
De paso, Dailmer logra un reconocimiento tardío por su apuesta industrial de los 90 con Smart, entonces considerada arriesgada y fuera de lugar, cuando no excéntrica. Más de una década después, los principales fabricantes europeos, así como otros pioneros en el segmento de cuadriciclos como Aixam Mega y Ligier Microcar, presentan sus modelos más reducidos hasta el momento.
Vehículos pequeños y ecológicos para flotas corporativas y de alquiler
Medio siglo después de la comercialización de los primeros microcoches, Europa vive una segunda oleada de vehículos todavía más ligeros, pequeños y ecológicos que los subcompactos, explica el último informe de Frost & Sullivan. A caballo entre la motocicleta y el automóvil, son modelos diseñados para entornos urbanos congestionados y pensando tanto en la concienciación de los usuarios como en las normativas medioambientales cada vez más estrictas.
En el estudio de mercado, donde han participado las principales marcas automovilísticas de Europa y el resto del mundo, Frost & Sullivan concluye que los microcoches se convertirán en segmento estratégico para 7 de los 10 mayores fabricantes mundiales del sector del automóvil.
Europa es el entorno económico con regulaciones sobre emisiones más estrictas. Prolifera, asimismo, la presión política para evitar que la ciudadanía circule en vehículo privado por la ciudad, con peajes de distinto tipo para circular por los congestionados centros urbanos.
Innovación en vehículos personales
Los microcoches, más pequeños y seguros para el conductor que las motocicletas y otras opciones de vehículo personal que también crecen (como la bicicleta eléctrica), serán los principales beneficiados en la conducción urbana por las ciudades europeas del futuro, estima Frost & Sullivan, que cita a su vez a los principales fabricantes automovilísticos europeos.
Según el informe, sólo en Europa se presentarán 60 microcoches, incluyendo cuadriciclos ligeros, desde ahora hasta 2013, 19 de los cuales provendrán de los mayores fabricantes.
Frost & Sullivan: “El desarrollo de megaciudades, unido a las cambiantes tendencias en movilidad y el creciente interés en vehículos urbanos bajos en emisiones y consumo de carburante, ha animado a los fabricantes a introducir microcoches en Europa”.
Reducción de emisiones y ventajas para los más pequeños
Pese a las dificultades económicas en varios países de la Eurozona, los distintos estamentos de gobierno mantienen sus compromisos para reducir emisiones en las carreteras y promover los vehículos menos contaminantes. Varios países planean recuperar o mantener subsidios o incluso eximir a los microcoches y cuadriciclos motorizados del pago de aparcamiento o peajes urbanos.
El motor eléctrico de los dos modelos de Renault Twizy sienta precedente: más del 75% de los microcoches que se espera sean presentados durante los próximos 3 años serán íntegramente eléctricos.
La estrategia de Renault podría ser emulada por el consorcio francés PSA (que ya presentó en 2010 el modelo conceptual Peugeot BB1 y, en 2011, el Citröen VELV): el Twizy más potente tiene 15 kW, equivalente a 20 caballos de potencia, y requerirá licencia de automóvil; la segunda versión es menos potente, con 4 kW, o 5 caballos y, dependiendo del país, no requerirá licencia de conducción para turismos, al ser considerado un cuadriciclo ligero.
¿Una nueva edad dorada para los cuadriciclos?
La introducción de cuadriciclos eléctricos es, según Frost & Sullivan, un signo prometedor del nuevo segmento de mercado, compuesto en parte por vehículos que, por su tamaño y cilindrada limitados, tendrán un tratamiento legal más ventajoso, desde ayudas para su compra a la posibilidad de ser usados en carriles rápidos, hasta ahora reservados a vehículos con más de dos ocupantes; o la mencionada exención en el pago de peajes interurbanos y aparcamiento.
Debido a la contracción del gasto público y familiar en la Eurozona, los fabricantes automovilísticos abren nuevas líneas de negocio para acercarse a segmentos con buenas perspectivas de crecimiento.
Según Frost & Sullivan, “los fabricantes de cuadriciclos en Europa han empezado también a invertir en nuevos modelos de negocio centrados en reducir el creciente coste de propiedad de un vehículo, tales como servicios de ‘car sharing'”.
Los fabricantes responderán en los próximos años a la demanda de esta nueva generación de servicios tanto fabricando vehículos baratos, pequeños, ecológicos y con un consumo energético frugal, como ofreciendo sus propios servicios de alquiler de componentes, tales como baterías eléctricas, cuyo coste de fabricación es uno de los principales inconvenientes, junto con su rango de autonomía, que los usuarios mencionan al ser inquiridos acerca de si su próximo coche podría ser híbrido, híbrido enchufable o eléctrico.
La era de los usuarios que consumen servicios, en lugar de poseerlos
Recientemente, nuestro amigo Graham Hill, fundador del blog sobre sostenibilidad TreeHugger, explicaba en Twitter por qué cree que, en el futuro, muchos consumidores consumirán servicios, en lugar de poseerlos: “en 15 años, la propiedad será para los idiotas (menos flexibilidad, más responsabilidad, mayores costes financieros y ecológicos)”.
Graham Hill no está solo en su predicción. El diseñador catalán Juli Capella explicaba en una entrevista para *faircompanies algo similar: menos materiales, más servicios.
El primer acercamiento de la industria automovilística a la economía del consumo de servicios en lugar de poseerlos, será impulsado por vehículos híbridos enchufables, eléctricos, subcompactos, microcoches y cuadriciclos.
Rememorando los aciertos del pasado
Renault, PSA (Peugeot, Citröen), la india Tata Motors y los fabricantes alemanes Volkswagen (Audi) y Daimler deberán hacerse un hueco en un mercado ya explorado por Aixam Mega y Ligier Microcar y la también india Reva, ahora una división de Mahindra.
BMW, marca de prestigio que ha sido capaz de convertir el nuevo Mini en una de sus líneas de negocio más prósperas, exploró comercialmente y con relativo éxito el mercado de los primeros coches burbuja con la saga de BMW Isetta, a finales de los 50 y principios de los 60.
El mayor de los Isetta de BMW, el BMW 600, podría ser desempolvado con un microcoche eléctrico de la marca, el BMW i3, de momento con versión únicamente conceptual.
De la cuna a la tumba
Está en juego el suculento mercado de los automóviles más pequeños, baratos y ecológicos, que se dirigirá a consumidores de la generación Y, compañías de “car sharing”, empresas y autónomos que se desplazan en entornos urbanos, así como a usuarios sin carnet de conducir cuyos trayectos se reducen al ámbito de una población o comunidad residencial, incluidos los más jóvenes y mayores.
Analizamos ahora los últimos 5 modelos conceptuales de grandes fabricantes que inspirarán sus futuros microcoches y cuadriciclos.
El mayor fabricante europeo ha presentado en el salón de Fráncfort de 2011 su vehículo eléctrico conceptual más reducido, un ligero monoplaza con espíritu urbano bautizado como Nils, la evolución del L1 Concept presentada hace 2 años.
A diferencia del Audi Urban Concept, adaptable a uno o dos ocupantes, el Nils se acerca a motocicletas, bicicletas eléctricas y otros vehículos personales (incluyendo los velomóviles, bicicletas con carrocería para desplazarse aerodinámicamente sin motor), al ofrecer una única plaza.
Al acomodar sólo al conductor, el Nils es un cuadriciclo especialmente ligero y compacto, con carrocería de aluminio de menos de 500 kilogramos y menos de tres metros de largo. Pese a su peso y dimensiones, Volkswagen asegura que el Nils cumple con las normas de seguridad actuales.
El vehículo, cuyas ruedas separadas de la carrocería le infieren, como en el caso del Audi Urban Concept, el aspecto de un bólido de Formula 1 de 1960, incorpora un motor eléctrico de 20 kilogramos y 5,3 kilovatios hora (kWh), equivalentes a 33 caballos de potencia.
La batería se recarga completamente en 2 horas y tiene 64 kilómetros (40 millas) de rango, así como 130 kilómetros hora de velocidad punta (80 millas por hora).
El vehículo conceptual representa, en palabras de Volkswagen, la “movilidad minimalista”. El cuadriciclo, diseñado en conjunción con el Ministerio de Transporte Federal alemán, evoca el diseño y las prestaciones del cuadriciclo ligero Renault Twizy.
Daimler ha diseñado varias ediciones especiales y modelos conceptuales a partir del microcoche contemporáneo con más años en el mercado, el Smart Fortwo, incluyendo una versión eléctrica http://green.autoblog.com/tag/smart+fortwo+ed/ comercial, el Fortwo Electric Drive.
El Smart Forvision es la última versión, diseñada conjuntamente con la empresa química alemana BASF. El Forvision, modelo eléctrico definido por la compañía como “un centro de ideas para la movilidad urbana”, consume un 20% menos de energía debido a su menor peso y a varios sistemas de ahorro y captación de energía.
El vehículo incorpora luces LED más eficientes, células fotovoltaicas transparentes, así como revestimientos en las ruedas que reflejan los rayos infrarrojos, lo que mejora el rango y reduce el consumo del vehículo, que conserva el tren de última versión del Fortwo ED, que se comercializará en la primavera de 2012.
El Audi Urban Car comparte objetivos con el Volkswagen Nils, al tratarse de un microcoche ligero y ecológico para entornos urbanos especialmente congestionados.
Audi contesta, de paso, a BMW, cuyo modelo conceptual BMW i3 podría devolver a la marca alemana al mercado de los microcoches, cuyos legendarios BMW Isetta son actualmente piezas de coleccionista.
Como el Smart y a diferencia del Nils (una plaza) y el BMW i3 (4 plazas) el Audi Urban Concept incorpora 2 asientos, dispuestos uno detrás del otro, debido al reducido habitáculo del vehículo, que rememora la innovadora cabina de avión a reacción del legendario coche burbuja Messerschmitt KR200 con cabina deslizante (“Kabinenroller”).
El Audi Urban Concept tiene el aspecto deportivo de los bólidos de carreras de los 60, así como el aspecto compacto y aerodinámico del mencionado Messerschmitt KR200, con carrocería de fibra de carbono reforzada, iluminación LED y ruedas de 21 pulgadas.
El Urban Concept incorpora, según la marca alemana, el mismo motor eléctrico que el Audi e-tron.
PSA Peugeot Citröen desarrollan sus microcoches conceptuales teniendo en cuenta, como Renault y Volkswagen, las nuevas regulaciones europeas sobre pequeños automóviles y cuadriciclos eléctricos.
Los modelos menos potentes no requerirán carnet de conducción de turismos, y se beneficiarán de ventajas fiscales para la compra de vehículos ecológicos, además de evitar el pago de peajes urbanos o poder usar carriles dedicados a vehículos con varios pasajeros o especialmente eficientes.
PSA ha diseñado el VELV pensando en flotas de empresas de alquiler de coches y de empresas, como alternativa al Smart y el Twizy, que quieren beneficiarse del renacido interés por vehículos especialmente compactos y eficientes, en un momento económico adverso.
El VELV es un cuadriciclo eléctrico con potencia equivalente a 27 caballos y batería de ión-litio de 8,5 kWh, velocidad punta de 100 kilómetros hora (62 millas por hora) y autonomía con una sola carga de 100 kilómetros (62 millas). Pesa 650 kilogramos (1433 libras).
En su diseño, destacan las puertas de ala de gaviota para facilitar el acceso al habitáculo, el eje trasero especialmente reducido, así como el aire clásico de la parrilla delantera, que le infiere un aspecto similar a los coches burbuja europeos de los 50 y 60 del siglo pasado.
5. BMW i3
BMW podría revivir el negocio clásico de microcoches urbanos de la marca durante los 60 del siglo pasado, cuando comercializó tres modelos basados en el coche burbuja Isetta (los BMW Isetta 250, 300 y 600).
Los clásicos BMW Isetta fueron popularizados por personalidades como el actor Cary Grant, que destacaba por su altura, cuya fotografía saliendo de un Isetta 300 en pleno Park Avenue de Manhattan es un recordatorio de que lo pequeño no tiene por qué ser desmerecedor, ni poco exclusivo, ni ridículo.
La versión de BMW de los Isetta también es recordada por sus prestaciones y fiabilidad. El último microcoche de la compañía alemana, el BMW 600, fue una modificación al alza del clásico vehículo italiano, que le añadió músculo y espacio interior, manteniendo el resto de características de los microcoches.
Ahora, BMW podría volver al sector de los microcoches y cuadriciclos no sólo para competir con Daimler, Volkswagen y los fabricantes franceses, sino para revivir una tradición propia. En esta ocasión, BMW no tendría que comprar los derechos sobre una franquicia industrial ajena, como hizo con Mini; simplemente, tendría que desempolvar sus propios documentos de I+D+i de los años 50 y 60.
Con la vuelta del petróleo barato y los estándares menos frugales mostrados por el holgado y próspero estilo de vida americano del cine y la televisión de la posguerra, los vehículos de mayores dimensiones se abrieron paso en el imaginario colectivo europeo, incluso entre las clases más humildes.
Sobrevivieron los subcompactos y compactos, sobre todo gracias a las dificultades energéticas europeas, agravadas por la crisis del petróleo de 1973. Los coches burbuja, no obstante, desaparecieron.
Varios usuarios y marcas creen que hay un indudable espacio comercial para el Smart y un creciente número de competidores.